Daniel Gómez (ALN).- Gana el PSOE de Pedro Sánchez. Gana Ciudadanos y Albert Rivera. También gana el nacionalismo. Las encuestas, que acertaron. El PP… en Galicia, con Alberto Núñez Feijóo, fiel a Mariano Rajoy, este último, relativamente vencedor. Vencidos, en cambio, el PP, Pablo Casado y en consecuencia José María Aznar. Unidas Podemos y en consecuencia Pablo Iglesias. Tampoco hay que olvidarse del fugado Carles Puigdemont, quien ya no es líder en Cataluña.
El Partido Socialista de Pedro Sánchez gana cómodamente las elecciones. Ciudadanos y Albert Rivera ascienden hasta la tercera posición y amenazan el liderazgo de la oposición al PP. Un Partido Popular que cosecha el peor resultado de su historia tras perder casi la mitad de los escaños. Un poco parecido a lo que le ocurrió a Unidas Podemos, que se desploma y queda en el cuarto puesto. Vox, como se esperaba, irrumpe en el Congreso como quinto.
Esta es la lectura general. Pero los resultados dejan matices. Y otros vencedores. Como José Félix Tezanos, director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cuyas encuestas fueron bien encaminadas. También las formaciones nacionalistas, que se fortalecen en Cataluña y País Vasco.
Otro que salió victorioso fue Alberto Núñez Feijóo. El líder de los populares en Galicia consigue salvar al PP en su comunidad, en contraste con Pablo Casado, cuyo discurso se descalabra en España. Se descalabra también el partido de Carles Puigdemont, que pierde el liderazgo en Cataluña y se lo cede al preso Oriol Junqueras.
Los otros vencedores
Las encuestas. Se dijo mucho que el CIS de Tezanos estaba comprado por Sánchez. Que en los resultados prelectorales inflaba al PSOE y dividía a la derecha en tres bloques para evidenciar su fragmentación. Eso que dijo el CIS, y que tanto cuestionaron los contrarios al socialismo, fue lo que sucedió el domingo 28 de abril.
Núñez Feijóo. Lo llaman el eterno lobo del PP. Se esperaba que este dirigente gallego supliera a Mariano Rajoy como líder del partido. Finalmente decidió no presentarse a las primarias del partido para seguir al frente de la comunidad. En cierto modo le salió bien, aunque el PSOE, tras cuatro décadas, lo superó en la comunidad. “Galicia es la primera comunidad con mejor resultado del PP en España”, reivindicó este domingo Feijóo. “Con 11 puntos más que la media”, agregó. ¿Acaso se postula para suplir a Casado como líder del partido? “Sería un gravísimo error”, apuntó.
Mariano Rajoy. Se puede decir que con Rajoy empezó todo. Con el expresidente el PP perdió el Gobierno, pero lo cierto es que, pese a todo, pese a llevar años arrastrando el sambenito de la corrupción, siempre se impuso como la primera fuerza política en España y en 2016 dejó al partido con 133 diputados. Casi el doble que ahora. No obstante, es una victoria relativa, sobre todo efectiva dentro de la estructura del PP. El éxito de Rajoy también se puede medir analizando el éxito de Feijóo, con quien mantiene una gran relación.
Los nacionalistas. El discurso de España es una y no 52 no cuajó. Las comunidades autónomas más singulares dejaron claro el sentimiento nacionalista en las urnas. En Cataluña la formación de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, Esquerra Republicana, logró un resultado histórico: 15 escaños y el liderazgo en la comunidad, con medio millón de votos más que Ciudadanos, vencedor en las últimas regionales. En el País Vasco el PNV gana con diferencia y obtiene seis escaños, y Bildu dobla su representación y consigue cuatro diputados. Hasta en Canarias, Coalición Canaria se fortalece y consigue un escaño más del que tenía hasta sumar un total de dos.
Miguel Ángel Revilla. “El mayor éxito de la historia de nuestro partido”, dijo Miguel Ángel Revilla, secretario general del Partido Regionalista Cántabro, al conseguir su partido un escaño que les permite debutar en el Congreso. Un escaño que irá a parar a José María Mazón y no a Revilla. Este último, un histórico dirigente español conocido por su liderazgo en Cantabria y sentido del humor.
Los otros vencidos
Pablo Casado. El desastre del PP también es suyo. El duro tono empleado en campaña no convenció a los simpatizantes y la gestión de Casado, al menos en su primer año, será conocida por haber cosechado el peor resultado de la historia del partido. 4,3 millones de votos por los 7,9 que consiguió Rajoy. ¿Dimitirá?
José María Aznar. Su figura emergió con Casado. Lleva desaparecido hasta el momento. No ha entrado a valorar los resultados del PP. La irrupción del expresidente, un icono para el sector más duro y liberal, sólo convenció a los convencidos. Participó en los mítines en Barcelona y Valencia. Dos provincias en las que el PP se hundió.
Pablo Iglesias. Ni su vuelta, ni la victimización ante el ataque de las cloacas, ni su triunfo en los debates, ni sus logros en el último gobierno le sirvieron para potenciar a Unidas Podemos, que cae al cuarto lugar y pierde casi la mitad de los votos. De los cinco millones que cosechó en 2016 a los 3,7 millones que obtuvo el domingo.
Carles Puigdemont. Mientras Junqueras celebra desde la cárcel el triunfo de Esquerra en Cataluña, Puigdemont paga desde el exilio la pérdida de liderazgo de su partido. Suya no será la voz de mando dentro del independentismo catalán. Juntos por Cataluña, la formación que lidera Puigdemont, se queda con siete escaños y no con ocho como pronosticaban. Mientras Junqueras sumó más de un millón de votos, Puigdemont se quedó con 497.638.
Pacma. No entró en el Congreso. Quizá por las últimas polémicas surgidas la última semana en torno al partido. Con innecesarias polémicas sobre el aborto y la guerra de poder que se vive en el mando del partido. Pese a todo, achacan su falta de escaños a la Ley d’Hont, el sistema de reparto en España que siempre reparte los restos a los partidos mayoritarios.
Susana Díaz. Mientras se reafirma el liderazgo de Sánchez con esta victoria, Susana Díaz, su rival en las primarias, la favorita de la cúpula socialista, se queda con un sabor agridulce. El PSOE gana en las generales, mientras que en Andalucía se ve sobrepasado por el tridente PP-Ciudadanos-Vox.