Alonso Moleiro (ALN).- La cuenta del secretario general de la OEA palpita a la velocidad de la situación que se vive en la nación suramericana. El funcionario saca a escena el lienzo legal de la Carta Democrática, para mantenerlo fresco a la vista de todos, y no deja de reiterar su compromiso con la libertad. El grueso de los tópicos que ocupan la atención del secretario general de la OEA, Luis Almagro, en su cuenta personal de Twitter, están atados al ramillete de la crisis venezolana. Difícil que, en los actuales momentos, sea de otra manera. Luego de haber salido de la vergonzante zona de la tibieza de los años de José Miguel Insulza, el progresivo autoritarismo electoral venezolano se ha encontrado ahora, en la OEA, con un tenaz Almagro, punta de lanza de un entorno internacional cada vez más crítico y disgustado, ante una circunstancia particularmente dramática y decisiva.
Cuando Almagro entra en la “zona venezolana”, su cuenta entra en el ámbito noticioso y en la franja de los insultos potenciales. Cuando sale de ella, parece adquirir los telegrafiados modales de la diplomacia. Luego de haber sido, según las malas lenguas, conocidos y buenos amigos en el ámbito diplomático latinoamericano, militando en gobiernos aliados, antes de que ambos arribaran a sus respectivas investiduras, el uruguayo Almagro enfila ahora sus baterías, de manera especial y consecuente, en contra del excanciller venezolano Nicolás Maduro, devenido presidente de Venezuela luego de la muerte de Hugo Chávez.
Habla de un canal humanitario, de la convocatoria a elecciones
La intensidad de los tuits de Almagro denunciando la situación venezolana se hace cada vez más elocuente, en la misma medida que la democracia en este país emite signos de agonía, y tiene que intercalar declaraciones con los insultos de la dirigencia del partido de gobierno, PSUV. El puntillazo, en el marco del planteamiento de una crisis humanitaria por la escasez de medicinas, ha sido la disposición del Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo, en la cual se ultimaban los toques para asumir la legislación, anulando la Asamblea Nacional, y disolver la inmunidad parlamentaria.
Almagro no solo comenta: ventila y alienta, a través de retuits a televisoras y páginas informativas, lo más protuberante del caso Venezuela. Todo lo que abone en contra de Maduro parece bueno. El régimen político venezolano ya queda severamente enjuiciado, en el aspecto ético y político, a partir de lo que plantea su propio informe, presentado ante el Consejo General de la OEA, que ha irritado especialmente al gobierno de Venezuela.
Tuits y retuits
No esconde Almagro haber asumido un compromiso personal con el asunto y se le ve en campaña. Particularmente los excesos represivos de la Policía Bolivariana y la Guardia Nacional de estos días. El pasado 13 de abril, Almagro hizo retuit a este pronunciamiento de la Cancillería argentina:
https://twitter.com/CancilleriaARG/status/852625676918296580
El retuit llega también de CNN en Español, el mismo día, reproduciendo sus propias declaraciones en el popular programa de Fernando del Rincón:
https://twitter.com/fdelrinconCNNE/status/852349496558309380
Y el mismo 13 de abril había retuiteado lo siguiente:
Y de un día antes, 12 de abril, es éste:
https://twitter.com/Almagro_OEA2015/status/852271904706748416
Para Infobae, son estas declaraciones, retuiteadas por él mismo:
Por lo demás, claro que Luis Almagro tiene otros temas de los cuales ocuparse. El 10 de abril asistió a un encuentro sobre la digitalización de los procesos judiciales en el hemisferio. El 9 de abril se pronunciaba, al condenar los atentados islamistas en Egipto. Sus reflexiones en inglés en torno a la legalidad y la democracia fueron reproducidas en la Syracuse University Maxwell School poco antes. El 5 de abril quedaba nombrado el nuevo embajador de Buena Voluntad para los Derechos de los Afrodescendientes.
La velocidad de su cuenta, sin embargo, la mide el vértigo de los hechos que se precipitan en el país suramericano, cuya crisis probablemente se esté llevando a la almohada: manifestaciones reprimidas; filas de gente aguardando por comida; conversaciones con el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges; o con la esposa del dirigente político Leopoldo López, hoy preso, Lilian Tintori.
Habla de un canal humanitario, de la convocatoria a elecciones, de legitimidad política, de libertades públicas y de derechos humanos. De la importancia de que todos en la región, pueblos y gobiernos, hayamos comprendido, finalmente, el verdadero significado de la Democracia.