Daniel Gómez (ALN).- El grupo inmobiliario Barnes lleva un año y medio operando en España. Con oficinas en Madrid, Barcelona y Sotogrande (Andalucía), son una de las firmas más reconocidas en el mercado de lujo nacional. En este tiempo algo les ha llamado la atención. Lo cuenta al diario ALnavío Anna Molgó, directora de Barnes Madrid. Y ese algo es el gusto de las fortunas latinoamericanas por Madrid, en concreto por ese barrio de escritores, médicos y álamos que se llama Recoletos.
La inmobiliaria de lujo Barnes, un grupo francés con dos décadas de historia y que cuenta con más de 80 oficinas en ciudades como París, Londres y Miami, lleva un año y medio en Madrid. Su oficina se ubica en la calle Villanueva, a escasos metros del parque de El Retiro.
En este tiempo, a los ejecutivos de Barnes algo les ha llamado la atención. Lo cuenta en una entrevista con el diario ALnavío Anna Molgó, directora de Barnes Madrid. Y ese algo es como los ricos de Venezuela, México y Colombia demuestran estar enamorados de ese barrio de burgueses, escritores, médicos y álamos que se llama Recoletos.
“Venezolanos y mexicanos buscan el Distrito de Salamanca, no todo el barrio, sino la zona que sería Recoletos. Les interesan apartamentos de entre 150 y 200 metros cuadrados, mayoritariamente reformados, y cuentan con un presupuesto que parte del millón y medio de euros hacia arriba. Sobre los dos millones tenemos la mayor demanda”, dice la directora de Barnes Madrid.
Luego están los colombianos. “Este comprador es diferente a los otros dos. Posee un presupuesto algo menor. Entre 500.000 y 800.000 euros. Además, se decanta por comprar un pied à-terre”.
No buscan vivienda vacacional
La traducción más literal de este último término sería pie a tierra. En jerga inmobiliaria pied à-terre se refiere a aquellos pequeños apartamentos que se ubican en las grandes ciudades y que usualmente la gente rica usa como segunda vivienda. Esto es lo que ocurre con el comprador latinoamericano en Madrid.
Por otro lado, un estudio de Barnes publicado en noviembre de 2017 indica que, en España, y en concreto en la capital, la vivienda de lujo es tomada como una oportunidad de inversión. Así lo contempla el 45% de los compradores, según el estudio.
El caso latinoamericano dice la directora Barnes Madrid que es distinto. “Es cierto, la vivienda de lujo no deja de ser una inversión. Pero el mercado de América Latina es de otro tipo, compran en Madrid porque es un lugar que muchos empresarios habitan por un tiempo cada vez que vienen a Europa. Muchos de ellos van y vienen de Miami y tienen negocios en Madrid o en otras zonas del continente”.
Luego están los encantos de la ciudad. “Otros tantos –hablando de los latinoamericanos- se quedan aquí porque les gustan los restaurantes, la zona, les gusta vivir aquí”.
Los planes de Barnes
El grupo Barnes, que cerró 2017 con 150.000 compradores, 46.000 propiedades en cartera, 85 oficinas en todo el mundo y una plantilla global de hasta 700 consultores, tiene intenciones de seguir creciendo. Y lo hará resistiéndose a las tecnologías.
Aunque no tanto en el de lujo, la tendencia en el negocio inmobiliario es la de gestionar las operaciones a través de internet. Molgó no duda que las nuevas herramientas digitales han supuesto ventajas en el sector, que los escáneres de tres dimensiones (renders) y las comunicaciones a través de WhatsApp han revolucionado la industria.
“Venezolanos y mexicanos cuentan con un presupuesto que parte del millón y medio de euros hacia arriba”
No obstante, la directora de Barnes Madrid, que es una veterana del negocio, insiste en que el trato personal “es básico” para lograr el éxito en el sector inmobiliario. Y lo es a todos los niveles. “Tanto si el del comprador es de 3.000 euros o de 3 millones”, señala.
Molgó, quien desde el primer momento ha estado al frente de la franquicia en España, dice que los planes de expansión de Barnes tienen dos vertientes. En primer lugar, global. En ese caso señala que la idea es expandirse hacia Norteamérica. “Tenemos mucho potencial allí”.
Luego está la expansión por España. Esta última operación es la que más incumbe a Molgó. Además de en Madrid, la inmobiliaria está posicionada en Sotogrande (Andalucía), y también en Barcelona, donde comenzó la aventura de esta franquicia. “Para 2018 el plan es penetrar en Valencia, Canarias, Andorra y Baleares. Ya tenemos alguna cosilla, pero queremos implantar algo más grande”.
El otro reto de Barnes, aparte de la expansión, es afianzarse como una de las primeras marcas del mercado español. “La experiencia hasta el momento es muy buena. Todavía nos queda por hacer, llevamos año y medio y aún tenemos que consolidarnos. Pero lo bueno es que Barnes es una marca de lujo, muy posicionada a nivel internacional, lo cual es muy importante en este negocio”, concluye Molgó.