Antonio José Chinchetru (ALN).- Este miércoles se celebra la sesión constitutiva de la nueva legislatura del Parlamento de Cataluña. En la arena política, Carles Puigdemont tiene que hacer frente a dificultades crecientes para ser elegido presidente. En materia económica, la comunidad autónoma tiene por delante cinco graves problemas económicos generados por el desafío independentista.
En un ambiente de total incertidumbre política, este miércoles arranca la nueva legislatura del Parlamento de Cataluña. Uno de los momentos más importantes de la sesión constitutiva de la Cámara va a ser la elección de la Mesa y del nuevo presidente. Gracias al casi seguro apoyo de Catalunya en Comú-Podem, la marca electoral de Podemos en las elecciones del pasado 21 de diciembre, los independentistas parecen tener garantizada la mayoría en el órgano de gobierno del Legislativo autonómico y la Presidencia.
La elección de un nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña es algo que, sin embargo, no va a resultar tan sencillo para los independentistas. Carles Puigdemont mantiene su intención de participar en el debate de investidura a través de videoconferencia o mediante otro diputado de Junts Per Catalunya (marca electoral y parlamentaria del Partido Demócrata Europeo Catalán, PDeCAT) que hable en su nombre. Sin embargo, los letrados del Parlamento catalán ya han dictaminado que esa opción no es legal. Esta valoración de los servicios jurídicos ha provocado que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), cuyos votos necesita Puigdemont, rechace esa opción.
Para complicarle más las cosas, los letrados aceptan que puedan delegar su voto los tres diputados que se encuentran en prisión provisional, pero no los cinco que están fugados en Bélgica (incluido Puigdemont). De esta manera, el independentismo no puede alcanzar una mayoría absoluta que le permita nombrar un nuevo presidente autonómico.
Al margen de la batalla parlamentaria y las estrategias para conformar gobierno, el panorama se presenta muy complicado para la economía catalana, como efecto del desafío separatista. Afronta en especial cinco grandes problemas:
1.- Sigue la fuga de empresas
Los comicios autonómicos no lograron poner fin a la fuga de empresas. Los últimos datos hechos públicos por el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España corresponden al cierre de 2017. Durante los últimos tres meses del año fueron 3.208 las compañías que trasladaron su sede social de Cataluña a otras regiones de España. La oleada de salidas ha continuado después de año nuevo.
Esta misma semana han trasladado su sede las filiales españolas de Panasonic y de Mitsubishi Electric, el grupo de transporte internacional Transpais, la financiera Mercury Internacional y el holding internacional de sitios web Red Arbor, entre otras. También se ha trasladado el grupo hotelero Gallardo, propietario de establecimientos en Cataluña y Aragón. Es la séptima cadena del sector que traslada su sede fuera de la región desde el referéndum ilegal del 1 de octubre.
El presidente del Grupo Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha dicho en una entrevista con Radio Nacional de España que no sabe de ninguna empresa que haya vuelto a Cataluña, y ha dado por hecho que el fenómeno va a continuar. Ha afirmado que él mismo no descarta dar ese paso con su compañía si la situación política no mejora. Ha explicado: “Marcharse es un desgarro, pero si realmente hay anomalías e inestabilidad no se tiene más remedio. Vamos a ir viendo qué pasa”.
2.- Bajada del turismo
El traslado de la sede social de siete cadenas hoteleras, algunas de las cuales se plantean desinvertir en Cataluña, es un reflejo de la mala situación que vive el turismo en la región. Según la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, la inestabilidad política en la región le ha costado al sector 319 millones de euros en los últimos trimestres del año. Esta organización estima que si se mantiene el desafío independentista el costo será de otros 924 millones de euros (Ver más: Cataluña | El desafío independentista puede costarle 924 millones de euros al turismo en 2018).
