Redacción (ALN) .- El Partido Socialista Unido de Venezuela y la figura de Nicolás Maduro han tocado un techo. Los sondeos de opinión de los últimos meses advierten que la simpatía roja oscila entre los 25 y 35 puntos.
Es el techo técnico, por ahora. A Maduro le favorece el voto duro. Esa es su base sólida. Aunque podría eventualmente crecer si la situación económica mejora.
En la oposición la situación es absolutamente diferente. La última encuesta de la firma Data Viva le da al chavismo preferencias de votación de 34,4 %.
En cambio, la oposición está tan dispersa, que Data Viva identificó a los opositores e independientes opositores con una sumatoria total de 11,5 %.
El resto de la masa crítica -es decir, la mayoría- se dispersa entre los independientes y los que no contestan.
Tras los fracasos de 2014, 2017 y 2019, todavía hay grupos de oposición que juegan a la presión y quiebre. De allí la consigna de María Corina Machado de llegar «hasta el final» pese a estar inhabilitada.
«Acá es importante detenerse en el análisis: para nadie es un secreto que Machado lidera las encuestas con cierta comodidad. Y para Data Viva, en un escenario no polarizado, de manera espontánea, el 58,4% votaría por Nicolás Maduro, el 23,1 % por María Corina Machado, el 10,1 % por Benjamín Rausseo, el 3,1 % por Henrique Capriles Radonski y 3,4 % por Manuel Rosales», señalaron.
Pero en un escenario polarizado; es decir, Maduro contra algún candidato, el resultado es este: el actual mandatario obtendría 64,9 % frente a 35,1 % de Machado; 60,5 % contra 39,5 % de Rausseo; 67,1 % contra 32,9 % de Capriles y 66,5 % contra 33,5 % de Rosales.
«Entonces volvemos al inicio del escenario: Maduro ganaría con una masa crítica y sólida que representa un tercio del electorado, mientras que un sector de la oposición, a estas alturas de la carrera, todavía cree en salidas de película», indicaron.
Con respecto a las primarias, tanto los números de la encuestadora Delphos como los de Data Viva van en la misma dirección de resultados. A la mitad de los consultados no le interesa ni quiere «jamás» votar en las primarias, de manera tal que de llegar a producirse, sería una primaria para la base más sólida de la oposición.
La dirigencia política está desacreditada. Por eso los números de Data Viva ponen arriba en la pregunta con respuesta espontánea a Machado y a Rausseo. Los partidos del G4 ya no motivan más allá de los cuadros.
Machado y Rausseo le hablan a los «desatendidos», aunque a veces la candidatura de Rausseo no luzca muy seria ni haya movilizado importantes concentraciones, como sí lo ha hecho Machado.