Daniel Gómez (ALN).- En el campo cualquier lluvia o sequía puede dar al traste con la cosecha de todo un año. Por eso el grupo agropecuario Los Grobo invierte en tecnología. “Nunca correríamos una carrera contra la naturaleza. Tratamos más bien de entenderla para mitigar los efectos negativos de sus ciclos en nuestro negocio”, dice a ALnavío el CEO de la firma, Jorge Arpi.
En Argentina están Los Grobo, uno de los grupos agropecuarios más potentes de Latinoamérica. Al año producen 300.000 toneladas de soja, 100.000 de trigo, 100.000 de maíz y por lo menos, otras 10.000 de girasol. Un imperio teñido en verde que factura 1.000 millones de dólares por ejercicio.
El ingeniero Gustavo Grobocopatel fundó la empresa en 1984. Tres décadas después sigue al mando como presidente. Junto a él, y desde hace cuatro meses, está Jorge Arpi, director general (CEO) de Los Grobo.
Arpi, argentino de 56 años, es contador público nacional, tiene una maestría en negocios por la Universidad de Deusto, España, así como experiencia en sectores como el agrícola, los alimentos y la electrónica.
Debía ser así. Los Grobo es más que una agropecuaria. Es una empresa de referencia en lo que se conoce como Revolución Verde, la cual busca un cambio de paradigma en el mundo agrícola. Sólo hay que ver cómo en sus tierras, que son arrendadas, los drones vigilan los cultivos y las pantallas monitorizan los riesgos.
Sobre la continua apuesta por la tecnología, los planes de negocio, la expansión hacia Asia y la actualidad en Argentina el nuevo CEO, Jorge Arpi, responde al diario ALnavío.
– Usted lleva poco en la empresa, ¿cuáles son sus retos como CEO?
– Mi desafío personal es integrarme rápido y naturalmente a los equipos y contribuir con mi experiencia y vocación a que la compañía esté siempre a la altura de los retos que enfrenta. Mi primera obligación es armar un equipo que genere resultados, que luego me trascienda y que asegure la continuidad de una historia de éxito de más de tres décadas. En otras palabras, liderar un proceso que dé respuestas a los desafíos de corto plazo y luego prepare a la organización para el futuro.
– ¿Cuáles son las perspectivas para 2018?
– Vamos a iniciar el año con la formulación de un plan de mediano plazo que nos permita alinear a toda la organización con objetivos comerciales, administrativos, tecnológicos y financieros claros y consensuados. Nos vemos cada vez más integrados a los productores en la búsqueda de respuestas a los constantes desafíos del negocio y esperamos trabajar cada vez más en potenciar nuestro recurso más valioso, que es nuestra gente. Somos una empresa de personas que logramos objetivos trabajando en equipo y con una cultura basada en innovación, calidad y servicio.
– Los Grobo no sólo producen grano, también ofrecen asistencia técnica y financiera, agroinsumos… ¿Dónde hay más oportunidades, en el área de cultivo o en la de servicios?
– Los Grobo en realidad es parte de un gran ecosistema de producción, en el que nuestro rol es asociarnos con productores para potenciar tanto el ciclo productivo como el comercial. El aporte de la tecnología se da indistintamente en ambos casos.
– ¿Por qué tecnologías apuestan en este momento?
– Desde el punto de vista productivo, la expansión de las prácticas globalmente llamadas Agricultura de Precisión y Manejo de Ambientes, junto con la búsqueda de rotaciones óptimas para cada caso específico. Desde el punto de vista comercial, la optimización en la integración de los distintos sistemas y particularmente en logística, teniendo en cuenta que somos proveedores de soluciones y servicios para los agricultores.
– En su negocio la mano de Dios también es importante. ¿Ve a Los Grobo ganando esa carrera a la naturaleza?
– Como concepto general, una adecuada comprensión y luego administración del riesgo es básica en el negocio del agro. Nosotros encontramos una primera fuente de reducción del riesgo climático en la dispersión espacial de nuestros negocios, en la diversidad de nuestras fuentes de ingresos, en la aproximación conceptual de nuestras relaciones contractuales y en la cobertura selectiva por seguros. Eventos como los descritos ocurren periódicamente con diferentes niveles de expansión y severidad y para eso nos preparamos. Nosotros nunca correríamos una carrera contra la naturaleza. Tratamos más bien de entenderla, utilizarla para nuestro provecho y aprender a mitigar los efectos negativos de sus ciclos sobre nuestro negocio.
