Redacción (ALN).- Los océanos son conocidos como el pulmón azul de la Tierra. Estos regulan el clima mediante la absorción de dióxido de carbono. Pero este proceso podría invertirse, poniendo en riesgo al planeta, advierte la Unesco.
Los océanos funcionan como una especie de sumidero para el carbono que generan las actividades humanas.
Sin estos sumideros, los niveles de CO2 en la atmósfera se acercarían a las 600 partes por millón. Esto es un 50% más de las 410 partes por millón registradas en 2019. Si esto fuera así, la Tierra difícilmente podría limitar el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados, advierte la Agencia de la ONU para la Educación, Ciencia y Cultura, Unesco.
Por eso hay que estar alerta.
Un informe de la agencia publicado este miércoles advierte que el ciclo del carbono de los océanos podría revertirse.
“Los océanos, que ahora son el pulmón azul de nuestro planeta, podrían contribuir al calentamiento global. Corremos el riesgo de que se invierta el proceso. En lugar de absorber el carbono, los océanos contribuirían al calentamiento causado por el efecto invernadero del CO2”, apunta la Unesco en el informe.
La principal amenaza es que todavía falta información para ofrecer un diagnóstico preciso sobre los ciclos de carbono en los océanos. “El conocimiento disponible es insuficiente para tomar las mejores decisiones. Estas lagunas de conocimiento desafían la capacidad de la comunidad científica para comunicar eficazmente al público en general cómo sería la remoción del CO2 marino”.
Por lo anterior, la Unesco propone crear un grupo de trabajo que aclare el funcionamiento del pulmón azul.
“Se trata de una oportunidad única para reunir a todas las partes interesadas en torno a prioridades científicas comunes para reforzar la acción sobre el cambiante ciclo del carbono oceánico”, apunta Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
“El objetivo es proporcionar a los responsables de la toma de decisiones los conocimientos necesarios para desarrollar políticas de mitigación y adaptación al cambio climático para el próximo decenio”, agrega el informe.
Una de las principales dudas que tendrá que abordar este grupo de trabajo es cómo la humanidad está alterando el ciclo del carbono en los océanos. “Incluso mediante planes de eliminación de dióxido de carbono, y cuáles son las implicaciones para los ecosistemas oceánicos”.
La buena noticia es que el informe de la Unesco ya ha dado con algunas claves.
Un problema gestado con el tiempo
Apunta el documento que desde “el comienzo de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII, los seres humanos han alterado drásticamente las reservas y los flujos de carbono dentro del sistema tierra-atmósfera-océano y han aprovechado el carbono fósil en el reservorio geológico”.
Por lo anterior es que los océanos se han convertido en el sumidero de las actividades humanas, y no de las actividades biológicas, como lo fue en la antigüedad. Esto desemboca en otro problema conocido: la acidificación del océano.
“La acumulación de carbono generado por la actividad humana en el océano está alterando la química del agua de mar. Estos cambios afectarán el papel futuro del océano como reservorio de CO2 atmosférico y alterarán los ecosistemas marinos de formas que aún se encuentran bajo investigación”, apunta la Unesco.