Leticia Núñez (ALN).- De nueve canales de televisión de señal abierta que existen en Nicaragua, ocho son controlados por la familia Ortega-Murillo. Sus hijos Maurice, Camila, Luciana, Daniel Edmundo, Carlos Enrique y Juan Carlos dirigen las emisoras 4, 8 y 13, además del sistema informativo de Canal 2. El 6 es gubernamental. Al cerrojo informativo del régimen de Ortega se suma que otros tres canales están administrados por el empresario Ángel González, afín al Gobierno.
No hay muchos casos en todo el mundo de un matrimonio que ostente tanto poder en un país. Daniel Ortega y Rosario Murillo no sólo son el presidente y la vicepresidenta de Nicaragua. El tándem controla el Gobierno, la policía, el Ejército y, cómo no, buena parte de los medios de comunicación, especialmente la televisión. Lo hacen junto a sus seis hijos. Es la corte de los Ortega.
La familia presidencial monopoliza el espacio televisivo. De nueve canales de señal abierta que existen en Nicaragua, ocho son controlados por los Ortega-Murillo. Sus hijos Daniel Edmundo y Carlos Enrique dirigen Canal 4. Juan Carlos, Canal 8. Y Camila, Luciana y Maurice están al frente del 13. La familia también compró en 2015 el sistema informativo de Canal 2. Mientras, el Gobierno opera Canal 6. A ello se suman las emisoras 9, 10 y 11 que administra el empresario Ángel González, afín al Gobierno.
Este control se ha ido fraguando con los años. En 1989, último año del primer periodo presidencial de Ortega, sólo había dos canales de televisión, ambos propiedad del Estado. La recepción satelital no estaba permitida, excepto para diplomáticos.
En 2007, año en el que Ortega volvió a ocupar la Presidencia, había cinco canales VHF con recepción a nivel nacional. Pero sólo uno era operado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el Canal 4. Nuevamente entró en juego González. Según informó el periódico La Prensa, el empresario acordó con Ortega entregarle 94% de las acciones de dicho canal “sin costo alguno” a cambio de que Telcor, el ente regulador, le diera la frecuencia de Canal 9. Hoy Canal 4 está dirigido por Carlos Enrique y Daniel Edmundo Ortega Murillo.
“Las empresas que han recibido licencias están asociadas a las empresas del presidente”
Ahí empezó la conquista de los medios. El punto de inicio de toda esta estrategia fue la compra de Canal 8 en enero de 2010 por parte de Alba Petróleos de Nicaragua (Albanisa) por 10 millones de dólares, tal como informó La Prensa.
Quien apareció en los documentos públicos como apoderado legal fue José Jorge Mujica Mejía, señalado en diversas investigaciones periodísticas como testaferro de Daniel Ortega. Lo dirige Juan Carlos Ortega Murillo.
Tras esa compra, “la parrilla de programación empezó a retransmitir las noticias de Telesur y los noticieros proyectaron los logros del gobierno de Ortega y de su esposa”, señaló Onda Local en un reportaje. Asimismo, un informe elaborado por la Open Society Foundation destacó que Canal 8 tiene acceso a todos los eventos del Gobierno, entrevistas con autoridades gubernamentales en el estudio y publicidad oficial, “mientras que las voces críticas están completamente ausentes”.
Después, en 2011, los Ortega-Murillo se hicieron con el control de Viva Nicaragua Canal 13. El ente regulador, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones, otorgó la licencia a la Sociedad Celeste SA, cuyos socios, según investigaciones de La Prensa, eran “conocidos personajes vinculados al presidente Daniel Ortega”. En la actualidad, la dirección corre a cargo de tres de sus hijos: Camila, Luciana y Maurice.
También en 2011, Canal 6 transmitió por primera vez después de 10 años fuera del aire, según un reporte de La Prensa. El director ejecutivo de Telcor, Orlando Castillo, explicó a la agencia EFE que la restauración costó dos millones de dólares. Está bajo control gubernamental. Pero según la Open Society Foundation, “no cumple el papel de medio de servicio público, dado que no está abierto a cualquier programa noticioso, de debate o educativo sobre temas nacionales o de gestión gubernamental que no se adhieran a la línea del Gobierno”.
En el caso de Canal 2, la venta se produjo en 2015. La licencia la tiene el Grupo Ratensa, del empresario mexicano Ángel González, afín a Ortega. La familia Ortega-Murillo compró el sistema informativo. La Open Society Foundation destaca que eliminó de la programación todos los formatos de opinión pública y redujo los servicios de noticias a “reportajes fácticos desde el lugar de los hechos, sin brindar información contextual alguna”.
“En sus 11 años el Gobierno sólo ha buscado desmantelar al Estado para su propio beneficio y el de sus familiares”
Concluido, por ahora, este proceso, no sorprende que la citada fundación hable de que el panorama de la televisión en Nicaragua ha cambiado “dramáticamente” y “en todos los casos a través de miembros de la familia a cargo tanto de los contenidos como de la programación noticiosa”.
Pero el control de los Ortega-Murillo no se limita a la televisión. Según Open Society Foundation, cerca de 80% de la publicidad estatal en los últimos años ha sido asignada a los medios propiedad del presidente Ortega y aliados. “Las empresas que han recibido licencias están también asociadas a las empresas del presidente”, agrega el análisis. A ello, dicen, se suma la compra sin supervisión o monitoreo alguno de varias estaciones de televisión, “que dirigen los hijos del mandatario”.
“Nos sacaron del aire y punto”
Entre los independientes figura el Canal 14, auspiciado por el Grupo Pellas, que posee un conglomerado de distintas empresas y que es el principal grupo económico de Nicaragua. Precisamente, los medios audiovisuales, y especialmente las televisiones, han sido objetivo del régimen de Ortega a raíz de las protestas que comenzaron la semana pasada contra la reforma del Seguro Social y que han dejado 30 muertos.
Las emisiones de cinco televisoras fueron cortadas por orden gubernamental. En algunos casos fue una clausura definitiva y en otros, temporal. Se trata de 100% Noticias, Canal 12, Canal 23, Canal 51 (propiedad de la Conferencia Episcopal) y Telenorte (que emite por cable).
En declaraciones recogidas por el periódico nicaragüense La Prensa, el director de Canal 12, Danilo Lacayo, señaló que las transmisiones fueron suspendidas desde el pasado jueves sin darles explicación. “A nosotros nadie nos dio una notificación, nos sacaron del aire y punto. No entendemos por qué arbitrariamente el cable de Claro nos sacó, no entendemos, están violando la ley”.
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció la censura impuesta a estas emisoras. Su presidente, Gustavo Mohme, dijo que “desenmascara el autoritarismo de un Gobierno que en sus 11 años sólo ha buscado desmantelar al Estado para su propio beneficio y el de sus familiares”, tal como informó esta organización.