Daniel Gómez (ALN).- Por tierra, mar y aire. En coche, lancha y avión. La fiscal general destituida por la Constituyente huyó hace dos semanas de Venezuela como si de una película de acción se tratara. Por el momento, vive bajo la protección del Estado colombiano en Bogotá. Es la base desde donde emprende la “cruzada” para denunciar la corrupción en el gobierno de Maduro. En estos 15 días, ya se ha reunido con altas personalidades de Colombia, Panamá, Brasil, Costa Rica y México.
Luisa Ortega Díaz, la fiscal general de Venezuela defenestrada por la Asamblea Nacional Constituyente, huyó del país hace dos semanas porque quisieron matarla. “El gobierno de Nicolás Maduro contrató sicarios para acabar con mi vida”, aseguró este lunes en Costa Rica, una de las naciones que visitó para denunciar la ruptura del hilo constitucional en Venezuela, así como la corrupción que planea sobre incontables funcionarios del chavismo. Es la particular “cruzada” de Ortega Díaz. En apenas 15 días ha recorrido 23.210 kilómetros, casi dos veces el diámetro de la tierra (12.742 kilómetros).
El periplo de la fiscal comenzó como una película de acción. Necesitó de un coche y una lancha para salir de Venezuela. Llegó a la isla de Aruba y de ahí subió a un avión para aterrizar en la capital de Colombia, Bogotá. Bajo la protección del gobierno de Juan Manuel Santos, Ortega Díaz ha iniciado una gira en la que ya ha mantenido reuniones con altas personalidades de Colombia, Panamá, Brasil, Costa Rica y México. Y lo que queda.
El periplo de Luisa Ortega Díaz
Huida a Colombia. Jueves 18 de agosto. Ortega Díaz escapa de Venezuela con destino Bogotá. No siguió la ruta tradicional porque tenía que esquivar a las autoridades venezolanas. De Caracas fue en coche hasta la Península de Guaraná, zona costera al noroeste del país. Allí se subió en lancha rápida para arribar a Aruba, una isla caribeña bajo el amparo de Países Bajos, perteneciente al archipiélago de las Antillas Menores. Fueron los primeros 410 kilómetros del periplo de la fiscal. En Aruba pasó una noche para ya el viernes, esta vez en avión, viajar destino Bogotá, Colombia, donde ha establecido su residencia momentánea. Por lo que se suman 980 kilómetros más al contador de Ortega Díaz.
De inmediato, Luisa Ortega Díaz recibió la protección del Gobierno de Colombia. De hecho, el presidente Juan Manuel Santos le ofreció asilo político en el país, un asunto que la fiscal sigue sin decidir. Tras la huida de Venezuela, Ortega Díaz desapareció del aparato mediático. Estaba descansando para emprender lo que ella denominó “cruzada” contra el régimen de Maduro. Volvió a escena el martes.
Luisa Ortega Díaz necesitó de un coche y una lancha para escapar de Venezuela
Sin embargo, el lunes participó vía Skype en la Cumbre de Procuradores y Fiscales Generales de América Latina en México. En un audio grabado la fiscal destituida dijo que tenían “el detalle de toda la cooperación, montos y personajes que se enriquecieron y esa investigación involucra al señor Nicolás Maduro”. Ortega Díaz se preparaba para decir todo aquello en la reunión de fiscales del Mercado Común del Sur (Mercosur) que se celebraba el miércoles 23 de agosto en Brasilia, capital de Brasil.
Un alto en Panamá. De Bogotá tomó un avión con destino Panamá. Pero no era una simple escala. En el Aeropuerto de Tocumen fue recibida por funcionarios de Presidencia. No transcendió nada de esa reunión, ni siquiera si se reunió con el jefe de Estado y presidente, Juan Carlos Varela. En este punto, Ortega Díaz suma 770 kilómetros al contador.
Reunión de fiscales de Mercosur. El alto en Panamá fue breve. Ese mismo martes tomó un avión desde Ciudad de Panamá para arribar en Brasilia. 4.420 kilómetros más al viaje. Tras la reunión de fiscales de Mercosur del miércoles, Ortega Díaz concedió una rueda de prensa en la que empezó a tirar de la manta que ocultaba la corrupción del régimen. No especificó vínculos, pero afirmó tener pruebas que comprometen a Maduro con el caso Odebrecht -un escándalo de corrupción que afecta a 10 países de América Latina- en Venezuela.
Lo poco que precisó la fiscal fue que Maduro sería dueño de una empresa mexicana contratada por el Estado venezolano para la distribución de alimentos, y que a Diosdado Cabello, número dos del régimen, le “depositaron 100 millones de dólares (85 millones de euros) en una empresa española” gestionada por sus primos. Lo que se sabe hasta la fecha es que uno de estos familiares, Luis Alfredo Campos Cabello, tiene tres empresas en España.
