Leticia Núñez (ALN).- David Rockefeller, fallecido el mismo día que se publicó el ranking de los más pudientes del mundo, fue con 101 años el más veterano. Solo hay una mujer entre los 10 más longevos: Liliane Bettencourt, dueña de L’Oréal y cuya fortuna supera los 36.600 millones de euros. En total, hay 47 multimillonarios de más de 90 años. Banquero multimillonario, filántropo y veterano entre los veteranos. David Rockefeller, el único nieto vivo del legendario fundador de la petrolera Standard Oil, falleció este lunes, el mismo día que la revista Forbes calculó su fortuna personal en 3.300 millones de dólares (aproximadamente 3.058 millones de euros). Con 101 años, era el más anciano de un ranking compuesto por la cifra récord de 2.043 ricos.
Rockefeller reconoció en sus memorias que tuvo “mucha suerte al vivir esta vida que me ha tocado y, sobre todo, comprender que las cualidades de cada persona como ser humano, la mayoría de las veces, no tienen nada que ver con el marco en el que la vida les ha colocado”. A él, Forbes le colocó en el puesto 581 de los más pudientes del mundo. Y es que su abuelo, John D. Rockefeller, sigue siendo considerado como la persona más acaudalada de la historia moderna de Estados Unidos. Fue, de hecho, el primer estadounidense en poseer una fortuna superior a 1.000 millones de dólares (926 millones de euros).
Frente a la petrolera de la dinastía, David Rockefeller prefirió la banca. Su carrera financiera comenzó en el Chase National Bank en 1946, donde ocupó inicialmente el rango de directivo más bajo, para posteriormente presidir la entidad durante 12 años. Los expresidentes de EEUU Jimmy Carter y Richard Nixon, demócrata y republicano, respectivamente, le tantearon para que fuera secretario del Tesoro, pero declinó. Lo suyo fue también la filantropía. Los Rockefeller se guiaban por el principio de que había que devolver a la sociedad todo lo que les había dado. Por ello, cuando celebró sus 100 años, donó un terreno que la familia tenía junto a un parque nacional en Maine. Asimismo, ayudó a construir bibliotecas y a reparar el World Trade Center tras el 11S.
George Joseph comenzó vendiendo seguros casa por casa. Su fortuna ronda los 1.600 millones de dólares
A Rockefeller le sigue en el que podría denominarse ‘ranking de los abuelos de Forbes’ Chang Yun Chung. Este singapurense de 98 años cuenta con un patrimonio de 1.700 millones de dólares (1.578 millones de euros) y ocupa el puesto 1.234 mundial. Pionero marítimo, Yun Chung cofundó Pacific International Lines (PIL) con varios amigos en 1967 como un operador costero. Arrancaron el negocio con dos barcos de segunda mano. Actualmente, PIL figura entre las principales navieras del sudeste asiático con una flota de 150 embarcaciones. Entre sus activos, se incluye el segundo mayor fabricante de contenedores del mundo. Ahora es su hijo Teo Siong Sen quien dirige PIL.
Por detrás aparece el estadounidense Henry Hillman. Suyo es el bronce. Tiene también 98 años y una fortuna que ronda los 2.600 millones de dólares (2.413 millones de euros). El nonagenario Hillman no ha dejado de invertir en la fundación que lleva su nombre y que financia proyectos en la ciudad donde nació, Pittsburgh. Hillman siguió los pasos de su padre en Pittsburgh Coke & Chemical, el negocio familiar. Cuando éste murió, compró a sus cinco hermanos lo que les pertenecía, vendió los activos de la compañía y reinvirtió en capital privado y capital de riesgo. Fue uno de los primeros inversores en ambos ámbitos.
Marcel Adams es solo dos años más joven y uno de los inversores inmobiliarios más prolíficos de Canadá, según Forbes. Actualmente, la compañía que dirige gestiona cerca de ocho millones de metros cuadrados y más de 100 propiedades, entre las que se incluyen centros comerciales, oficinas, fábricas y residencias. La hacienda de este nonagenario de origen rumano que sobrevivió al Holocausto asciende a 1.500 millones de dólares (1.392 millones de euros). En 2015, diversos medios de comunicación revelaron que tanto Adams como su familia poseían más de 800 millones de dólares (742 millones de euros) en una cuenta secreta en Suiza.
