(EFE).- Cerca de la 01.30 hora local (06.30 GMT) y en solo segundos, 55 unidades de las 136 del edificio Champlain Towers South, de 12 plantas, 40 años de antigüedad y situado en primera línea de playa, se desplomaron de arriba a abajo como «panqueques», en palabras del alcalde de la ciudad, poblada mayoritariamente por judíos.
Las causas están por determinar y el gobernador indicó que hay ingenieros trabajando para averiguar qué pasó, pero indicó que no habrá respuestas inmediatas. «El edificio literalmente se derrumbó, se derrumbó, y quiero decir que solo hay pies entre los pisos donde había 10 pies (3 metros)», dijo Burkett.
«No vamos a tener tanto éxito como nos gustaría para encontrar gente viva», subrayó el alcalde. Desde el exterior se ven los restos de lo que parecían ser una sala de estar y dos filas de habitaciones y aparatos de aire acondicionado colgando de sus propios cables de electricidad sobre un amasijo de hierros y toneladas de cemento que cayeron de este edificio.
Las tareas de búsqueda están dirigidas por los bomberos del condado de Miami-Dade con ayuda de perros adiestrados y se ven entorpecidas por la lluvia que cae hoy en un día gris en el sur de Florida. El gran temor es la posibilidad de que el edificio, cuyos apartamentos se vendían por precios desde 500.000 hasta más de 900.000 dólares, según web especializadas, se desplome totalmente mientras se realizan las tareas de búsqueda.
Por ese motivo no solo se ha evacuado Champlain Towers South, sino los edificios contiguos. «Muchas gracias a nuestros valientes y valientes trabajadores de Bomberos», dijo la alcaldesa del condado Miami-Dade, Daniella Cava Levine, quien visitó el lugar y habló con el presidente de EE.UU., Joseph Biden.
«Ofreció todo el apoyo del Gobierno federal para ayudar a nuestra comunidad durante este momento difícil. Continuamos trabajando con agencias locales, estatales y federales mientras respondemos a esta tragedia y hacemos todo lo posible para apoyar a las familias afectadas», escribió la alcaldesa en Twitter.
LOS SOBREVIVIENTES
Los sobrevivientes del desplome han sido realojados en hoteles y se ha habilitado un teléfono para quienes buscan a personas del edificio parcialmente desplomado y un centro de reunificación en las cercanías de Champlain Towers. Los que hablaron con la prensa dijeron que escuchan un «gran estruendo», que sintieron algo parecido a un «terremoto» y luego vieron una gran nube de polvo que lo cubría todo.
«No quedó nada, desapareció, se borró», dijo a Efe la argentina Jacqueline Pakota sobre el ala del edificio que se desplomó, donde ella tenía dos apartamentos. Pakota está angustiada porque unos amigos suyos, un matrimonio argentino y su hija, de 6 años, se habían trasladado la pasada noche a uno de sus apartamentos, que quedó «totalmente» destruido.
Se trata de Andrés Galfrascoli, de 45 años; Fabián Núñez, de 55, y la menor, Sofía Galfrascoli Núñez, de 6 años. Otros dos argentinos, los actores Gimena Accardi y Nicolás Vázquez, ambos pareja, también estaban en el edificio cuando se produjo el derrumbe pero se salvaron. «Nosotros estamos bien, gracias por preocuparse», escribió Accardi en Instagram.
«Vamos a hacer todo lo que sea posible para identificar y rescatar a todos los que estén atrapados entre los escombros», prometió la alcaldesa de Miami-Dade.
En el edificio, que se inauguró en 1981, se estaba realizando reparaciones en la cubierta, algo que no tendría por qué haber provocado el desplome, según el alcalde de Surfside.
Con información de EFE