Zenaida Amador (ALN).- La maquinaria del chavismo se activó con fuerza esta semana. Ya no sólo se hacen alardes de cohesión en las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y se busca exhibir la lealtad de los componentes militares a Nicolás Maduro. Ahora Maduro y sus altos funcionarios se atrincheran, se radicalizan y tratan de meter miedo con las palabras y los hechos. En la medida en que se acerca el 23 de febrero se esfuerzan por sembrar temor en un intento por anular el ímpetu del rechazo popular.
Aunque los venezolanos siguen adelante en el día a día con aparente normalidad en el país, crecen la tensión y la incertidumbre debido a las acciones que anuncia el régimen de Nicolás Maduro para contrarrestar a las que impulsa Juan Guaidó. Es un juego de pulso que ha ido subiendo en intensidad y donde el chavismo intenta disuadir e imponer la agenda de miedo.
En esta abrumadora sucesión de hechos destacan cosas como anunciarle al país que la ayuda humanitaria que la comunidad internacional ha enviado a varios puntos fronterizos y que espera pueda ingresar al territorio para atender a los más vulnerables, afectados por la emergencia humanitaria compleja, “viene contaminada y envenenada, es cancerígena”, como aseguró la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Aunque los venezolanos siguen adelante en el día a día con aparente normalidad en el país, crecen la tensión y la incertidumbre debido a las acciones que anuncia el régimen de Nicolás Maduro para contrarrestar a las que impulsa Juan Guaidó
La estrategia no logró calar en la población de la manera esperada, pues las carencias son muy elevadas tras años de escasez y de parálisis productiva y para muchos es cuestión de vida o muerte que estos alimentos y medicinas logren llegar a Venezuela. Por eso el repertorio de ataques siguió su curso.
Tras el anuncio hecho a mediados de este mes de que se hará el concierto “Venezuela Aid Live” el 22 de febrero en la frontera con Colombia, específicamente en el Puente Tienditas, con el respaldo de músicos internacionales que buscan recaudar 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para el país, el régimen de Maduro respondió con un concierto paralelo “por la paz y la vida”. Originalmente se dijo que se efectuaría los días 22 y 23 de febrero en el fronterizo Puente Simón Bolívar, en el lado venezolano, en Táchira. Pero no conformes con esto, a última hora se informó que la actividad pro-Maduro se hará en Tienditas, a 280 metros del otro concierto, y que se extenderá desde el 21 al 23 de febrero.
El amedrentamiento
Adicionalmente, líderes radicales del chavismo se han dejado ver en la frontera con Colombia con mensajes entre violentos y soeces en contra de los dirigentes opositores, principalmente Guaidó, y contra los países que lo reconocen como presidente interino de Venezuela, principalmente Estados Unidos y Colombia.
Como parte de este despliegue se ha mostrado a efectivos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), encapuchados y con armas largas, merodeando en la frontera de la mano de Freddy Bernal, bautizado por Maduro como el “protector del Táchira” y quien se ocupa del sistema de control social que se ejerce a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Protección (CLAP).
Vale destacar que las FAES han sido el brazo represor del régimen en lo que va de año, en especial tras un pequeño alzamiento militar en Caracas (el 21 de enero) que dio paso a una oleada de protestas callejeras en barriadas populares en rechazo a Maduro. Se les atribuyen al menos 26 ejecuciones en diversas acciones y operativos efectuados sólo en enero.
También en la zona fronteriza con Colombia se han hecho presentes grupos de choque del régimen de Maduro, donde destacan reclusos que son entrenados e ideologizados por Iris Varela, ministra para el Servicio Penitenciario y líder del PSUV, quien aseguró que “permaneceremos de guardianes de la frontera”.
Por su parte Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, mandó un mensaje a los tibios, es decir, a aquellos “revolucionarios” que dudan o que no cierran filas del lado de Maduro: “A los tibios les digo, recapaciten y piensen lo que pasaría si se instaura un gobierno como los de la Cuarta República (antes del chavismo), reunirse con opositores no será un salvoconducto. Tienen dos opciones, o terminan de traicionar o se vienen a la revolución”.
Además, de cara al llamado de Guaidó para que el pueblo salga este 23 de febrero a movilizaciones para acompañar el ingreso de la ayuda humanitaria desde los puntos fronterizos y pedirle a los militares que permitan que la ayude llegue a quienes la necesitan, desde el chavismo se anunció que también habrá acciones de calle. Maduro llamó “a todo el pueblo a salir a la calle, a la marcha bolivariana por la dignidad del pueblo a la calle. Calle, calle y más calle para demostrar dónde está la fuerza y el poder”.
Así se produjo el destape político del general que sostiene a Maduro
Pero más allá de esto, el general Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, lanzó un mensaje desafiante “a los que pretenden ser presidentes en Venezuela por la fuerza, no van a poder pasar por la conciencia de los hombres y mujeres de las FANB (Fuerza Armada) por la vía de la fuerza, no lo van a poder lograr, van a tener que pasar por estos cadáveres, por estos cadáveres pues”.
Promesas y control
Por su parte Nicolás Maduro viene trabajando en una agenda de disuasión y promesas. Pasó de negar que en Venezuela hubiera una crisis humanitaria a justificar su existencia diciendo que es consecuencia de las sanciones internacionales. En este contexto aseguró que ya está recibiendo verdadera ayuda humanitaria de sus aliados China, Rusia y Cuba, que se ha pagado “con nuestro dinero, porque no somos mendigos de nadie”.
Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, lanzó un mensaje desafiante “a los que pretenden ser presidentes en Venezuela por la fuerza, no van a poder pasar por la conciencia de los hombres y mujeres de la FANB (…), van a tener que pasar por estos cadáveres”
En su intento por enfriar la calle y calmar el descontento, decretó que los carnavales comienzan el viernes 28 de febrero y se extenderán hasta el martes 5 de marzo “para extender la felicidad social”.
Aunque ha tratado de recomponer el reparto de bolsas de comida de los CLAP, que le rindieron un rédito importante desde 2016, no tiene los recursos suficientes para lograrlo.
Es por ello que, en paralelo, el PSUV arreció en la activación de la llamada Red de Articulación y Acción Sociopolítica (RAAS), que es un brazo de control del partido en las comunidades, que levanta censos constantes sobre, por ejemplo, la participación de los vecinos en actos del Gobierno, lo que sirve para medir la lealtad al proceso, y les garantiza que puedan beneficiarse de los programas sociales (misiones, becas y bonos) y de las bolsas de alimentos que reparten los CLAP.
Por esta vía se ha intensificado el seguimiento a las comunidades para que firmen la proclama “contra el injerencismo” de Estados Unidos que Maduro dice que le enviará a Donald Trump para que respete a Venezuela. Pero la falta de recursos para honrar el compromiso de entrega de beneficios a cambio de la lealtad le resta efectividad al mecanismo. No obstante, las RAAS ahora sirven de informantes a las FAES para neutralizar a quienes manifiestan contra Maduro, tal como lo ha denunciado el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).