Daniel Gómez (ALN).- No le funciona al presidente de Argentina la economía. No le funciona el préstamo del FMI. No le funciona el apoyo internacional. En las encuestas tiene 19 puntos menos que el favorito, el peronista Alberto Fernández. Por eso usa a Nicolás Maduro como arma arrojadiza. Condena sus nexos con Cristina Fernández de Kirchner, número dos de Fernández, y condena la tibieza con la que este se refiere a Maduro.
En la práctica, el debate a seis en Argentina se convirtió en un cara a cara entre el presidente Mauricio Macri y el candidato peronista, Alberto Fernández.
Fernández cuestionó a Macri por su mala gestión de la economía, por no pronunciarse a favor del aborto, por su incapacidad de atraer inversión internacional. Le llamó directamente mentiroso.
“Deje de mentir”, dijo Fernández, quien agregó que de los 50.000 millones de dólares que prestó el Fondo Monetario Internacional a Argentina, al menos 30.000 millones fueron para los “amigos” de Macri. “No están ni en puentes ni viviendas”.
Ahora Macri es el blanco fácil. Desde que en mayo de 2018 estalló la crisis cambiaria, el presidente no para de coleccionar malas noticias. La economía está en rojo, y en rojo también están las posibilidades para alcanzar la Presidencia.
El diario El País, analizando todas las encuestas en Argentina, determinó que Alberto Fernández recibirá 52,3% de los votos en las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre. Esto significa que ganaría por mayoría absoluta en la primera vuelta a un Macri que no conseguiría más del 33% de los votos. La diferencia es de 19 puntos. Insalvable salvo sorpresa. Por eso Macri se agarra a lo poco que le sigue funcionando: Nicolás Maduro
El mandatario criticó la neutralidad con la que Alberto Fernández se pronuncia respecto al régimen de Maduro, y también criticó su alianza con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, número dos de la fórmula del peronista. Si Alberto Fernández gana, tal como apuntan todas las encuestas, Fernández de Kirchner sería su vicepresidenta.
– La expresidenta condecoró al dictador Maduro.
– Nosotros reconocemos al presidente Juan Guaidó.
– En esto no puede haber dobles discursos.
– O se está con la dictadura, o se está con la democracia.
– La neutralidad es avalar a la dictadura.
A estos ataques de Macri, Fernández, neutral en la crisis de Venezuela, respondió así:
– No quiero eludir el tema Venezuela porque todos saben lo que pienso.
– Venezuela tiene problemas.
– Pero más problemas tienen los venezolanos que están adentro.
– Y más problemas los que tuvieron que emigrar.
– A diferencia del presidente, yo quiero que los venezolanos resuelvan su problema allá adentro.
– El presidente está preparando la ruptura de relaciones para poder intervenir.
– Espero, presidente, que ningún soldado argentino termine en tierra venezolana.
El tema no fue a más. No obstante, Macri se centró en reivindicar la proyección internacional de Argentina. Cómo con su gobierno el país se abrió al mundo, cómo se llegó a un acuerdo Mercosur-Unión Europea, cómo bajo su gestión se organizó el G-20 en 2018 en Buenos Aires, mientras que con Cristina Fernández de Kirchner “la única relación de Argentina era con Venezuela”.
A esto, Fernández le contestó: “Me impresiona cuando el presidente dice las cosas que dice. No sé si mira lo que él hace. Las relaciones internacionales no son sacarse fotos con esos líderes. No entró un centavo de inversión de esos líderes. Intentamos relacionarnos de tal modo que Argentina tenga provecho. No alcanza con una foto ni con un G-20”.