Antonio José Chinchetru (ALN).- Los diferentes grupos armados que actúan en Colombia luchan por controlar el tráfico de drogas y otras actividades ilegales en la frontera con Venezuela. El éxodo venezolano se ha convertido para ellos en una oportunidad de reclutar a jóvenes como combatientes. También prostituyen mujeres y usan a otras personas para distintas actividades ilícitas, según un informe de la Fundación Ideas para la Paz.
La frontera entre Venezuela y Colombia es el escenario de una lucha a varias bandas entre diferentes organizaciones armadas. Las llamadas disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (conocidas como el Clan del Golfo) actúan en distintos departamentos fronterizos. El éxodo venezolano se ha convertido para varios de estos grupos, en especial el ELN y las disidencias de las FARC, en una oportunidad de captar efectivos, según denuncia el informe Inseguridad, violencia y economías ilegales en las fronteras, elaborado por la Fundación Ideas para la Paz.
El documento señala entre los desafíos a los que tiene que hacer frente el gobierno de Iván Duque “la expansión del ELN y su mayor participación en las economías ilegales fronterizas, incluyendo, en algunas zonas y de manera diferenciada, al narcotráfico”.
También destaca la disputa entre el Ejército de Liberación Nacional y el EPL en la frontera venezolana en Norte de Santander, “con una posible expansión de este último grupo” a otras zonas fronterizas. Junto a ello, se está produciendo un fortalecimiento de las disidencias de las FARC en los territorios limítrofes con Venezuela, Brasil y Perú, y Ecuador.
Relacionado con todo ello, el informe también destaca “el riesgo al que están expuestos los migrantes venezolanos de ser reclutados por grupos armados al margen de la ley y su incorporación como mano de obra de diferentes economías ilegales”. El documento señala que “para las mujeres venezolanas el riesgo de explotación sexual y de feminicidios es mayor, en el marco de su vinculación al trabajo sexual y economías ilegales”.
El ELN es el gran reclutador de venezolanos
La situación de vulnerabilidad de muchos participantes en el éxodo venezolano facilita su reclutamiento por parte de las organizaciones criminales. El ELN capta, a veces de forma forzosa, combatientes entre los jóvenes llegados de Venezuela en los departamentos de La Guajira, César, Vichada, Arauca y Norte de Santander, siempre según el informe.
En esta zona, sin embargo, el grupo que más venezolanos recluta es el EPL. Las disidencias de las FARC lo hacen sobre todo en Vichada y Arauca.
Las organizaciones narcoterroristas no se limitan a reclutar jóvenes combatientes y a captar mujeres para prostituirlas
Las organizaciones narcoterroristas no se limitan a reclutar jóvenes combatientes y a captar mujeres para prostituirlas entre los venezolanos que huyen del régimen de Nicolás Maduro. También consiguen mano de obra para otras actividades ilícitas. El informe apunta, por ejemplo, a la minería ilegal. De hecho, desde Vichada el ELN y las disidencias de las FARC se coordinan incluso para controlar la explotación de minerales en el país vecino. En concreto, lo hacen en la Guayana venezolana.
En Norte de Santander se produce una disputa entre el ELN y el EPL por controlar toda la cadena del narcotráfico. Utilizan a venezolanos como recolectores en los cultivos y en el transporte de las sustancias ilegales. A eso se suma que en ese departamento actúa la banda criminal ‘Los Rastrojos’, que tras haber sido un importante grupo dedicado al narcotráfico en la actualidad controla el contrabando de gasolina subvencionada de Venezuela hacia Colombia y de otros productos entre ambos países. Además, de acuerdo con el informe, se dedica a la trata de mujeres y niñas venezolanas con fines de explotación sexual.