Zenaida Amador (ALN).- A tono con lo que parecen los preparativos para la toma de posesión de Nicolás Maduro en enero, el vicepresidente del Área Económica de Venezuela ha hecho un nuevo anuncio en materia cambiaria. “El presidente ha decidido que 2.000 millones de euros vayan al mercado cambiario nacional”, dijo Tareck El Aissami.
A tono con lo que parecen los preparativos para la toma de posesión de Nicolás Maduro para su segundo período presidencial en enero del próximo año, el vicepresidente del Área Económica de Venezuela ha hecho un nuevo anuncio en materia cambiaria. En este contexto, repleto de promesas de reactivación económica para convertir a Venezuela en una “potencia”, Tareck El Aissami aseguró que el Gobierno volverá a participar de manera puntual en el mercado cambiario, algo que va a contravía con toda la estrategia oficial de cerrarle al sector privado el acceso a las divisas provenientes de la renta petrolera.
“El presidente ha decidido que 2.000 millones de euros vayan al mercado cambiario nacional (…) El Gobierno va a intervenir, a participar en el mercado cambiario nacional”, indicó El Aissami al explicar que por dos meses el Estado ofertará divisas en las subastas periódicas que se abren para el sector privado (empresas y particulares).
Dada la restricción de flujo de caja, es un juego suma cero: para poder entregar €2 millardos a privados, las importaciones públicas deberán reducirse. https://t.co/1uLsmgNxLu
— Asdrubal R. Oliveros (@aroliveros) 16 de octubre de 2018
Pero ¿de dónde saldrán los “euros”?, ¿cómo hará el Gobierno para gestionar estos recursos si está prácticamente en default y sometido a restricciones y sanciones internacionales? ¿Y por qué ofrecer “petroeuros” al sector privado si el Gobierno había jurado que lo obligaría a utilizar sus propias divisas y a repatriar capitales antes de entregarle un dólar más?
Nada que ofrecer
Han sido infructuosos los distintos intentos del Gobierno por darle movilidad al mercado cambiario a lo largo de 2018, que van desde variar su nombre, emitir nuevas normativas, reajustar el sistema de subastas, prometer que habrá libre convertibilidad de la moneda y poner como ancla y referencia del mercado al petro, un criptoactivo estatal que genera más dudas que certezas (Leer más: Maduro insiste en imponer la criptomoneda que nadie quiere). Ninguno de estos “ajustes” ha desmontado el control de cambio, ni le ha dado transparencia al sistema, ni ha garantizado que la paridad responda al mercado en vez de a la agenda política de las autoridades ni, mucho menos, ha corregido la escasez de divisas.
Desde agosto, cuando se instauró el vigente “Sistema de Mercado de Cambio”, lo más que se ha logrado es transar entre privados unos 10 millones de dólares en una semana, monto con el cual se deben atender necesidades de importación de insumos, materias primas y bienes de capital. En 2014 todo el mercado cambiario movía 160 millones de dólares por día (Leer más: El sistema cambiario anunciado por Maduro sigue sin arrancar).
A la par de la contracción de los ingresos de la nación, esencialmente por el desplome en la producción petrolera, las importaciones han caído a mínimos históricos. Según la firma de consultoría Ecoanalítica, en el primer semestre de 2018 las importaciones llegaron a 6.356 millones de dólares, 72% de las cuales fueron hechas por el sector público, y sólo 24,9% fueron no petroleras.
El 90% de las importaciones privadas se cubrió con divisas obtenidas en el mercado paralelo, el cual -indica Ecoanalítica- está transando en la actualidad unos 10 millones de dólares al día a una tasa que ampliamente duplica la paridad marcadora oficial.
En pocas palabras, el mercado cambiario estimulado por el Gobierno no funciona y no atiende las necesidades de la economía.
¿De dónde saldrán los recursos?
Ahora, El Aissami promete 2.000 millones de euros. “El Gobierno va a hacer ofertas de divisas los meses de noviembre y diciembre para los sectores productivos”, aseguró.
Es decir, que estaría abonando en favor de las potenciales importaciones que el país recibirá en el primer tramo de 2019, año que se estima será el sexto consecutivo de contracción económica en Venezuela, con una inflación proyectada de 10.000.000% y que marcaría el inicio del segundo mandato de Maduro tras una reelección que fue desconocida por unas 20 naciones.
Pero ¿de dónde saldrán los “euros”?, ¿cómo hará el Gobierno para gestionar estos recursos si está prácticamente en default y sometido a restricciones y sanciones internacionales?
No obstante, resulta complicado que el Gobierno pueda disponer de los recursos que ofrece. El Aissami afirma que los fondos provienen de los ingresos petroleros -gracias al repunte de los precios del crudo-, pero esto es inconsistente con los ingresos estimados tomando en cuenta que el país sólo produce 1,1 millones de barriles diarios, lo que le impide aprovechar el repunte de los precios.
Ante la ausencia real de fondos es probable que se produzca una reducción de las importaciones públicas, especialmente de las petroleras a propósito de las limitaciones al consumo interno de gasolina que quiere imponer Maduro, para atender las importaciones privadas como promete El Aissami.
Otro factor determinante que juega en contra de la promesa de dólares para importar son las sanciones internacionales aplicadas al gobierno de Maduro. Según El Aissami, se avanza en el plan de abrir cuentas fuera de Estados Unidos en monedas diferentes al dólar para evadir tales sanciones. Dijo que específicamente se trabaja en “un nuevo esquema de corresponsalía para los bancos públicos en Asia y Europa”, algo que los funcionarios vienen prometiendo desde hace un año y que no se ha concretado.