(EFE).- La guerra comercial que empezó Estados Unidos con un sinfín de aranceles amenaza con desencadenar alzas de precios en el país, y los ciudadanos probablemente van a tener que pagar más por un iPhone y por ropa de marca, pero también a la hora de ir al supermercado y comprar café, alcohol, chocolate o mariscos.
Una guerra comercial prolongada entre EE. UU. y China -el país asiático anunció hoy que elevará al 84 % los aranceles a EE. UU. en represalia por el 104 % infligido por Trump- podría ser muy costosa y afectar a la economía mundial, según los analistas.
Esto se debe a que, aparte de ser dos pilares de la economía global, ambos países son comercialmente interdepenientes.
EE.UU. exportó 143.500 millones de dólares en productos a China, según la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, mientras que compró por valor de 438.900 millones de dólares productos del gigante asiático, lo que la convierte en la segunda mayor fuente de importaciones de EE.UU., después de México.
También las marcas estadounidenses pueden encarecerse
El gigante tecnológico estadounidense Apple depende en gran medida de la fabricación por contrato de empresas como Foxconn, fabricante del iPhone con 300.000 trabajadores en Zhengzhou, China.
Según la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), la compañía de la manzana mordida concentra prácticamente toda su producción en China, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Vietnam.
Apple está lejos de ser un caso aislado. Así, el minorista de electrónica estadounidense Best Buy obtiene aproximadamente el 55 % de sus productos de China y el 20 % de México, según un informe presentado ante la SEC.
Los precios de la ropa también corren el riesgo de subir, ya que Estados Unidos importó 75.000 millones de dólares en ropa en 2024, de los cuales casi 15.000 millones provenían de China, según estadísticas gubernamentales.
Por ejemplo, la marca estadounidense Nike produce el 28 % de sus productos en Vietnam, el 16 % en China y el 15 % en Camboya, según un informe presentado ante la SEC.
Una lista de la compra más cara
Ir al supermercado o a la licorería en Estados Unidos está a punto de encarecerse aún más, según los expertos.
El analista de la industria alimentaria Phil Lempert pronosticó ante la radio pública NPR que con los últimos aranceles «probablemente casi la mitad de los productos de un supermercado —unos 40.000 productos— se verán afectados, ya sea el producto completo o solo un ingrediente».
Es probable que los productos del mar se vean muy afectados, ya que Estados Unidos importa -de Chile, India, Indonesia y Vietnam- hasta el 85 % del pescado y marisco, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Así como el café, pues Estados Unidos es el mayor importador mundial de café, y aproximadamente el 80 % de las importaciones de café tostado estadounidense provienen de Latinoamérica.
De acuerdo con Lempert, es probable que el sector del alcohol importado «sufra un duro golpe», ya que el vino es importado desde Europa y Oceanía, y mucha de la cerveza que está en los estantes de Estados Unidos viene de México, Países Bajos, Irlanda y Canadá.
Además, a las bebidas en lata habrá que sumarle los aranceles al aluminio, que entra en EE.UU. desde China, Canadá y otros productores.
Provisiones antes del aumento de los precios
Los estadounidenses parece estar aprovisionándose de productos importados, razón por la que las tiendas Apple se vieron «inundadas» por compradores en pánico, según Bloomberg, o el volumen de ventas en comestibles «no perecederos» aumentó tras el anuncio de los aranceles, según nuevos datos de Consumer Edge.
Las ventas de café instantáneo aumentaron un 21 %, las de kétchup (salsa de tomate) un 18 % y las de cerveza un 3 %, en comparación con la semana anterior.