María Rodríguez (ALN).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuenta con 78% de aprobación popular. “Pero en un momento determinado, esa población que apuesta por él y tiene tantas expectativas querrá ver resultados”, advierte uno de los analistas consultados por el diario ALnavío. Sobre las reformas estructurales y poco populares que necesita la economía de México todavía no se ha pronunciado el presidente de México.
Andrés Manuel López Obrador cumple 100 días al frente del Gobierno de México con la popularidad por las nubes, pero también con varias medidas polémicas a las espaldas, como la cancelación del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México. Según un estudio publicado por el diario El Financiero, López Obrador cuenta con 78% de aprobación, el mejor dato de los primeros 100 días de un presidente mexicano en 30 años.
“López Obrador está consiguiendo mantener una altísima cuota de respaldo ciudadano. Es un hombre con un enorme carisma y capacidad de tender puentes con la población. Ahora bien, hay que reconocer que eso tiene un límite temporal. Evidentemente en un momento determinado, esa población que ha apostado por él y tiene tantas expectativas querrá ver resultados”, explica al diario ALnavío Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares.
“López Obrador está consiguiendo mantener una altísima cuota de respaldo ciudadano»
En la misma línea se manifiesta David Redoli, miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). En declaraciones a este diario, Redoli destaca que López Obrador quiere transmitir que es “un presidente fuerte, que toma medidas valientes y que no le va a temblar el pulso en situaciones delicadas”. Se refiere a las medidas contra la corrupción, y en concreto al plan antirrobo de combustible. “Ahí dio un golpe en la mesa”, destaca Redoli.
Plan antirrobo de combustible
El plan antirrobo de López Obrador consiste en supervisar los tubos por donde se distribuye la gasolina, y utilizar temporalmente tanques para transportar el combustible por carretera mientras se arreglan las fugas intencionadas. En enero una de esas tomas clandestinas de combustible explotó y murieron al menos 93 personas.
El plan, aunque necesario, es impopular. Al menos en sus inicios, a finales de 2018. Ahora, y tras agilizar el transporte por carretera del combustible, se van aliviando los problemas de distribución, que ocasionaban colas en las gasolineras de hasta cuatro horas.
“La medida es acertada. Tuvo problemas a la hora de llevarla a cabo, pero como es un mago a la hora de comunicar, supo explicar muy bien a la población que este plan requería de algunos sacrificios, como el abastecimiento de combustible”, sostiene Núñez.
Lucha contra la corrupción
En cuanto a la corrupción en general, “el problema es que no se puede resolver ni en 100 días ni en un sexenio. Y López Obrador incrementó estas expectativas de forma desorbitada. Pero en México la corrupción es un problema estructural y harán falta décadas para erradicarla”, analiza Núñez.
Por lo demás López Obrador aún está “definiendo ideológicamente su proyecto, con medidas de calado mucho más social, pero hasta ahora no se ha concretado prácticamente nada. Está siendo muy declarativo, pero nada aterrizado. También es que necesita más tiempo”, insiste Redoli.
¿Y las reformas económicas?
Para ambos expertos, el gran problema sigue siendo que México necesita una serie de reformas estructurales muy profundas y poco populares, de grandes consensos nacionales y que de momento no se están abordando. “Es urgente porque las previsiones de crecimiento económico son paupérrimas, menos de 2% de crecimiento del Producto Interior Bruto a México no le sirve para nada”, critica Núñez. Redoli, por su parte, insiste en que el presidente sigue en el campo “declarativo”, sin concretar prácticamente nada, tampoco desde el punto de vista económico.
Por qué el plan de López Obrador no resolverá los problemas de Pemex
Aquí entra el plan para Pemex, la petrolera estatal mexicana. El presidente amplió el presupuesto en 5.538 millones de dólares. Si bien estas dotaciones, según un informe de BBVA Research, “servirán de ayuda por un tiempo”, no atajan las dos crisis de la petrolera: el excesivo endeudamiento y la baja producción. O las resuelve, o López Obrador tendrá “un reto importante” en 2020. A partir de ese año deberá hacer frente a elevados vencimientos de deuda.
Cancelación del nuevo aeropuerto
Una medida realmente polémica de López Obrador fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. Dijo no al proyecto. Un proyecto cuyo principal contratista era el magnate Carlos Slim. Lo canceló nada más llegar al gobierno. Y en su lugar, impulsó la iniciativa que llevaba promocionando desde la campaña: que para aliviar el tráfico aéreo en Ciudad de México se modernizaba la terminal Benito Juárez y se reacondicionaba el aeródromo militar de Santa Lucía.
Para Núñez, esta decisión fue “un gran error” de López Obrador y “no ha facilitado el tema de la seguridad jurídica en el país, que traería más capitales extranjeros y es una de las claves por las que México podría crecer a mayor velocidad”, destaca.
La F1 en vilo
Lo que pasó con el aeropuerto recuerda a lo que está pasando ahora con el Gran Premio de México. El presidente reitera que su gobierno no financiará la carrera, la cual corre el riesgo de desaparecer del calendario en 2020. Retiraron el presupuesto y ahora falta financiación. “Estamos tratando de encontrar un camino que funcione para los dos”, dijo este lunes el presidente de la F1, Chase Carrey. Si finalmente se cancela el gran premio, López Obrador echará por tierra uno de los grandes éxitos de Slim. El magnate es el principal responsable de que la F1 corra en México.
Ahora el duelo Slim-López Obrador se libra en la Fórmula 1
¿Y Venezuela?
El presidente de México se ofreció como intermediador para la crisis venezolana, pero con una condición: que oposición y régimen se sienten a hablar por voluntad propia. “Si se logra este diálogo, nosotros vamos a ayudar para que se lleve a cabo y se exploren todas las salidas a la crisis en Venezuela”, dijo López Obrador. Por eso no aceptó la propuesta de España para que participe en el diálogo que quiere promover la Unión Europea.
Para Redoli, la postura de López Obrador frente a la cruzada contra Nicolás Maduro puede favorecer a López Obrador por dos motivos. Uno, porque aún no se sabe cuál será el desenlace. Y dos, “porque si México secunda sin matices la posición de Donald Trump, parecería un caniche de EEUU, su país adversario en el continente americano”, concluye el experto.