Patricia J. Garcinuño (ALN).- Un estudio elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo señala que solo un 25% de los jóvenes entre 18 y 34 años recurrió en el último mes a alguna plataforma de ‘e-commerce’ para comprar o vender.
Utilizan a diario internet, las redes sociales y la telefonía móvil, pero son bastante conservadores a la hora de comprar. Así describe a los jóvenes argentinos el estudio Compás millennial, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El documento recoge que tan solo un 25% de los encuestados pertenecientes a esta generación (que actualmente tienen entre 18 y 34 años) recurrió en el último mes a una plataforma online para comprar o vender productos y servicios. El porcentaje se reduce cuando se les pregunta si usan habitualmente internet para realizar este tipo de transacciones: solo un 11,3% contesta que sí.
Tan solo un 11,3% de los milenials argentinos compra frecuentemente por internet
Sin embargo, la mayoría de los encuestados (un 94%) conoce la plataforma argentina Mercado Libre, en la que los usuarios pueden comprar, vender, pagar, enviar o publicitar un producto. Es más popular que otras como la compañía de transporte privado Uber, a la que ubica el 50,6% de los entrevistados, y la plataforma de alquiler de viviendas privadas Airbnb, de la que tan solo ha oído hablar el 6,2% de los milenials argentinos.
Mercado Libre es, sin duda, el sitio de e-commerce que más utilizan los jóvenes argentinos. Fue empleada por un 54% de quienes compraron alguna vez a través de internet. En menor proporción, un 6,7% dijo haber usado Uber y un 4,1%, Airbnb.
Según recoge el estudio, los hombres recurren más que las mujeres a la compra online. Esta tendencia se repite en las tres plataformas que compara el BID: Uber es empleado por un 8,8% de los hombres y un 4,8% de las mujeres; Airbnb por un 5% de hombres y un 3,3% de mujeres; y entre los que optaron por Mercado Libre hay un 60% de hombres y un 48,5% de mujeres.
Los números del e-commerce también dependen del nivel socioeconómico de los usuarios. Mercado Libre, por ejemplo, es empleada por el 72,1% de los jóvenes de clase alta, mientras que su utilización en el estrato medio cae al 60,7%, y al 42% entre los que tienen menor poder adquisitivo.
Estas diferencias también se aprecian en Uber y en Airbnb. Los servicios de la empresa de transporte privado son contratados por un 18,4% de los encuestados que poseen mayor poder adquisitivo, un 6,7% de quienes están en un estamento medio y por un 5% de quienes se consideran de clase baja. En cuanto a los que emplearon la plataforma de alquiler de viviendas privadas, un 5,3% era de clase alta, un 4,4% de clase media y un 3,5% de clase baja.
Cuando se les pregunta a los milenials cómo creen que comprarán en el futuro, mantienen una visión tradicional. El 71% augura que seguirá yendo a los comercios en vez de comprar los productos a través de internet y que se los envíen a casa. Tan solo un 15% se mostró claramente a favor de la modalidad del e-commerce.
A pesar de que el uso del comercio electrónico por parte de los milenials tiene aún poca incidencia, está aumentando su peso en la economía de Argentina. En 2016, este mercado facturó 102.700 millones de dólares (90.182 millones de euros), un 51% más que en 2015, según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE).
El 86% no está dispuesto a comprar menos y alquilar más
Esta falta de predisposición a comprar por internet de los jóvenes argentinos se traslada a otras nuevas modalidades de consumo como la economía colaborativa. El sistema, que se caracteriza por acceder a bienes y servicios de forma temporal sin transferir la propiedad y que cuenta con internet como base para la realización de estas transacciones, tampoco los conquista. El 86% de los milenials dijo no estar dispuesto a comprar menos y alquilar más. Tan solo un 10% se mostró a favor de cambiar sus hábitos de consumo y un 4% no contestó.
Los hombres argentinos recurren más a la compra online que las mujeres
Esta perspectiva es bastante homogénea en todo el país. Sin embargo, sí se ve una diferencia entre la gran urbe y el interior. Un 12% de quienes viven en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Gran Buenos Aires (área que comprende la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires) sí se muestra dispuesto a cambiar sus hábitos, algo a lo que tan solo se muestra abierto un 5% de quienes residen en el interior.
El informe advierte que estos cambios “llegarán inevitablemente” y que la región debería prepararse para aprovechar sus ventajas. Citando al profesor Ricardo Pérez Garrido, del IE Business School, el BID señala que “la economía colaborativa presenta grandes oportunidades para las economías en desarrollo, desde el punto de vista de optimización de recursos, generación de empleo y maduración del uso de tecnologías más ligadas al contexto socioeconómico real que a una globalización forzada”.