(EFE).- Los llamados ríos atmosféricos llegan con más frecuencia la Ártico en invierno lo que dificulta y ralentiza la recuperación del hielo marino y son responsables de un terció de la disminución de ese tipo de hielo durante esa estación.
Un equipo dirigido por científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU) publica en Nature Climate Change que cada vez son más las potentes las tormentas llamadas ríos atmosféricos que llegan al Ártico en invierno.
Los ríos atmosféricos transportan grandes cantidades de vapor de agua en estrechos sistemas de tormentas en forma de cinta que pueden extenderse a lo largo de miles de kilómetros y producir precipitaciones extremas e inundaciones cuando tocan tierra. Estas tormentas afectan regularmente a regiones costeras de latitudes medias como California.
Con observaciones por satélite y simulaciones de modelos climáticos, los científicos descubrieron que estas tormentas llegan cada vez más al Ártico -en particular a los mares de Barents y de Kara, frente a las costas septentrionales de Noruega y Rusia- durante la estación invernal de crecimiento del hielo.
«Solemos pensar que el declive del hielo marino ártico es un proceso gradual debido a forzamientos graduales como el calentamiento global», dijo Ruby Leung, coautora del estudio del Pacific Northwest National Laboratory (EE.UU).
Sin embargo, consideró que la importancia de esta investigación radica en que se descubre que “la disminución del hielo marino se debe a fenómenos meteorológicos extremos episódicos, los ríos atmosféricos, que se han producido con más frecuencia en las últimas décadas debido en parte al calentamiento global».
La humedad cálida transportada por estas tormentas aumenta la radiación descendente de onda larga, o calor emitido a la Tierra desde la atmósfera, y produce lluvia, dos factores que pueden derretir la delgada y frágil capa de hielo que vuelve a crecer durante los meses de invierno.
Utilizando imágenes de teledetección por satélite, los científicos observaron el retroceso del hielo marino casi inmediatamente después de las tormentas de ríos atmosféricos y vieron que persistía hasta diez.
Según los científicos, debido a este deshielo y a que las tormentas son cada vez más frecuentes, los ríos atmosféricos están ralentizando la recuperación estacional del hielo marino en el Ártico.
La pérdida de hielo marino en el Ártico tiene amplias implicaciones y los autores citan que la apertura de las aguas puede permitir nuevas rutas marítimas más directas, pero también suscitar inquietudes geopolíticas entre los países.
Además, el deshielo del agua dulce en el océano salado puede afectar a los patrones de circulación oceánica que estabilizan las temperaturas globales.
La investigación constata que el Ártico es un sistema abierto y que el cambio climático “es mucho más complicado de lo que el cambio de temperatura puede explicar por sí solo», destacó el también firmante Laifang Li de la Universidad Penn State (EE-UU).
Los expertos también descubrieron que un importante modo de variabilidad climática natural -la llamada Oscilación Interdecenal del Pacífico- contribuye a los cambios fluviales atmosféricos.
«Este estudio, junto con otros trabajos que constataron la presencia de ríos atmosféricos en los trópicos, pone de relieve que los ríos atmosféricos representan un fenómeno global», afirmó Bin Guan del mismo equipo