María Rodríguez (ALN).- La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, afirma que la región se enfrenta a la brecha de la productividad, a la transición demográfica y a una mayor integración. Señala que “el éxito de la comunidad” está en que “Iberoamérica nace en la sociedad”, al margen de signos políticos.
Para Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana (SEGIB), la región se enfrenta a seis desafíos tras los avances logrados en las 25 Cumbres Iberoamericanas celebradas desde 1991. Se trata del reto social, el económico, el de la financiación, el político-institucional, el ambiental y el de la integración, “que engloba a todos los anteriores”, precisó. Grynspan hizo dicha enumeración este martes en una conferencia celebrada en la Casa de América de Madrid, dentro de los actos conmemorativos de los también 25 años de la inauguración de la institución.
El primer reto es el social, que está vinculado a la transición demográfica que vive la región. “La sociedad iberoamericana nunca volverá a ser tan joven”, afirmó Grynspan. Instó a aprovechar el llamado “bono demográfico” para el futuro y también anticiparse a las necesidades de una sociedad “que envejece”.
Tras este desafío está el segundo reto, el económico. “La brecha de productividad con las economías más avanzadas se ha duplicado” en los últimos años, apuntó la secretaria. En este sentido, ve necesario potenciar las inversiones en infraestructuras y logística, y optimizar procesos y regulaciones. Como muestra, ofreció un dato: la región invierte menos del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) en Investigación y Desarrollo e Innovación (I+D+i).
Según Grynspan, la carga fiscal en América Latina “no es lo suficientemente redistributiva” y en algunos casos “es empobrecedora”
El tercer reto es el financiero. Pues para aumentar esta partida, es necesario saber cómo financiarla. Y aquí también hay un escollo. Según Grynspan, la carga fiscal en América Latina es inferior en 11 puntos a la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero, sobre todo, “no es lo suficientemente redistributiva”, declaró y apuntó que incluso en algunos países es empobrecedora. Es decir, que “la carga impositiva hace que familias caigan por debajo del umbral de la pobreza”.
El cuarto reto es el político-institucional. La secretaria iberoamericana lo vinculó a la necesidad de convivencia ciudadana y a la seguridad. Afirmó que en la región ocurre un tercio de los homicidios a nivel global cuando solo supone el 9% de la población mundial.
La SEGIB trabaja en un campus y un canal de televisión iberoamericanos y en proyectos de “innovación ciudadana”
El desafío ambiental es el quinto reto. Está en lograr que la región sea una potencia en biodiversidad. Tal como apuntó Grynspan, “América Latina tiene la oportunidad de liderar la agenda de la biodiversidad”.
Por último, la secretaria citó como sexto reto el de la integración. Según ha afirmado en muchas de sus conferencias, su generación “falló en la integración regional”, pero instó a trabajarla y mejorar cifras como ésta: “Solo el 15% del comercio en Latinoamérica es intrarregional”. Asimismo, ve esta cooperación como un elemento de “expresión económica para encarar la nueva geopolítica mundial”.
Razones del “éxito de la región”
La secretaria general, en el cargo desde 2014, destacó en el acto en Casa de América que “Iberoamérica nace en la sociedad” y que “se sustenta en una realidad al margen de los gobiernos”. Grynspan consideró este hecho una razón del éxito de la región, al que sumó que la comunidad esté al margen de signos políticos y que tenga capacidad de adaptación: de cumbre a conferencia, primero, y después de conferencia a comunidad.
Asimismo, Grynspan señaló las tres iniciativas en las que está trabajando la Secretaría. En primer lugar, mencionó el Campus Iberoamericano, que se está desarrollando a semejanza del programa Erasmus del viejo continente. En segundo lugar, la ejecutiva subrayó el canal iberoamericano, “la primera emisora de televisión pública de la región”, según precisó, y que lleva operativa desde diciembre de 2015. De tercero y último, constató la importancia de los proyectos de “innovación ciudadana”, ejecutados a través de “laboratorios” que imparte la SEGIB.