EFE).- Los socialistas ganarán probablemente las elecciones de la región española de Cataluña del domingo próximo, pero lejos de la mayoría absoluta, según muestran los sondeos, y no es seguro que accedan al poder, mientras falta por saber si los partidos independentistas sumarían diputados suficientes para gobernar.
Así pues, lo más seguro es que el próximo presidente catalán -ya sea el socialista Salvador Illa o algún líder independentista, incluido el expresidente regional Carles Puigdemont- necesite pactar con otras fuerzas políticas, pero las negociaciones se presentan difíciles.
Este último sigue huido de la Justicia española por su responsabilidad en el proceso soberanista ilegal de 2017, y su regreso a España dependería de que entrase en vigor la ley de amnistía que tramita el Parlamento español.
Varias encuestas publicadas este lunes otorgan claramente la victoria a los socialistas de Illa, con unos 40 diputados, incluso más, de un Parlamento catalán de 135 asientos.
A continuación se situarían el partido Junts (centroderecha) de Puigdemont y ERC (izquierda) de Pere Aragonés, el actual presidente independentista de Cataluña, con atribuciones de escaños que varían según el medio.
Negociar entre ellos
Los partidos independentistas tendrían que negociar entre ellos, aunque cada vez se manifiestan más desconfianza, e incluso contar con algún otro partido para sumar una mayoría de gobierno.
Por ahora, un 39,7 por ciento de los electores catalanes aún no tiene decidido a quién votar, según el sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas.
El candidato socialista Illa dijo este lunes que ve «posible» liderar un gobierno regional catalán en solitario o también en coalición con los independentistas de ERC y Comuns Sumar (izquierda).
En cualquier caso, Illa tendrá que sortear las exigencias de los independentistas catalanes para recabar su apoyo, pues lo consideran un representante en Cataluña de los intereses del Gobierno español del socialista Pedro Sánchez, y no renuncian a un referéndum de «autodeterminación».
Aragonés (ERC) replicó hoy que ve a Illa «desorientado» a la hora de hablar de pactos postelectorales: «Nosotros no vamos a entrar en este juego de dónde está la bolita», dijo.
«En ningún caso»
Illa también reafirmó este lunes que «en ningún caso» contempla la posibilidad de «dar apoyo a la investidura» de Puigdemont como presidente catalán porque sus planteamientos políticos están «en las antípodas» del proyecto socialista.
De la formación del nuevo gobierno catalán, algo que se vislumbra complicado, puede depender también la estabilidad del Ejecutivo español de Sánchez.
El líder socialista español tuvo que negociar el apoyo de los diputados de ERC y Junts en el Parlamento nacional para ser reelegido presidente del Gobierno tras las elecciones generales de julio de 2023, y su partido promovió una ley de amnistía para los condenados, procesados e investigados por el proceso independentista ilegal catalán.
Sánchez sigue necesitando los votos de esos dos partidos independentistas para poder sacar adelante las leyes dada su debilidad parlamentaria.
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