El consejero delegado de NH Hoteles, Ramón Aragonés, dijo este martes que el impacto del desafío independentista sobre su grupo ha sido de dos millones en resultado bruto de explotación (Ebitda) y que aunque 2018 ha empezado mejor, “si vuelve a haber confrontación, impactará directamente en la cuenta de explotación”, según ha informado la agencia EFE. El presidente del grupo Hotusa, Amancio López Seijas, ha afirmado que en Barcelona no registraron una caída de actividad después del atentado de agosto, pero sí desde el 1 de octubre, en que se celebró el referéndum, hubo “un desplome”, que “ha continuado hasta diciembre”, si bien en enero la “caída es menor”. Ha recordado que en Barcelona la demanda hotelera crecía alrededor del 8% antes de la declaración unilateral de independencia y ha advertido que si continúa “el conflicto en la calle”, la tendencia “será difícil de romper”.
3.- 400 millones de inversión inmobiliaria paralizados
Otro sector que se ha visto dañado ha sido el inmobiliario de oficinas. En Barcelona se han paralizado inversiones por un valor de 400 millones de euros, según los datos de la inmobiliaria Savills Aguirre Newman. Este impacto negativo, sin embargo, es de menor cuantía del que preveían los expertos. El director de corpore real estate de la firma, Pablo Romaní, ha dicho que “no se ha producido el descalabro que podíamos pensar”, según ha informado la agencia EFE.
Entre las operaciones que se han visto frenadas por la situación política está la de Hispania, que había puesto a la venta un paquete de edificios de toda España, de los cuales cinco están en Barcelona, la de Realia y el edificio Imagina, sede de Mediapro, por el que ninguna empresa pujó en subasta.
4.- En el vagón de cola del crecimiento español
Cataluña ha sido tradicionalmente el motor económico de España, la región que más aportaba al Producto Interior Bruto (PIB) del país. El think tank Funcas, de las antiguas cajas de ahorro, prevé que esto va a dejar de ser así en el presente ejercicio. Por primera vez en su historia, la Comunidad de Madrid va a registrar al cierre de un ejercicio un PIB superior al de la comunidad autónoma del noreste de la Península Ibérica. El adelanto se va a producir debido a que, según sus estimaciones, el crecimiento de la economía madrileña será del 3,3% y el de la catalana se limitará a un 1,7%.
Según estas previsiones, Cataluña no sólo crecerá a un ritmo muy inferior a Madrid (que será la comunidad con mejor evolución de todo el país). También lo hará a una velocidad más reducida que la media de España.
Funcas estima que el aumento del PIB español sea de un 2,6% en 2018. Cataluña, por tanto, crecerá nueve décimas menos que la media española. Tan sólo dos comunidades autónomas tendrán una evolución más lenta. Se trata del Principado de Asturias (1,6%) y Extremadura (1,4%).
5.- Destrucción de empleo
El último trimestre del año ha sido positivo en el conjunto de España en términos de creación de empleo. A pesar de que en noviembre se redujo el número de afiliados a la Seguridad Social en 12.773, el saldo trimestral es positivo. Al cierre del año, había en el conjunto del país 124.039 trabajadores en activo más que en septiembre, lo que supone un incremento del 0,68% en el total de ese periodo. El mejor mes fue octubre, con un aumento de 94.368 afiliados, mientras que en diciembre se sumaron 42.039 nuevos empleos.
Cataluña ha evolucionado en sentido contrario a la media nacional. En un octubre muy positivo para el conjunto del país, en esa comunidad autónoma se produjo un estancamiento al crecer en tan sólo 1.702 el número de afiliados a la Seguridad Social. En noviembre se destruyeron 4.038 puestos de trabajo (lo que supone una caía del 0,12%, superior a la del 0,07% del promedio del país). Diciembre ha sido un poco mejor, pero con un estancamiento absoluto, al haber tan sólo 148 afiliados más. El saldo del trimestre es negativo, con un descenso del 0,7%, al haberse destruido 2.188 puestos de trabajo en la región.