Zenaida Amador (ALN).- El cerco informativo ha sido una política de Estado desde los tiempos de Hugo Chávez y se profundizó en el primer mandato de Nicolás Maduro. Ahora, sumergido en una crisis institucional sin precedentes y desconocido como presidente, Maduro aprieta las tuercas y le restringe a la población venezolana el acceso a la información. El cierre de programas, la presión para limitar los contenidos que se divulgan, la persecución a los periodistas y hasta el bloqueo del acceso a internet han sido una constante en las últimas dos semanas en Venezuela.
En el amanecer de este jueves en muchos medios venezolanos estuvieron ausentes los temas relacionados con Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y el reconocimiento de su investidura por parte de la comunidad internacional, a pesar de ser del interés general y de estar en las portadas de los principales periódicos del mundo. A la autocensura habitual de algunos medios que están en manos de grupos ligados al Gobierno se sumó el silencio impuesto a otros, en cuyas agendas informativas todavía quedaban posturas críticas al Gobierno.
César Miguel Rondón, quien conduce un emblemático programa radial matutino en el Circuito Éxitos, sólo pudo leer los titulares de la prensa del jueves 24 de enero para luego dar paso a un bloque musical y regresar con un foro con psicólogos para hablar sobre la resiliencia, omitiendo todos los demás segmentos de opinión. “Hoy no puedo decir que en las próximas horas hablaremos de estas informaciones porque las circunstancias no me lo permiten”, dijo al aire como explicación al limitarse a la lectura de los titulares.
En muchos medios venezolanos estuvieron ausentes los temas relacionados con Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y el reconocimiento de su investidura por parte de la comunidad internacional, a pesar de estar en las portadas de los principales periódicos del mundo
Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Rondón “fue censurado en su programa diario negándole la oportunidad de comentar los hechos del 23 de enero que han sido noticia en todo el mundo”.
Para el periodista Nelson Bocaranda todo se resume a “presiones, llamadas, exhortos, amenazas, demora de años en renovación de licencias de transmisión, intervenciones de señal. Las clásicas de las dictaduras que no quieren que la gente conozca la verdad sino el maquillaje rojo de ‘felicidad e igualdad’”.
Pero Rondón no fue el único. Rafael Uzcátegui, coordinador general del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), también denunció que a Radio Fe y Alegría se le ordenó que “revise” toda la programación y que “excluya” los programas independientes de opinión, como es el caso de Son Derechos de Provea. Según señaló, la orden fue dada por la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), razón por la cual los programas de derechos humanos quedaron suspendidos hasta nuevo aviso.
Días antes el dirigente político opositor Alfredo Ramos ya había denunciado que, por órdenes de Conatel, su programa Alfredo Sigue, que transmitía por Radio Fe y Alegría, fue sacado del aire. “El régimen impone la censura y la autocensura a los medios de comunicación”, señaló.
Por su parte el Canal 24 Horas de Televisión Nacional de Chile (TVN) informó que fue cesada su señal en Venezuela por orden de Conatel. “La señal del Canal 24 Horas de TVN, que podía ser visualizada (en Venezuela) en el canal 708 de DirecTV, fue bajada de los cableoperadores que tienen cobertura en ese país. Tanto DirecTV como las demás empresas del rubro que operan en Venezuela ya no están emitiendo la señal”.
Por la fuerza
En la jornada del 23 de enero la televisora Venevisión, que daba cobertura al acto opositor de ese día, cortó la transmisión cuando Guaidó comenzó su juramento ante el país. Luego, funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) allanaron la sede de la televisora regional Global TV, en el estado Zulia y sacaron la señal del aire por haber transmitido el discurso de Guaidó al jurar como presidente interino. El SNTP señaló que con esta acción también quedó fuera del aire AventuraTV, que es otra televisora regional que comparte sede y antena transmisora con GlobalTV.
En paralelo han seguido las agresiones a los periodistas en las coberturas de las manifestaciones populares y las concentraciones de la oposición. Según el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), sólo entre el 1 y el 16 de enero de 2019, en ocho entidades del país se acumularon 12 casos de violaciones a la libertad de expresión y al acceso a la información, incluyendo retenciones y ataques a los trabajadores de la prensa por parte de cuerpos de seguridad y grupos de choque del gobierno de Maduro.
En paralelo han seguido las agresiones a los periodistas en las coberturas de las manifestaciones populares y las concentraciones de la oposición. Según el IPYS, sólo entre el 1 y el 16 de enero de 2019, en ocho entidades del país se acumularon 12 casos de violaciones a la libertad de expresión
Además de esto, el lunes 21 de enero, mientras se producía un alzamiento militar en Caracas, las conexiones a internet sufrieron fallas importantes que jugaron a la desinformación en las horas en las que se desarrollaban estos hechos y estallaba una manifestación popular en rechazo a Maduro. Un reporte del observatorio de internet NetBlocks señaló que pudo recopilar “evidencia técnica de acceso restringido a Twitter e Instagram en Venezuela el 21 de enero de 2019” justo en medio de los informes sobre la situación planteada en un comando militar en Caracas.
El 23 de enero, cuando Juan Guaidó pronunciaba su discurso, NetBlocks también detectó importantes interrupciones de internet que afectaron a YouTube, las búsquedas de Google, los servidores para la plataforma móvil de Android y otros servicios. Afirmó que los servicios de redes sociales fueron notablemente interrumpidos.
¿Más vuelta de tuerca?
En 2013 había 90 diarios en Venezuela y al cierre de 2018 sólo seguían circulando 24, según los datos del IPYS. Si bien algunos migraron a plataforma digital, 49 clausuraron de manera definitiva estrangulados por las restricciones que impone el Gobierno para acceder al papel periódico, más otras acciones que terminaron por asfixiarlos. Esta misma situación propició una oleada de compras de medios de comunicación por empresarios ligados al Gobierno.
El diario El Universal es uno de estos medios, que actualmente circula de forma intermitente en su versión en papel y su línea editorial es afín al discurso oficialista. Este jueves 24 amaneció encabezando su portal web con los siguientes temas: el precio de los bonos venezolanos, la violencia fuera de control en el noreste de Brasil y las alertas de la OPEP acerca del apuro que hay en el sector petrolero para autofinanciarse.
Además de estos medios privados aliados, el Estado cuenta con un sistema nacional de medios públicos integrado por televisoras como Venezolana de Televisión, Tves, Vive y Telesur (de señal internacional), circuitos radiales de alcance nacional, alrededor de 300 emisoras comunitarias y un sistema de periódicos de alcance nacional y regional.
No obstante, Nicolás Maduro cree que no es suficiente y menos ahora que el mundo lo mira con atención al pretender seguir gobernando sin legitimidad. El 23 de enero, desde el balcón del Palacio de Miraflores, dijo: “Hoy hemos visto un silencio informativo brutal. Ustedes, el pueblo combatiente, no existen para los medios de comunicación de la burguesía, los medios de comunicación internacionales una vez más censuran al pueblo de Venezuela”.
Todo indica que bajo su gestión la censura seguirá arreciando.