– En el diario El País de Madrid hay un artículo que dice que la sede de Los Grobo es como las de Google.
– Tuve la oportunidad de conocer Google y lo que puedo decir al respecto es que trabajamos para lograr ambientes de trabajo creativos, modernos, estimulantes y con la gente en el centro. Cada empresa tiene su cultura y trabaja dentro del mundo de sus negocios específicos y, más allá de paralelos, construye su paradigma que es único.
– ¿Está Argentina preparada para atender las demandas del moderno sector agropecuario?
– Desde mi humilde punto de vista y sin quitar importancia a las cuestiones de infraestructura y servicios, que son sin duda importantes y en las que necesitamos inversiones y mejoras, nuestro principal desafío es lograr un modelo de desarrollo que combine una integración inteligente a la economía mundial y una sustentabilidad económica de largo plazo. Si logramos éxito en esto, el resto no será una limitante.
– ¿Los Grobo son optimistas con Argentina?
– En la medida en que la sociedad apoye los cambios necesarios y que el gobierno, o los gobiernos, trabajen de manera consistente en materializarlos, el potencial de Argentina es enorme y efectivamente somos optimistas. El agro, la industria de base agrícola, la energía, la minería, servicios vinculados al conocimiento y el turismo son, entre otros sectores, una fuente enorme de oportunidades que avalan esa visión.
– Y Los Grobo, ¿son optimistas con el futuro de la empresa?
– El estado natural del empresario es el optimismo. Cuando además una compañía con trayectoria y recursos humanos valiosos se encuentra en un sector que crece y genera oportunidades, ese optimismo tiene una base sólida.
– ¿Cuál es el balance de 2017?
– El último ha sido para Argentina en general y para Los Grobo en particular un año de transición. En lo que respecta a Los Grobo, hemos implementado un plan que prepare a la empresa para afrontar, en condiciones de alta competitividad, los desafíos del futuro en el marco de una economía distinta, con costos diferentes y estímulos también diferentes. Los resultados nos están acompañando y vemos con entusiasmo el futuro.
– ¿Qué cultivo les da más rentabilidad? ¿La soja? ¿El trigo? ¿El maíz?
– No hay una respuesta única, dado que depende de una matriz dinámica de la que forman parte los precios internacionales, los costos de producción, la zona y adicionalmente el tratamiento impositivo de cada cultivo. La soja tiene todavía un nivel de retenciones a la exportación significativo, y la realidad es que una producción sustentable requiere de rotaciones que obtienen rentabilidad a través del tiempo con base en una convivencia de distintas siembras, atendiendo a los factores antes mencionados. En nuestro caso la rotación con legumbres es un proyecto al que asignamos fuerte potencial a futuro.
– Ustedes trabajan en Argentina, Uruguay y Brasil. ¿Tienen intenciones de seguir expandiéndose? ¿Ven oportunidades de producción más allá de Latinoamérica? ¿En España, por ejemplo?
– Nosotros definimos como nuestra región de incumbencia operacional a América del Sur, salvo en lo concerniente a consultoría, en el que no definimos a priori límites, sino que evaluamos las necesidades de cada proyecto para entender si estamos en posición de agregar valor.
– Asia está en el punto de mira. ¿Son realistas las oportunidades de triunfar allá?
– Dada nuestra ecuación de negocios y las necesidades actuales y futuras del mercado asiático, vemos un escenario de demanda sostenida, pero a su vez una creciente puja por la apropiación de márgenes a lo largo de la cadena, que requerirá cada vez mayor nivel de eficiencia y competitividad a los actores. Vemos un mercado dinámico, pero a su vez complejo y desafiante.
– De aquí a 10 años, ¿dónde sitúa a Los Grobo?
– Yo veo a Los Grobo como un protagonista del crecimiento del sector de agronegocios en Argentina y la región, como una empresa donde los jóvenes que ingresan al mercado quieran trabajar y donde nuestra gente, producto de su esfuerzo y talento, encuentre un lugar donde desarrollarse.