(EFE).- El grupo de legisladores republicanos latinos de la Cámara de Representantes estadounidense dejó claro este miércoles a la Administración de Joe Biden que la gestión de la frontera sur es una de sus prioridades y debe contar con su colaboración: «Queremos cerrarla y poner orden», dijeron.
«No queremos una frontera abierta porque no le conviene a nuestra gente. Se puede cerrar la frontera, poner orden y después ocuparnos del tema de la inmigración», apuntó la diputada María Elvira Salazar, representante de Florida, en conferencia de prensa.
En este 118 Congreso surgido de las elecciones de medio mandato del pasado 8 de noviembre los conservadores ostentan el poder de la Cámara Baja y entre ellos hay 18 legisladores de origen hispano, su mayor número hasta la fecha.
Los intereses republicanos
El partido tiene en su punto de mira la gestión de la frontera con México por el tráfico ilegal de inmigrantes y drogas, que en su opinión está descontrolado.
«Hay que sellarla y volver a traer a la gente de una manera legal. Si eso no pasa es porque los demócratas no nos están ayudando. Es importante que todo el mundo sepa que el hispano quiere poner orden en la frontera», añadió Salazar.
Su grupo subrayó que esa minoría, la mayor de Estados Unidos, con el 23 % de la población del país, representa tanto el futuro del Partido Republicano como del país y comparte las preocupaciones del resto de estadounidenses.
«No hay temas hispanos. Hay temas que afectan a todo el mundo. Todos somos fruto del sueño estadounidense y estamos aquí para defenderlo», agregó Juan Ciscomani, representante de Arizona, en una comparecencia destinada a perfilar su hoja de ruta.
En esta nueva legislatura, según los republicanos hispanos, ellos aportan «un nuevo impulso y aliento» y están unidos en la búsqueda de soluciones.
Negociación
«En una era en la que comprar una docena de huevos se ha convertido en un lujo, en la que tenemos una crisis en la frontera y una inflación récord, está muy bien ver que los hispanos de nuestro país han abierto los ojos al daño que las políticas socialistas de la izquierda han causado en este gran país», recalcó Mario Díaz-Balart, representante de Florida.
Su grupo, señaló, «va a continuar siendo un factor cada vez más importante y a trabajar muy de cerca con otros para asegurarse de que Estados Unidos sigue siendo el mejor país del mundo, que la frontera es segura y que la inflación se reduce».
«Pero la democracia requiere negociación». Los días de «la dictadura» de la anterior presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, «han acabado», sostuvo el republicano en una conferencia que insistió en que la voz latina cobra fuerza y encuentra en las políticas conservadoras una verdadera alternativa a las demócratas.