Redacción (ALN).- El paro nacional de este jueves en Nicaragua, convocado para exigir el fin de la represión, tuvo una gran convocatoria en todo el país. Los antimotines y, sobre todo, los paramilitares leales a Daniel Ortega, protagonizaron episodios de violencia extrema que provocaron al menos cinco muertos.
Hasta el comercio informal se sumó al paro nacional de este jueves convocado para exigir el fin de la represión en Nicaragua. Gasolineras, bancos, restaurantes, industrias, y comercios permanecieron cerrados todo el día, según informó La Prensa. El gobierno de Daniel Ortega obligó a los autobuses de Managua a circular con normalidad, aunque no llevaran pasajeros, y exigió que los empleados públicos acudieran a sus puestos de trabajo. En el paro tuvieron lugar marchas, concentraciones y tranques (cortes de calles y carreteras), a los que el régimen respondió con violencia. El Nuevo Diario ha informado que hubo al menos cinco muertos en varios puntos del país, provocados por la acción de paramilitares orteguistas, actuando tanto en solitario como junto a los antimotines. En Nidirí (departamento de Masaya), las fuerzas oficialistas saquearon un restaurante y un supermercado. Además penetraron en una iglesia de la localidad y se llevaron por la fuerza a varias personas, según informa El Nuevo Diario. La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, coordinadora que agrupa a numerosas asociaciones y convocó el paro, dijo que este viernes insistirá en la mesa de diálogo nacional en el fin de la represión y el adelanto de elecciones, informó La Prensa.