Daniel Gómez (ALN).- La región redujo los datos de consumo frente a los países desarrollados de la OCDE. Pero de nada vale, dijo Raúl Katz, profesor de la Columbia Business School, si Latinoamérica no innova ni genera cadenas de valor a fin de asimilar la transformación digital: “Si no la afrontamos, seguirán las vacas flacas”.
Raúl Katz, profesor de la Columbia Business School, señaló como responsable de la baja productividad de América Latina el rezago digital que sufre frente a los países desarrollados de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El académico presentó en la Casa de América de Madrid el último informe elaborado por la Fundación Cotec para la Innovación. Katz fue el investigador principal del documento y la consultora que preside, Telecom Advisory Services, la casa donde trató los datos que sostienen su tesis.
Un aumento en la digitalización de consumo
Tomando 2010 como partida, el nivel de digitalización de consumo (accesibilidad a productos electrónicos) en América Latina aumentó un 7,43%, mientras que la Península Ibérica lo hizo al 3,89% anual. “Es normal que crezca más rápido. España y Portugal, como cualquier región del mundo desarrollado, crecen de forma lenta”, dijo Raúl Katz. El informe mostró que Chile, Panamá, Colombia, Uruguay, Colombia, Costa Rica, Argentina y Brasil presentaron un índice avanzado de desarrollo. Además, otros como Perú, México y Ecuador están a punto de dar ese salto.
Por tanto, la brecha entre Latinoamérica y los países OCDE es menor. “Pero no hay que entusiasmarse”, avisó Katz, “un 46% de la población no accede a internet con todos los problemas naturales: analfabetismo, déficit de infraestructura, distribución del ingreso y falta de desarrollo en zonas rurales”.
Pierde el 12% de la inversión en contribuciones
“América Latina está muy bien en términos de acceso, no de inversión y capital humano”. Katz sostuvo la afirmación tomando 2015 como referencia. Los datos reflejaron que la inversión en digitalización de los países desarrollados fue de 32 sobre 120. Mientras, las naciones avanzadas de Latinoamérica lo hicieron en 12 sobre 120. Esta brecha de inversión, según los estudios de Telecom Advisory Services, radica en incentivos limitados y una pronunciada asignación de contribuciones públicas.
La consultora de Raúl Katz elaboró los datos del informe Cotec / ALN: Malala Sansur
Tomando como ejemplo la industria que construye redes en América Latina, observa cómo la inversión en infraestructura fue de 23.000 millones de euros (26.000 millones de dólares), lo que términos de ratio de ventas supuso un 20%. “Si me posiciono como analista de mercado, este dato está muy bien, pero, ¿por qué la brecha?”. Según el profesor, hay un 12% que se pierden en términos que van más allá del impuesto a la renta: pagos por espectro, cargas sociales y contribuciones.
“Es una decisión de política económica. Se trata de uno de los debates más importantes que tiene América Latina. Hacienda debería sentarse y pensar: lo que pierdo en ganancias en política tributaria un año, lo gano a largo plazo incluyendo tecnología para mejorar la producción”.
Creció el consumo, pero no la capacidad de innovación
De igual forma sucede con los datos de capital humano. La media OCDE fue de 38 sobre 120, y la de Latinoamérica de 30 sobre 120. Desde el 2004 hasta 2015, se vio cómo el índice de digitalización regional creció más de 20 puntos, pero la capacidad de innovación se mantuvo plana.
Según estudios de la Unesco y la Organización Internacional de Trabajadores (OIT), en el periodo no mejoró la capacitación técnica de la sociedad pues no se graduaron más ingenieros, ni tampoco se obtuvo mano de obra cualificada. Las consecuencias de esta situación, inquirió Katz, “pueden ser dramáticas”. “Latinoamérica consume productos desarrollados fuera de América Latina y no crea inventiva doméstica. Ahí vienen los problemas de contenido, desarraigo cultural y disminución de capacidad innovadora”.
Latinoamérica no asimila la transformación digital
Sector por sector, la producción industrial de América Latina está a la zaga de España y Portugal en cualquiera de los sectores. Véase lo referente a energía, comunicaciones y turismo. En todos ellos la Península Ibérica supera a Latinoamérica en más de 10 puntos.
Por un lado, están las cifras de consumo de infraestructura en América Latina: a la par con las de España y Portugal, de 80 sobre 100. Pero éste es el primer paso de una cadena de valores que pierde fuerza a medida que avanza. Del consumo al aprovisionamiento, luego al procesamiento y por último la distribución.
Acudiendo a los datos de Telecom Advisory Services, lo “especialmente preocupante” se avista en el área de procesamiento. Hay una brecha de 35 puntos entre el continente y la Península Ibérica. Este último indicador viene a demostrar otra de las ideas de Raúl Katz: “no hay capital intangible”. Entonces, “de nada sirve adquirir productos digitales si no se asimilan. Aquí reside la esencia de la transformación digital. Si lo conseguimos, daremos una gran noticia a la economía. Pero hoy no lo tenemos. Si no afrontamos la transformación digital, América Latina seguirá en las vacas flacas”.