Redacción (ALN).- El domingo el izquierdista Gabriel Boric fue electo presidente de Chile. El lunes, la Bolsa de Santiago se derrumbó casi un 8% en la apertura y la cotización del dólar frente al peso chileno tuvo el mayor salto diario desde noviembre de 2008, en plena crisis financiera.
Boric tiene varios retos en el camino. Ahora, tendrá que hacer equilibrios entre la ansiedad de sus votantes, que lo han elegido para que realice reformas estructurales, y una élite conservadora que teme a la incertidumbre de los cambios futuros.
La economía estará entre las prioridades del nuevo Gobierno. También deberá solucionar los problemas de seguridad pública, la relación con un Congreso que estará empatado entre fuerzas de la derecha y la izquierda y reafirmar el proceso constituyente, que él mismo promovió en 2020 como solución al estallido social. Los miembros de la Asamblea son mayoritariamente de izquierda y de pequeñas agrupaciones progresistas, refiere El País.
Asimismo, tiene frente a él una sociedad que espera mejoras inmediatas en su economía, golpeada por la pandemia, y al mismo tiempo que dé soluciones a problemas estructurales muy antiguos.
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