Daniel Gómez (ALN).- Nicolás Maduro informó este martes que en una semana llegarán las 100.000 primeras dosis de Sputnik V a Venezuela. También habló de su esquema de vacunación contra el coronavirus: primero los sanitarios, los sectores más vulnerables, los maestros y luego, los miembros de Somos Venezuela, que es el movimiento político que lidera Maduro junto a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.
Se supone que Venezuela tenía hasta este martes para lograr un pacto político que permitiera financiar 1,4 millones de vacunas que le reservó el mecanismo Covax. Aunque las negociaciones avanzaban en la dirección correcta, nadie del gobierno ni de la oposición anunció un acuerdo.
Quien sí lanzó un anuncio fue Nicolás Maduro: en una semana Venezuela recibirá desde Rusia un cargamento con 100.000 vacunas Sputnik V, dijo en su programa de televisión.
“Vamos a vacunar a todo el personal médico, a los sectores más vulnerables y después a los maestros, las maestras, los educadores y al movimiento Somos Venezuela entero”, aseguró.
La afirmación es llamativa. En los últimos meses Maduro está siendo criticado por bloquear las ONGs del país para que sea el gobierno el que controle la distribución de ayuda humanitaria en plena pandemia. Y lo que está afirmando ahora es que sea Somos Venezuela, el movimiento político que lidera el mandatario junto con la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, uno de los primeros en vacunarse. ¿Saben para qué?
“Para que [Somos Venezuela] vaya casa por casa, barrio por barrio, para que vaya en búsqueda de las víctimas del bloqueo económico, de las sanciones internacionales y de la agresión imperialista”, afirmó.
Maduro dice abiertamente que quiere vacunar a su movimiento político para que atienda a la población más vulnerable. Eso a lo que también se dirigían organizaciones como Convite, Alimenta la Solidaridad, Azul Positivo y otras que han sido desarticuladas por las autoridades del gobierno.
Maduro también anunció que, en la campaña de inmunización, situará a “las bases de las misiones socialistas como epicentro”, así como “el carnet de la patria y las ayudas directas”. Todos estos elementos han sido catalogados por el alto comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas como “herramientas de control social”.
Con todo, Maduro dijo que el objetivo de la campaña de inmunización es “recuperar un vulnerado estado de bienestar social, la recuperación real del trabajo, las pensiones, la elevación de la calidad de las grandes misiones y todas las políticas sociales”.
En definitiva, “recuperar el estado de bienestar que funcionó desde el inicio de la revolución hasta 2015”. Eso dijo Maduro. Y lo dijo citando el informe que publicó este martes la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO), la cual afirmó que las sanciones aceleraron el colapso económico de Venezuela.
Maduro comentó que “un informe detallado de la GAO contaba con afirmaciones muy contundentes sobre el daño criminal que se ha hecho al hombre y la mujer de a pie de Venezuela con las sanciones brutales contra las empresas, la economía y la sociedad venezolana”. Lo que no incluyó en su discurso fue que el desastre de Venezuela no sólo es culpa de las sanciones, sino también de su gobierno y del modelo chavista. Porque esto también lo decía la GAO: “Además de la imposición de sanciones estadounidenses, varios otros factores también han contribuido al declive de la economía venezolana, incluidos los precios mundiales del petróleo, ahora más bajos, y la mala gestión por parte del gobierno venezolano”.