Un brasileño apasionado de los caballos
El único latinoamericano en la lista de los ancianos más ricos es el brasileño Aloysio de Andrade Faria. Se asienta en la posición número 867. Su conglomerado, Banco Alfa, gestiona una gama de negocios que van desde las finanzas hasta la producción de aceite de palma, pasando por los hoteles, los seguros e, incluso, la fabricación de helados. Médico de formación, Faria solo se dedicó a ello dos años, antes de que falleciera su padre. Después, tomó las riendas del Banco Real, el negocio familiar, que llegó a transformar en una de las grandes entidades de Brasil. Lo vendió en 1998 al grupo holandés ABN Amro por 2.100 millones de dólares (1.949 millones de euros). Ahora con 96 años se encuentra planeando su propia sucesión: tiene cinco hijas. Está en el aire el reparto de 2.400 millones de dólares (2.227 millones de euros). Cuenta también con 150 caballos pura sangre y dicen que es un lector voraz.
Más lejos, en el puesto 1.290, se ubica George Joseph, un estadounidense que comenzó vendiendo seguros casa por casa. Fue ahí cuando Joseph se dio cuenta de que las aseguradoras no estaban examinando a sus clientes de forma correcta. Tras recaudar dos millones de dólares (1,85 millones de euros), fundó Mercury General, que ofrecía a los conductores pólizas más baratas que la media. En la actualidad, el nonagenario dispone de 1.600 millones de dólares (1.485 millones de euros), continúa acudiendo a la oficina cada día y es presidente de la aseguradora, cuyas ventas alcanzaron los 3.000 millones de dólares (2.784 millones de euros) en 2015. Cumplió 95 años en febrero.
Comparte negocio con su hijo
También tiene 95 años David Consunji. Su fortuna, sin embargo, casi duplica la de Joseph: 3.100 millones de dólares (2.877 millones de euros). El filipino fundó la constructora DMCI en 1954. Desde entonces, la firma se ha especializado en generación de energía e infraestructuras. Consunji también tiene acciones en la principal mina de carbón del país. Según Forbes, el veterano multimillonario comparte su patrimonio con su hijo Isidro, quien ahora dirige DMCI.
Por detrás se sitúa Stanley Perron, de 94 años, uno de los mayores propietarios de toda Australia, ya sea de los principales centros comerciales, aeropuertos regionales y aparcamientos urbanos. Asimismo, es el distribuidor de Toyota desde hace más de 50 años. Negocios que le han reportado un patrimonio de 1.900 millones de dólares (1.763 millones de euros).
La más rica del mundo
Pero si alguien es verdaderamente conocido en este ‘ranking de abuelos’ es la francesa Liliane Bettencourt, una de las principales accionistas de la marca de cosméticos L’Oréal. De hecho, con 94 años es la mujer más rica del planeta. Un dato más: un abismo separa su fortuna del resto de integrantes de este particular conteo. Posee 39.500 millones de dólares (36.668 millones de euros) frente a los 19.200 millones de dólares (17.823 millones de euros) que suman los otros nueve ancianos multimillonarios. Bettencourt, quien sufre demencia, fue sustituida al frente de L’Oréal en 2012 por uno de sus nietos.
El brasileño Aloysio de Andrade Faria es el único latinoamericano en la lista de los nonagenarios más ricos con 2.400 millones de dólares
En el décimo lugar aparece el australiano Len Ainsworth, de 93 años. Es la menor fortuna de todas las citadas: 1.100 millones de dólares (1.021 millones de euros). Hace más de 20 años que entregó a su mujer y a sus siete hijos la participación que tenía en Aristocrat Leisure, fundada en 1953, y de la que se había apartado en 1994 por un cáncer. Actualmente es la segunda gran compañía de juegos de azar del mundo.
Más allá de estos 10 nombres, la lista de Forbes incluye un total de 47 multimillonarios que superan los 90 años. Por cierto, la más joven del conteo de ricos tiene 20 años, es noruega, se llama Alexandra Andresen y ya cuenta con 1.200 millones de dólares (1.112 millones de euros).