Elizabeth Fuentes (ALN).- La Colección de Pigmentos Forbes contiene más de 2.500 colorantes utilizados por el hombre a lo largo de varios siglos, tales como el ‘marrón momia’ hecho con antiguos egipcios molidos, el ‘amarillo indio’ realizado con orina de vaca y el verde esmeralda utilizado por Vincent Van Gogh que contenía sulfuro de arsénico. El espectáculo de ver tantos tonos juntos está cobijado por la Universidad de Harvard.
No es accesible del todo, porque la Colección de Pigmentos Forbes está ubicada en un área exclusiva para el personal que allí labora y los curiosos sólo pueden ver a través de las vitrinas los miles de frascos de colores y tonos que han sido utilizados por el hombre desde Hércules hasta el sol de hoy. Porque la leyenda urbana sostiene que fue el perro de Hércules el que descubrió el color púrpura de Tyrian, un colorante fenicio que requería 10.000 moluscos para producir un gramo de pigmento y era ese animal, olfateando la playa en busca de moluscos, el único que lograba reunir semejante cantidad.
Albergada en el cuarto piso de Harvard Art Museums, la Colección de Pigmentos Forbes, que compila tanto productos naturales como sintéticos, está contenida en varias hileras de gabinetes de vidrio que van del piso al techo.
Recientemente el instituto adquirió una muestra de Vantablack, un material negro que absorbe el 99,97% de la luz
Allí se pueden ver botellas de vidrio de todas las formas, tamaños y, por supuesto, colores, la mayoría de los cuales fueron minuciosamente compilados por Edward Waldo Forbes entre 1910 y 1944.
Estos colores incluyen los legendarios ‘Mummy Brown’, muy popular en la pintura europea durante los siglos XVIII y XIX -se decía que literalmente estaba hecho de “antiguos egipcios molidos y sus mascotas”-, el ‘púrpura real’, un color increíblemente caro y sólo accesible a la corte bizantina, el ‘ultramarino’ utilizado en pinturas medievales y obtenido a partir de la extracción del lapislázuli afgano, que en su época resultaba tan costoso como el oro o el ‘verde esmeralda’ utilizado por pintores de la estatura de Vincent Van Gogh pero cuyo tono se producía gracias al sulfuro de arsénico.
Del siglo XX la colección alberga el llamado ‘amarillo indio’ producido a partir de la orina de vacas alimentadas solamente con hojas de árboles de mango, pero este color fue prohibido por el gobierno británico al considerar que su elaboración atentaba contra la salud de los animales. Más recientemente, como prueba de que el instituto es un organismo vivo y en desarrollo constante, adquirió una muestra de Vantablack, un material negro que absorbe el 99,97% de la luz.
Por amor al arte
El proyecto fue encabezado por Edward Waldo Forbes -de allí hereda su nombre-, un egresado y luego profesor de Bellas Artes de la Universidad de Harvard, quien se desempeñó como director del Museo de Arte Fogg en esa universidad. También fue fundador del Centro de Conservación y Estudios Técnicos, más tarde renombrado como Centro Strauss para la Conservación y los Estudios Técnicos.
De hecho, todos los colores que posee la colección, estudiados y cuidadosamente catalogados, pertenecen al Centro Strauss para la Conservación, un organismo fundamental para científicos e historiadores del arte, quienes pueden acudir allí para verificar los orígenes de algunas pinturas que serán sometidas a subastas y para identificar los compuestos clave de colores antiguos a fin de catalogar o restaurar obras maestras.