Daniel Gómez (ALN).- El presidente de México y el hombre más rico del país libran un duelo de poder. Un duelo que está ganando Andrés López Obrador a Carlos Slim la vista de lo ocurrido con el aeropuerto de Ciudad de México y el gran premio de Fórmula 1. Cualquiera diría que está venciendo, y, sin embargo, en sus últimas declaraciones, López Obrador pareció más un portavoz de Slim que un mandatario.
¿Se convirtió Andrés Manuel López Obrador en el portavoz de Carlos Slim? Gracias al presidente de México se sabe que el hombre más rico del país quiere jubilarse. Este se lo comentó en una reunión privada, y ahora López Obrador se lo cuenta a todo el mundo.
“Él [Slim] quiere terminar su vida empresarial ayudando al crecimiento económico y al bienestar. Eso fue lo que me ofreció. Que quiere retirarse y quiere hacerlo en este sexenio por lo que está dispuesto a apoyar no sólo en la parte empresarial sino también en estas acciones de bienestar para nuestra población”.
López Obrador: “Él [Slim] quiere terminar su vida empresarial ayudando al crecimiento económico y al bienestar. Eso fue lo que me ofreció. Que quiere retirarse y quiere hacerlo en este sexenio por lo que está dispuesto a apoyar no sólo en la parte empresarial sino también en estas acciones de bienestar para nuestra población”
Esto dijo el presidente este lunes en su conferencia diaria a la prensa. Después de agitar a los medios con la carta enviada al rey Felipe VI y al Papa Francisco para que pidieran disculpas por los abusos de la conquista de América, ahora sitúa el foco en la retirada de Slim.
Con una fortuna de 61.600 millones de dólares, según la revista Forbes, con empresas a su nombre como el Grupo Carso, América Móvil y el Grupo Financiero Inbursa, con inversiones en Latinoamérica, Estados Unidos y España, Slim se prepara para decir adiós.
Si lo que dice López Obrador es cierto, le quedan seis años en la élite empresarial. El mismo tiempo que al presidente en el Gobierno si es que cumple la promesa de no renovar el mandato.
Puede ocurrir que los hombres más poderosos de México digan adiós al unísono. ¿Acaso llegaron a ese pacto en una de sus reuniones? ¿Acaso fue una promesa? ¿Acaso la cumplirán?
Slim, de 79 años, siempre ha sido empresario. Empezó como comerciante en la mercería de su padre, Don Julián, y desde entonces no paró de hacer negocios. Ni siquiera en 1997, cuando un ataque al corazón puso su vida en jaque.
En aquel momento, los médicos le dijeron que se retirase. Lo que ocurrió es que los tres meses siguientes al ataque, el cual le valió una operación de corazón, los pasó en una cama que se tornó en oficina. Allí, además de familiares, le acompañaron grupos de asesores a quienes dictaba órdenes para sus negocios.
Slim nunca ha dejado de ser empresario. Se ha destacado como constructor, inversor y visionario. Una suma de cualidades le llevó consolidarse como uno de los 10 hombres más ricos del mundo. En la actualidad ocupa el quinto lugar.
López Obrador, por su parte, se muestra firme en su intención de retirarse de la política cuando acabe el sexenio en 2024. Tan convencido está que hace poco más de un mes firmó un compromiso de no reelección.
López Obrador le va ganando el duelo a Slim
Cabe recordar que, a la hora de emprender negocios, México siempre fue el destino favorito de Slim. Aunque con la llegada de López Obrador las cosas han cambiado. El episodio más recordado en este duelo fue el del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
Abril de 2018. La campaña en México para las elecciones presidenciales del 1 de julio había comenzado. López Obrador era un duro, aunque nunca alzó la voz. Cargaba contra políticos, empresarios, petroleros y constructores. Los acusó de corruptos y señaló un ejemplo: el nuevo aeropuerto de Ciudad de México.
El aeropuerto era un proyecto publico privado que contemplaba inversiones por 13.000 millones de dólares. Slim era el principal contratista de las obras, con proyectos adjudicados por 3.900 millones de dólares.
López Obrador prometió cancelar la obra si alcazaba la Presidencia porque, tal como repitió hasta la saciedad en campaña, el aeropuerto era “un nido de corrupción”. Slim, en cambio, tenía otra percepción.
El magnate apareció en campaña un lunes 16 de abril. En una de sus cuidadas y escasas ruedas de prensa, aseguró que el aeropuerto era un proyecto único e incomparable. “En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto sobre un área”.
No sólo era el aeropuerto. A consecuencia de esta infraestructura, Slim se imaginó una nueva Ciudad de México. Construida a partir de la población de Texcoco, pobre, marginal, y a que a raíz del aeropuerto se convertiría en un núcleo urbano que contaría con la capital a través de amplias avenidas, centros tecnológicos y universidades.
Como se sabe, el sueño de Slim nunca se hizo realidad. Cuando López Obrador llegó al poder lo primero que hizo fue cancelar la obra del nuevo aeropuerto a través de un referéndum cuya neutralidad todavía se discute.
El pulso por la F1
López Obrador dejó sin aeropuerto a Slim, y ahora lo quiere dejar sin Fórmula 1. El empresario, aficionado al deporte, fue uno de los artífices de que la pista de los Hermanos Rodríguez acogiera de nuevo un gran premio de F1.
Tras 23 años de usencia, la F1 regresó al país en 2015 y desde entonces el GP de México siempre recibió el galardón a la mejor carrera de la temporada. Por la afición, la organización, el espectáculo…
Ahora el duelo Slim-López Obrador se libra en una pista de F1
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Slim fue uno de los grandes responsables de aquello. Fue el interlocutor entre la F1 y el gobierno de Enrique Peña Nieto. Lideró las negociaciones y consiguió que el Estado financiara parte de la carrera para que esta se pudiera disputar.
Ahora López Obrador dice que va a retirar la financiación para destinarla a un proyecto personal, el Tren Maya. “En algunos casos estos eventos se financiaban con el fondo del fomento al turismo y ese fondo está comprometido para la construcción del Tren Maya”, declaró el presidente hace un mes.
La F1 no da por perdido el GP de México, pero lo cierto es que ya este se quedó sin fecha en el calendario de 2020. Y en este caso la fecha es importante, porque siempre coincidía con el Día de los Muertos, una de las grandes fiestas del país.
López Obrador es el portavoz de Slim
El caso es que López Obrador no se lo está poniendo fácil a Slim. Más bien al contrario. Además, visto el balance general, en el particular duelo de poder que libran estos dos, el presidente parece que se está imponiendo al empresario. ¿Por qué ejerce entonces como su portavoz?
El verdadero portavoz de las empresas de Slim, Arturo Elías, quien es también su yerno, dijo lo siguiente en Twitter luego de la intervención de López Obrador. “El ingeniero Slim comentó con el presidente que los dos tienen casi seis años de trabajo intenso por el país. El presidente por mandato electoral y el ingeniero por su edad”.
¿Se retirará Slim? No queda claro. Lo que sí se sabe es que Slim y López Obrador se reunirán próximamente, según dijo el presidente. “Para trabajar en un plan de inversiones de su empresa y también de inversionistas nacionales”, aclaró.
Una de las promesas de López Obrador es acelerar la economía para que el país crezca 4% anual. “Queremos -y lo dijo por Slim y el resto de empresarios- que México se convierta en una potencia económica con dimensión social”. Aquí hay un mal precedente. Hugo Chávez también dijo que Venezuela sería una potencia social y el resultado es por todos conocidos.