Ortega en Costa Rica. Después de la reunión de fiscales, la agencia France Press informó que Luisa Ortega Díaz viajaría a Washington para reunirse con la diplomacia de Estados Unidos. Eso de momento no ha ocurrido. La fiscal tomó un avión de Brasilia a Bogotá y descansó en Colombia hasta el lunes, 28 de agosto, sumando 3.680 kilómetros al mapa. Después viajó a Costa Rica, donde le esperaban funcionarios de la Cancillería. En la capital, San José, se reunió su homónimo, el fiscal general, Jorge Chavarría, para informar de la ruptura del hilo constitucional en Venezuela, denunciar la situación de crisis social, migratoria y de escasez, así como la corrupción dentro del régimen. Misma agenda que mantuvo con el brasileño Roberto Caldas, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), cuya sede se halla en la capital costarricense. Allí también dijo que la querían matar. “El gobierno de Nicolás Maduro contrató sicarios para acabar con mi vida”, enunció en una rueda de prensa.
Vuelta a Brasilia. De Costa Rica regresó a Colombia. En ese viaje de ida y vuelta sumó 2.420 kilómetros más al contador. Detuvo por un día la “cruzada” y la reanudó el miércoles 30 de agosto para asistir a una nueva cumbre de fiscales de Mercosur. Otros 3.680 más en el vuelo Bogotá-Brasilia. Como la vez anterior, estaba previsto una nueva comparecencia para ofrecer datos sobre el caso Odebrecht en Venezuela. Pero no ocurrió así.
Más denuncias en México. Sin pasar por Bogotá, Luisa Ortega Díaz tomó un avión desde Brasil con destino Ciudad de México. Llegó el jueves. Es el último recorrido hecho por la fiscal: otros 6.850 kilómetros que suman un total de 23.210. En México siguió el mismo proceder que en las anteriores ocasiones. Fue recibida en el aeropuerto por miembros de la Cancillería mexicana. Luego tuvo un encuentro con el procurador general, Raúl Cervantes Andrade. Tal como comunicaron desde el Gobierno, ambos coordinaron acciones para la lucha contra la corrupción. Hasta el momento, es una incógnita si Ortega Díaz pidió información sobre la empresa mexicana de Nicolás Maduro con la que distribuye las bolsas de alimentos en Venezuela, las famosas CLAP.
Mientras tanto en Venezuela
La huida de Ortega Díaz de Venezuela también ha tenido una respuesta en el régimen. Cuando el presidente Santos reconoció dar protección a la fiscal en Colombia, Maduro salió a escena para anunciar que pediría a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) su captura. “Venezuela va a solicitar ante la Interpol un código rojo a estas personas involucradas en delitos graves”, dijo también en alusión a su marido, Germán Ferrer.
En ese acto, celebrado el martes 22 de agosto, mismo día en el que Ortega Díaz viajó rumbo a Brasilia para la cumbre de fiscales de Mercosur, Maduro cargó contra Colombia y Brasil por acoger a la jueza: “Andas con la oligarquía colombiana, con los golpistas brasileños. Dime con quien andas y te diré quién eres”.
Estas no son las únicas recriminaciones del régimen. Cuando Ortega Díaz acusó de corrupción a Cabello, éste le contestó así en su programa de televisión: “¿Por qué no investigaste cuando eras fiscal, mi reina? Pareciera que está loca”.
Las declaraciones de Cabello van en línea con las vertidas por el fiscal general designado por la Constituyente, Tarek William Saab, quien ofreció una rueda de prensa para hablar de la corrupción reconocida por la estatal petrolera y primera industria del país, Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“Yo responsabilizo y acuso de manera directa a la extitular del Ministerio Público [Luisa Ortega Díaz] de esa negligencia permisiva, y voy al grano para decirlo, en el presunto desfalco de la nación en contrataciones de PDVSA realizadas por la directiva de la Faja Petrolífera del Orinoco en el periodo comprendido entre los años 2010 y 2016”, dijo el fiscal este jueves. Según Tarek William Saab, Ortega Díaz sería responsable de “omisión cómplice” tras el presunto desfalco de al menos 200 millones dólares (168 millones de euros) en contrataciones irregulares por parte de PDVSA.
En la lista de cronistas de la “cruzada” de Ortega Díaz también figura Jorge Arreaza. El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela comentó en Twitter la visita de la fiscal a Costa Rica. Arreaza llegó a decir que “el Gobierno de Costa Rica opta por arrodillarse ante políticas de Washington, agrediendo la democracia venezolana y sus legítimas instituciones”. Asimismo, señaló que “lamenta la arrogancia” de la cancillería de Costa Rica, “que parece imitar la conducta supremacista de sus jefes del Norte”, sentenció.