Daniel Gómez (ALN).- En una maniobra destinada a debilitar el liderazgo de Juan Guaidó, y de paso, preparar el asalto a la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro consiguió justo lo contrario. Eso dicen al diario ALnavío los analistas, y parece que no se equivocan. Tanto las fuerzas democráticas en Venezuela, como la comunidad internacional, han salido al quite para deslegitimar el acuerdo que firmó el régimen con la oposición minoritaria.
Una parafernalia, una traición, una burla, una caricatura… Son algunos de los términos que emplean los analistas consultados por el diario ALnavío al valorar la supuesta mesa de diálogo que ha montado Nicolás Maduro con la oposición minoritaria.
“Ninguno de los que está sentado allí está en capacidad ni de cumplir ni de hacer cumplir lo que dice el acuerdo. No son quiénes porque no tienen fuerza de organización ni liderazgo. No cuentan con nada que haga presión al gobierno. Esto es una parafernalia”, dice Ysrrael Camero, historiador y analista político.
“Esto es un juego de traición a la unidad política. Esta gente no representa a nadie. Juntos no llenan una sala”, agrega Fernando Gerbasi, exembajador de Venezuela ante Naciones Unidas, Colombia, Brasil, Alemania e Italia.
“Me parece una burla. Al pueblo venezolano y a la propia comunidad internacional. Esos señores no representan a la oposición”, declara Leopoldo López Gil, padre del opositor Leopoldo López y diputado del Partido Popular de España en el Parlamento Europeo.
“Esto es una caricatura. Se ven las costuras de la maniobra. La dictadura quiere una oposición a la medida para ganar tiempo y garantizar la permanencia ilegítima del usurpador del Palacio de Miraflores [Maduro]”, sentencia Carlos Tablante, exministro de Estado de Venezuela en el gobierno de Rafael Caldera.
Si se escucha la versión del régimen, oirán que el Acuerdo de la Mesa de Diálogo Nacional fue firmado por la oposición. Esa es su versión. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y su hermana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quienes firmaron el documento con los opositores, insistieron en ello. Y Maduro repitió el libreto. “Líderes de la oposición venezolana y principales voceros del gobierno y de las fuerzas bolivarianas firmaron un acuerdo por la paz”.
Así es la maniobra con el pacto de Maduro y la oposición minoritaria
El régimen los define como oposición, pero lo cierto es que son un pequeño grupo de partidos con apenas representación en el foro legítimo, la Asamblea Nacional.
“La oposición en Venezuela está unida y representada únicamente en la Asamblea Nacional. Es la única institución que con legitimidad puede llamarse oposición. Los demás se están disfrazando, y uso la palabra con sensatez, se están disfrazando de opositores”, explica Leopoldo López.
“Entendamos esto como un juego de fuerza física. Los que se prestaron al juego del PSUV [el partido del chavismo] son partidos muy pequeños. No tienen ni liderazgo ni capacidad para mover a Maduro”, agrega Ysrrael Camero.
Entre los firmantes del acuerdo con Maduro destacan los nombres de Felipe Mujica, del MAS; Claudio Fermín, de Soluciones para Venezuela; Luis Romero, de Avanzada Progresista; y Timoteo Zambrano, de Cambiemos. Este último sí cuenta con escaño en la Asamblea Nacional. No obstante, ostenta el récord de ser el diputado con más ausencias en las sesiones del Parlamento.
El liderazgo de Guaidó que teme Maduro
Realmente, son cuatro los partidos que conforman el núcleo duro de la Asamblea Nacional: Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. Y son estas cuatro formaciones las que conforman y ratifican el liderazgo del presidente encargado Juan Guaidó.
De hecho, hoy Guaidó es el rostro que confronta a Maduro. Es su némesis, su contraparte, su enemigo. Y lo es porque ha demostrado que la coraza del poder chavista no es infranqueable.
Guaidó controla el foro democrático. Cuenta con una masa de venezolanos que se movilizan y le apoyan. Posee el respaldo internacional de más de 50 países. De Estados Unidos. De Canadá. De Latinoamérica. De Europa. De la propia ONU, pues el Informe Bachelet es un alegato mundial contra el régimen de Maduro.
Guaidó es también una voz autorizada en los tribunales internacionales que manejan causas de empresas venezolanas. Es una voz que cala en instituciones cercadas por el chavismo como la Fuerza Armada y el Tribunal Supremo de Justicia. La prueba es que el general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa de Maduro; y Maikel Moreno, jefe del Tribunal Supremo de Justicia, conspiraron contra su líder.
Guaidó también sentó a Maduro a negociar con el apoyo de Noruega. Y vinieron las mesas de Oslo. Y vinieron las de Barbados. Y se arribó a una sexta ronda de conversaciones. Y a una propuesta firme. Elecciones presidenciales luego de un gobierno de transición de unidad nacional. Un gobierno sin Guaidó. A esto se comprometió el presidente encargado. Y a un gobierno sin Maduro. Esto a Maduro le debió dar vértigo pues fue entonces cuando decidió no hablar. Y se pasó 40 días dando largas a Guaidó, rompiendo así con la negociación liderada por Noruega.
“El abandono del proceso de Noruega y Barbados dejó a Maduro muy mal parado. Por eso monta este diálogo sin presión del otro lado, con toda la teatralidad y la escenografía”, recuerda Camero.
Y es que en un intento por resquebrajar el liderazgo de Guaidó, consiguió lo contrario. “Este acuerdo lo que hace es reforzar la unidad. Una vez más se demuestra que la única forma de mantener a los venezolanos con la esperanza de cambiar el régimen es tener una sola cara, una sola voluntad, y esa es la Asamblea Nacional que representa Juan Guaidó”, dice Leopoldo López.
