(EFE).- Los republicanos del Senado de EE.UU. ofrecieron al presidente estadounidense, Joe Biden, y a su partido un trato para suspender el techo de endeudamiento y evitar que el país incurra en una suspensión de pagos de la deuda nacional el 18 de octubre.
El líder de los republicanos del Senado, Mitch McConnell, dijo en un comunicado que está dispuesto a suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre y anunció que sus senadores no bloquearán una votación con ese fin si los demócratas deciden someterla a consideración de la Cámara Alta.
Los demócratas aún no han dicho si aceptarán esa oferta y, ahora mismo, están reunidos en una sala del Senado debatiendo qué hacer.
Hasta ahora, los demócratas habían intentado suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre de 2022 con la idea de que, de esa forma, se librarían de hablar de este tema durante la campaña para las elecciones legislativas de noviembre del año próximo.
Aunque McConnell ha ofrecido suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre, sigue oponiéndose a aprobar cualquier medida a largo plazo.
Los republicanos pueden bloquear las iniciativas de los demócratas en el Senado porque, para aprobar cualquier ley, se necesitan 60 votos y actualmente esa cámara está dividida por la mitad con 50 escaños para los conservadores y 50 para los demócratas.
Los demócratas, sin embargo, tienen la mayoría porque cuentan con el voto del desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ejerce como presidenta de la Cámara Alta.
La oferta de McConnell se produjo justo antes de que el Senado de EE.UU. llevara a cabo una primera votación sobre el proyecto de ley que aprobó la semana pasada la Cámara Baja, de mayoría demócrata, para suspender el techo de endeudamiento hasta diciembre de 2022.
Los republicanos ya habían avisado que votarían en bloque para tumbar esa iniciativa.
Esta situación sobre el techo de deuda, que lleva a Estados Unidos al abismo cada pocos años, se produce porque el Gobierno gasta mucho más dinero del que obtiene a través de impuestos federales.
A diferencia de otros países, en EE.UU., el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
Estados Unidos nunca ha tenido que recurrir a la suspensión de pagos de su deuda soberana, aunque estuvo cerca en 2011 con Barack Obama en la Casa Blanca.
Entonces se desató un enorme caos en los mercados financieros, lo que llevó a que Standard & Poor’s rebajara la nota de solvencia del país.