Redacción (ALN).- David Vicent, director de Innovación Riviera Maya Sostenible, explica que las nuevas plataformas para el alquiler de alojamientos particulares -como Airbnb- son una competencia directa para los establecimientos turísticos tradicionales de Latinoamérica. “Si los hoteles no identifican los cambios en la ecuación de valor de la demanda, acabarán vacíos”, afirma el directivo.
El mercado de nuevas plataformas para el alquiler de alojamientos particulares supone una competencia directa para los hoteles tradicionales de América Latina, que si no optan por digitalizar su presencia en internet y ofertar atractivos sociales acabarán como la última opción para los viajeros. Así lo explicó en una entrevista a EFE el experto español en mercadotecnia turística y director de Innovación Riviera Maya Sostenible, David Vicent. El directivo se refirió a que portales de alquiler de viviendas particulares como Airbnb calan cada vez más en las zonas urbanas.
Ante la preferencia de ese nicho que es ocupado por viajeros jóvenes que buscan alquilar y conocer el entorno social que rodea a un destino, Vicent explicó que es la hora de que los negocios de hostelería implementen un concepto “híbrido” entre lo tradicional y lo alternativo.
“Si los hoteles no identifican los cambios en la ecuación de valor de la demanda, acabarán vacíos”, manifestó Vicent, que trabaja a la par con proyectos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
“Los sitios web que ofrecen hospedajes tradicionales no se han adaptado a los nuevos modelos de demanda”
El experto comentó que la situación tiene su trasfondo en variables que han trastocado el modo de operar de los hoteles, como la adaptación a nuevas tendencias digitales, el consumo de la información por los clientes, y las cambiantes preferencias de los viajeros.
“Es preocupante. Los sitios web que ofrecen hospedajes tradicionales no se han adaptado a nuevos modelos de demanda como los youth hostel (albergues para jóvenes), que ofrecen un estilo social y casi siempre tienden a estar llenos, en comparación con los convencionales, que tienden a tener una ocupación de un 20%”, apuntó Vicent.
El experto comentó que peligra la sostenibilidad turística si los hoteles no se adaptan, dado que están en juego los empleos, las marcas y el factor social de las comunidades turísticas por excelencia.
El número de alquileres por Airbnb en América Latina aumentó un 148% de junio de 2016 a mayo del 2017 respecto al mismo periodo del año anterior
Pero Vicent está lejos de creer que la mayor parte de la culpa la tienen los nuevos conceptos de alquileres de vivienda, sino que lo atribuye a la falta de legislación para regular la competencia de las empresas con plataformas virtuales en Latinoamérica.
Por otro lado, el directivo señaló que el éxito de los alojamientos que brinda Airbnb se debe a que hay una mayor sociabilidad, integración y un trato más humano con los huéspedes, aspecto que considera que debe ser trasladado a los negocios hoteleros.
Según datos de Airbnb citados por EFE, de junio de 2016 a mayo de 2017, el número de alquileres por esta plataforma en América Latina aumentó un 148% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta hospedar a 5,2 millones de personas, y se duplicó la cantidad pagada por el alojamiento, hasta un total de 650 millones de dólares (543 millones de euros).
Al detallar un cambio en los hospedajes tradicionales, el experto citó como ejemplo a México, que se está adaptando a un modelo híbrido, al igual que Buenos Aires. Por ejemplo, en México, autoridades gubernamentales han acordado con Airbnb que los viajeros que utilicen departamentos o viviendas de la plataforma deberán pagar un 3% de tasa de acomodación, que la compañía recogerá y entregará al Gobierno municipal.
Vicent participa desde este martes en el Tercer Congreso Regional de Hostelería y Turismo en la Ciudad de Panamá, organizado por la Asociación Panameña de Hoteles. En el evento abordará con los representantes de hoteles latinoamericanos cuestiones como las herramientas y estrategias de análisis para una adaptación rápida ante la oferta y la demanda, la competitividad y el turismo sostenible.