Nelson Rivera (ALN).- De Mariano Rajoy a Juan Manuel Santos, de Mauricio Macri a Tabaré Vásquez: los presidentes hablaron de Leopoldo López. Rajoy fue el primero en hacerlo, en un tono afectivo. El abordaje de Santos fue más allá y refleja una pauta que se reprodujo en buena parte de América Latina: la de aprovechar el traslado de López a su domicilio -casa por cárcel- para increpar a Maduro a dejar la Constituyente como requisito ‘sine qua non’ para darle paso a una nueva fase de diálogo.
El primero de todos fue el presidente de España, Mariano Rajoy, quien a las 6:03 am del sábado 8 de julio, hora de España -es decir, las 12:03 am, hora de Venezuela- puso a circular un tuit en el que destacaba el beneficio familiar de la decisión:
Feliz de que @leopoldolopez haya vuelto a casa con @liliantintori y sus hijos. Me alegro también por sus padres. MR
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 8 de julio de 2017
Este primer enfoque, de carácter afectivo, sería el menos predominante en las expresiones que se producirían a continuación. En Venezuela muchos se sintieron sorprendidos por la rapidez con que Rajoy informó al mundo.
El enfoque del comentario hecho por del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter -por cierto, una cuenta muy activa y salpicada de los más diversos temas-, fue de un arco mucho más amplio:
Buena noticia que @leopoldolopez esté de nuevo con su familia. Insistimos en que Venezuela debe perseverar en el diálogo y solución pacífica
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 8 de julio de 2017
De lo familiar, Santos saltó a la problemática del diálogo. Este tuit, leído en retrospectiva, debe entenderse como un preámbulo de su declaración posterior, sin duda uno de los más categóricos pronunciamientos que, entre los presidentes de América Latina, se hayan hecho con respecto a la situación venezolana:
Para que haya una solución negociada en Venezuela es necesario que Maduro desmonte la constituyente.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 10 de julio de 2017
El abordaje de Santos refleja una pauta que se reprodujo en buena parte de América Latina: la de aprovechar el traslado de López a su domicilio -casa por cárcel-, para increpar a Maduro a dejar la Constituyente como requisito sine qua non para darle paso a una nueva fase de diálogo.
Otras repercusiones en América Latina
El tratamiento dado por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, también hace una primera referencia al beneficio que para Leopoldo López y su familia tiene la medida, pero, de inmediato, hace referencia a una de las cuestiones más álgidas: el tratamiento al resto de los presos políticos.
Dijo Mauricio Macri:
Nos alegra mucho saber que @leopoldolopez ya está con su familia. Esperamos que pronto los demás presos políticos puedan hacer lo mismo.
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 8 de julio de 2017
En esta misma línea se inscribe el enfoque del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien señaló:
Cambio de medida a Leopoldo es un paso positivo; suspender la Constituyente y establecer un cronograma electoral traería la paz a Venezuela.
— Juan Carlos Varela (@JC_Varela) 8 de julio de 2017
Por su parte, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, conocido por su trayectoria izquierdista, interrogado por un reportero del diario uruguayo El País sobre la medida otorgada a López, declaró: “Me reconforta y alegra”.
Esta perspectiva contrasta, de modo muy elocuente, con la reacción, por ejemplo, de la organización española Izquierda Unida: Alberto Garzón, su máximo dirigente, aprovechó la coyuntura para repetir que Leopoldo López es el responsable de las movilizaciones que causaron 43 muertos en el año 2014.
Mas de 450 presos políticos
Al día siguiente de que López fuese traslado a su casa, Alfredo Romero, directivo del Foro Penal Venezolano, ONG especializada en la defensa de los presos políticos, presentó un balance hasta el 8 de julio: 3.666 manifestantes han sido detenidos; 417 han sido presentados ante tribunales militares; 1.147 están encarcelados porque no han sido presentados ante tribunales o porque se les impusieron condiciones de detención. A lo anterior se suma el caso de cinco jóvenes detenidas que han sido víctimas de abusos sexuales por parte de funcionarios de la Policía del estado Aragua, así como casos de torturas y violaciones a los derechos humanos en otras zonas del país. La noticia del traslado de López ha servido de plataforma para ventilar, en la opinión pública internacional, la grave situación que afecta a los detenidos.
El tratamiento dado por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, hace referencia a una de las cuestiones más álgidas: el tratamiento al resto de los presos políticos
La respuesta de la Casa Blanca, ante una consulta formulada por CNN, apunta a la cuestión del resto de los presos políticos: “Aunque el traslado de Leopoldo López a su hogar bajo arresto domiciliario es un primer paso positivo, Estados Unidos sigue exigiendo la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos en Venezuela, lo que incluye al ciudadano norteamericano, Joshua Holt, de 25 años”.
Las declaraciones dadas por Luis Almagro, secretario general de la OEA, fueron emitidas con la misma intención: “La medida de arresto domiciliario para Leopoldo López es solo un primer paso. Exigimos la liberación de todos los presos políticos”.