Redacción (ALN).- El bitcoin experimentó fuertes revalorizaciones en 2017, pero para 2018, la posibilidad de realizar más fácilmente operaciones en corto sobre la criptodivisa podría corregir esas subidas, según explica José Lagarto, director de análisis de Orey iTrade. Ese es uno de los desafíos. Otros tienen que ver con la legitimación de este activo por parte de reguladores y con la credibilidad entre los inversores.
El bitcoin experimentó revaloraciones meteóricas en 2017 que le llevaron de los 1.000 dólares a comienzos de año hasta niveles cercanos a los 20.000 dólares en diciembre. Pero esta criptomoneda podría enfrentarse a duros desafíos en 2018, según afirma en un comunicado José Lagarto, director de análisis de la firma de inversión Orey iTrade.
Como un primer desafío, el experto recuerda que el bitcoin está envuelto en polémicas en cuanto a la legalidad y aceptación por parte de los diversos reguladores. Así, la evolución de esta criptodivisa pasará por esa “legitimación” de las autoridades. Además, “la fuerte volatilidad del mercado de bitcoins, así como la inestabilidad de las plataformas y Bolsas de intercambio, pueden ser vistas como factores de riesgo para la evolución de la criptodivisa”, apunta Lagarto.
El sistema en el que se mueve el bitcoin “sigue siendo un atractivo desafío para los hackers de todo el mundo”, afirma Lagarto
De hecho, “el sistema [en el que se mueve el bitcoin], que aparentemente está blindado a los ciberataques, sigue siendo un atractivo desafío para los hackers de todo el mundo”, advierte el experto. No obstante, matiza que la constante evolución tecnológica contribuye a una mayor seguridad en el sistema de las criptomonedas, pero también estimula a los hackers para lograr sus objetivos.
El segundo desafío es sobre la tecnología blockchain, que es en la que se basan las criptomonedas, y cómo esta “viene a alterar, de alguna manera, el actual status quo de la transmisión de información segura en las transacciones financieras, en los datos personales, etc, ya que estos documentos pasan a estar disponibles y validados en el momento”, subraya el director de análisis de Orey iTradae. “Seguramente esta tecnología pronto podrá ser utilizada de forma más generalizada”, aventura Lagarto.
El tercer desafío está vinculado con la credibilidad. “La reciente inclusión de los contratos futuros sobre el bitcoin está contribuyendo a una mayor credibilidad del activo”, según observa el experto. En este sentido, apunta que aquellos “gestores que difícilmente podrían haber invertido en bitcoins en Bolsas no reguladas (Coinbase, bitfinex, etc), ahora lo pueden hacer. Además, los futuros aumentan su liquidez, pudiendo llevar a una reducción de la volatilidad”.
Como cuarto desafío está “la posibilidad de realizar operaciones cortas sobre la criptodivisa con más facilidad”. Este hecho podrá presionar a la divisa y corregir las fuertes subidas experimentadas, según explica Lagarto.
El quinto y último desafío tiene que ver con las voces que apuntaban a que el bitcoin tendería a convertirse en un activo refugio, como el oro. Tal como recuerda el experto, “para serlo debería tener el reconocimiento generalizado de su valor tangible y una fuerte liquidez”.
En este punto, el experto explica que “esa liquidez es la que acaba por absorber parte de la mayor volatilidad en eventos de estrés, permitiendo a los inversores salir del mercado si así lo desean”. No obstante, “en este momento, el bitcoin parece no haber alcanzado aún este nivel”, concluye Lagarto.