Daniel Gómez (ALN).- Nicolás Maduro decidió parar la entrevista que le hizo el periodista de Univisión Jorge Ramos. Una entrevista de 17 minutos, tensa desde el comienzo hasta el final. Con un Maduro fuera de sus casillas, e incómodo por los datos que le presentó Ramos. Datos y una imagen que no dejó ver porque se levantó de la silla y con su cuerpo la tapó.
Nunca a Nicolás Maduro se le vio tan presionado. El periodista Jorge Ramos, de Univisión, le preguntó por todo. Por la represión, los presos políticos, los muertos… Hasta que Maduro no pudo más.
– Déjeme enseñarle un vídeo de lo que yo vi ayer, le comentó Ramos.
– Esta entrevista no tiene ningún sentido. Ni para ti, ni para mí. Yo creo que es mejor suspenderla, ¿oíste? Te agradezco todo, hasta luego.
Eso respondió Maduro, mientras el periodista desenvainaba el iPad con un vídeo. El de unos venezolanos comiendo en la basura y responsabilizando al mandatario de su precaria situación. “Usted como presidente no sirve”, dijo uno de los muchachos.
Jorge Ramos dio a conocer este episodio el 26 de febrero. El periodista había sido expulsado del Palacio de Miraflores por incomodar al presidente. Lo retuvieron a él y a su equipo por más de dos horas. Todo el material fue retirado, confiscado y eliminado. Hasta que fuentes confidenciales y una operación que involucró a “cuatro países”, precisó el periodista, consiguieron una copia de los equipos de grabación del régimen venezolano, el cual siempre graba las entrevistas que le hacen al mandatario medios extranjeros.
El momento de Maduro parando la entrevista, despidiéndose, y acercándose a tapar el iPad de un Ramos delgado y pequeño en comparación con un Maduro alto y grueso, fue el momento en el que culminó todo. La espalda del mandatario ocultando las imágenes pone fin a una entrevista llena de momentos tan tensos como este.
– Usted no es el presidente legítimo: ¿Cómo le llamo?
Ramos comenzó la entrevista aludiendo a los 52 países que ya en febrero desconocían a Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Que lo llaman “dictador”, apuntó el periodista.
– Tú reconoces qué es esto -respondió Maduro enseñando la Constitución-. Tú me tienes que llamar como dice la Constitución. Yo me llamo Nicolás. Un solo nombre tengo. Nicolás Maduro Moros. Un obrero. Un hombre sencillo. Soy popular. He sido electo y reelecto presidente. Yo estoy residiendo en el Palacio Presidencial de Miraflores, donde legítimamente llegué por el voto popular.
Eso dijo Maduro.
– No eres periodista. Eres militante de la oposición. De la extrema derecha.
Ramos le enumeró a Maduro los motivos por los que no es presidente legítimo a ojos de esos 52 países. 52 gobiernos que desconocen la elección de mayo de 2018 por la inhabilitación de candidatos como Leopoldo López y Henrique Capriles. Porque no hubo observación internacional. Porque el Consejo Nacional Electoral, el encargado de contar los votos, está controlado por el chavismo.
– Es como salir a un partido de fútbol sin contrincante, sin árbitro, y luego usted pone el marcador.
– Vuelves a caer en el error de no ser periodista, sino militante de la oposición.
– Son los datos.
– No. Son tus datos. Acepto tu rol de militante de la oposición venezolana. De la extrema derecha.
– Los venezolanos en EEUU llaman a una invasión en Venezuela.
Después del encontronazo entre Maduro y Ramos -el primero insistiendo en que Ramos es militante de la oposición, el segundo reafirmado su papel de periodista-, el mandatario agita el fantasma de la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
– Se ha levantado una ola dentro de grupos de venezolanos que viven en EEUU, sobre todo en sectores politizados, de llamar a una invasión en Venezuela.
Mientras Maduro aludía a la guerra, Ramos le corta diciendo que el tema de la entrevista no es el de la intervención militar. El tema es el de la legitimidad de su mandato, manchado “por fraude y por asesinatos”, citando palabras de un chavista como Hugo “El Pollo” Carvajal, ahora repudiado por el régimen.
– Si fueras venezolano, tendrías que enfrentarte con la justicia.
Jorge Ramos citó a Hugo “El Pollo” Carvajal, quien está siendo juzgado en España, y también a organismos internacionales que atribuyen a los guardias y policías del régimen “cientos de muertes” en las protestas de 2014, 2017 y 2019. Datos que no gustaron a Maduro.
– Si fueras venezolano, tendrías que enfrentarte con la justicia, porque estás haciendo afirmaciones que son falsas, dijo Maduro.
– Estoy dando datos de gente que fue asesinada por gente de su gobierno, precisó Ramos.
– Te vas a tragar con una Coca-Cola tu provocación.
Y Ramos siguió dando datos. Como el de los 989 presos políticos que hay en el país, según el Foro Penal. Una organización a la que desprestigia Maduro porque, dice, está financiada por la Usaid, la agencia de desarrollo internacional de EEUU. Otro dato que enfureció a Maduro. Que lo sacó de sus casillas.
– Agarra tu basurita compadre. Te vas a tragar con una Coca-Cola tu provocación.
Y entonces el periodista siguió con los datos. De Human Rights Watch, que documentó 380 casos de abusos inhumanos en Venezuela, incluida la tortura. Otro organismo desacreditado por Maduro por “estar totalmente parcializado”. Y también desacreditó a Ramos, quien aludió a una imagen, la que le iba a mostrar en el iPad y finalmente Maduro no dejó ver.