(EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su deseo de alcanzar «nuevos acuerdos» en la tercera ronda de diálogo con la oposición en México, que comenzó con un día de retraso, debido unas declaraciones de la primera ministra de Noruega -país mediador-, Erna Solberg, ante la ONU, donde manifestó su preocupación por los DDHH en la nación caribeña.
Ante la postura del chavismo de no continuar las negociaciones hasta que hubiera una explicación, la delegación noruega reafirmó su «imparcialidad» en el proceso y lamentó que las declaraciones de Solberg pudieran interferir en la «confianza» de su rol en el diálogo.
«Lamentamos que la reciente declaración en la ONU pueda afectar la confianza en nuestro papel. Es fundamental que este proceso y negociación sea entre los propios venezolanos sin ninguna interferencia indebida», expresó a la prensa Nylander.
SITUACIÓN «SUPERADA»
Tras el mensaje del árbitro noruego, el representante de la delegación chavista explicó a los periodistas en México que da «por superada esta situación».
«Estábamos a la espera de que esta situación pudiera ser subsanada a los efectos de reanudar el proceso», dijo Rodríguez, también presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Una vez superado el inconveniente, Maduro manifestó en su cuenta de Twitter que espera de este proceso de «conversación y debates» acuerdos «positivos» para el país sudamericano.
«ACUERDOS POSITIVOS»
«Nuevamente llega a México nuestra delegación, para continuar la jornada de diálogo con las oposiciones venezolanas. En un proceso de conversación y debates, del que esperamos nuevos acuerdos y resultados positivos para el pueblo de Venezuela», escribió el mandatario.
La primera ronda de negociación comenzó el 13 de agosto en la capital mexicana y se prolongó hasta el 15, pero no fue hasta el segundo viaje -entre el 3 y el 6 de septiembre- cuando se alcanzaron los primeros acuerdos.
¿QUÉ SE HA PACTADO?
En ese encuentro pactaron reivindicar de manera conjunta la soberanía venezolana sobre la Guayana Esequiba, una zona de 159.500 kilómetros cuadrados, rica en recursos entre Venezuela y Guyana, que ha sido centro de una disputa entre los dos países por casi dos siglos.
Además, se selló un acuerdo parcial para la protección social del pueblo venezolano, por el que Maduro podría recuperar activos bloqueados en el extranjero a causa de las sanciones.