“Maduro no dañará a Guaidó. Él ya salió diciendo que rechaza esta situación. Además, en el enfrentamiento que Guaidó libra con Maduro, Guaidó es quien más claro y preciso ha sido. Es él quien ha hecho los movimientos clave, y una prueba es que estaba dispuesto a dejar el gobierno si Maduro se iba para conformar un gobierno de unidad”, agrega Gerbasi.
“Si no discuten o dialogan con Juan Guaidó, ¿qué pretenden? ¿Cómo van a lograr un nuevo Consejo Nacional Electoral? ¿Cómo van a arribar un acuerdo por el país?”, se pregunta Tablante. “Esto a Guaidó le refuerza. Porque en el origen de todo, las elecciones fraudulentas del 20 de mayo de 2018, Maduro siguió una estrategia muy parecida, con una oposición a la medida”.
Espaldarazo en Venezuela y en el mundo a Guaidó
También apuestan por la unidad los partidos que conforman el núcleo duro de la Asamblea Nacional. “Al pueblo venezolano le decimos que acá seguiremos firmes defendiendo la dignidad y el sufrimiento de todo nuestro pueblo. Que no vamos nunca a arrodillarnos ante el poder y la corrupción. Que nuestro objetivo es uno solo: la libertad de Venezuela”, dijo Primero Justicia en un comunicado.
“Nuestra lucha es para acabar con el sufrimiento del pueblo venezolano, junto al presidente Juan Guaidó y la Asamblea Nacional”, sostuvo Un Nuevo Tiempo.
“A unirnos todos en torno a la próxima etapa de presión. Todos juntos hasta lograrlo. No podemos prometer fecha, pero sí luchar hasta lograrlo”, apuntó el diputado de Voluntad Popular, Freddy Guevara.
“Hay que seguir luchando. Ahora debemos tener más fortalezas entre nosotros mismos porque los que le hacen el juego al régimen ya se quitaron la careta”, comentó el diputado de Acción Democrática, Williams Dávila.
También reaccionó el embajador de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio. “Ahora más que nunca todos juntos, pueblo, Fuerza Armada y comunidad internacional con el presidente Juan Guaidó y la Asamblea Nacional. Debemos pasar a una fase de mayor presión para lograr el cese de la usurpación y el fin de la dictadura criminal generadora de tanta miseria y dolor en Venezuela”.
El diario ALnavío pudo saber que en el gobierno de Donald Trump estudian nuevas sanciones contra Maduro por esta última maniobra. La Unión Europea, por su parte, lanzó un comunicado respaldando a Juan Guaidó como el único interlocutor legítimo para Maduro y advirtiendo al régimen que, si no negocian en serio, Bruselas vendrá con nuevas sanciones. Esta rápida reacción de la UE demuestra el apoyo internacional con el que cuenta Guaidó.
Por el contrario, llama la atención el poco apoyo que ha recibido la maniobra de Maduro. Sólo sus voceros y el régimen de La Habana han bendecido la mesa por la paz. “Cuba celebra acuerdos parciales alcanzados en Mesa de Diálogo Nacional de Venezuela”, tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez.
¿El asalto a la Asamblea Nacional?
La llamada oposición minoritaria firmó seis acuerdos con el régimen. Destacan la configuración de un nuevo Consejo Nacional Electoral y la reincorporación de los diputados del PSUV a la Asamblea Nacional. Dos puntos que, cabe recordar, estaban en carpintería en las negociaciones auspiciadas por Noruega.
Diosdado Cabello, número dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, fue otro de los que apoyó el acuerdo del régimen y habló del enorme esfuerzo que harán desde el PSUV para lograr la paz en Venezuela.
“Nosotros por la paz del país vamos a la Asamblea y nos incorporamos sin ningún tipo de problema, es más, lo hacemos con la convicción de que eso servirá para abrir un espacio a la paz”, dijo.
Aquí existe una contradicción que detecta Tablante. “Reconocen incorporarse a una Asamblea Nacional que ellos mismos han declarado en desacato y que han allanado la inmunidad de sus diputados. Al mismo tiempo mantienen la supremacía de una falsa Asamblea Nacional Constituyente que pisotea la legalidad del país”.
Según Ysrrael Camero, esto que parece una contradicción no es más que una estrategia con las miras puestas en 2020, cuando se renueva la presidencia de la Asamblea Nacional.
“Maduro ha venido sitiando a la Asamblea. Hay diputados que están presos. Exiliados. Refugiados en embajadas. Ellos han seguido una política de ir rebanando a la oposición y debemos tener cuidado con este punto”, dice el analista.
Por su parte el historiador Pedro Benítez, ya avisó la semana pasada en un artículo en el diario ALnavío que Maduro preparaba una especie de acuerdo con los grupos minoritarios para ir ganando posiciones en la Asamblea Nacional. Dicho y hecho. Y es que, como escribió Benítez, el gran propósito de Maduro es tomar la presidencia del Parlamento el próximo 10 enero, fecha que fija la Constitución para elegir la directiva de la Cámara.
Tablante también defiende esta opinión. “Los 50 diputados perseguidos no son una causalidad. Hasta al propio Guaidó le despojaron de la inmunidad parlamentaria”. No obstante, considera que la maniobra de Maduro no prosperará. Y lo mismo dice Camero. Y lo mismo dice Gerbasi. “Este movimiento de Maduro no tendrá largo recorrido”, apunta el exembajador.