Redacción (ALN).- El anuncio del presidente electo de México de que renunciará a la guardia personal, a la residencia y al avión presidenciales tiene un antecedente directo en Hugo Chávez. Como todavía no ha llegado al poder, no se puede saber si el mexicano cumplirá la palabra. El venezolano no lo hizo.
Andrés Manuel López Obrador reafirmó este martes una promesa que ya hizo en la campaña electoral. Aseguró que no usará el avión presidencial, con cuya venta ya se había comprometido antes de los comicios. También manifestó que no se desplazará en helicópteros del Estado. A esto sumó el anuncio de que renunciará a usar Los Pinos, la residencia oficial del presidente de México, y a la seguridad oficial. Otro mandatario latinoamericano hizo promesas similares en el pasado. Fue Hugo Chávez, quien después actuó en sentido contrario.
Como presidente electo que es, de López Obrador por ahora tan sólo se pueden analizar las promesas. Los hechos no llegarán hasta que tome posesión del cargo. Será el próximo 1 de diciembre. Para explicar su renuncia al cuerpo militar encargado de la protección presidencial, dijo: “He sostenido que me cuida la gente y me cuida el pueblo, y el que lucha por la justicia no tiene nada que temer”.
Sobre sus viajes, López Obrador sostuvo: “No voy a trasladarme en aviones de gobierno, ni tampoco en helicópteros. Cuando tenga que viajar lo haré como siempre, en aviones de línea comercial”. Esta afirmación no es del todo cierta. En la campaña electoral publicó en Internet un vídeo a bordo de un aparato privado alquilado, presumiendo de que era un avión “que no tiene ni Donald Trump”.
La tercera promesa fue no vivir en Los Pinos, para convertir la residencia oficial en “un espacio para las artes y para la cultura de México”.
Chávez viajaba con más de 100 guardaespaldas
Las promesas son muy similares, cuando no idénticas, a las realizadas por Chávez en 1998, antes de las elecciones que le llevaron al poder, o en los primeros años de mandato. Al igual que ha hecho ahora el mexicano, el venezolano prometió rebajar el número de escoltas. Sin embargo, hizo todo lo contario. Con el paso de tiempo, el dispositivo para protegerle fue creciendo de forma constante en número de efectivos.
Era así tanto en el interior de Venezuela como en sus viajes al extranjero. La corresponsal de El Mundo en Colombia, Salud Hernández-Mora, daba buena cuenta de ello en una crónica desde Bogotá en agosto de 2010. Contaba que en un encuentro de jefes de Estado celebrado unos años antes en Quito al entonces presidente colombiano Andrés Pastrana le acompañaban cinco guardaespaldas, mientras que a Chávez le protegía algo menos de un centenar de efectivos.
Ya en 2010, cuando el venezolano viajó a Bogotá (Colombia) para reunirse con Juan Manuel Santos el dispositivo de seguridad que se desplazó con él ya superaba las 100 personas. En esa misma crónica se indicó, citando informaciones de RCN Radio, que en las salidas al exterior de Chávez le acompañaban tres anillos de seguridad. Dos de ellos, precisó, iban por delante de él. El expresidente tenía hasta un escolta cubano.
Con el paso de tiempo, el dispositivo para proteger a Chávez fue creciendo de forma constante en número de efectivos
La periodista española añadió que el mandatario contaba hasta con un probador de comida que degustaba cualquier alimento antes que él para asegurarse de que no iba a ser envenenado.
Pero no sólo Chávez tenía escolta. También los ministros, alcaldes, gobernadores… Cualquier funcionario se hizo rodear de guardaespaldas. Hasta crearon grupos paramilitares, los llamados colectivos. Algunos dirigentes contaban con su propio grupo de protección personal.
Anuncios de venta de aviones que no tuvieron lugar
La primera vez que Hugo Chávez anunció que vendería aviones oficiales fue en 1998, cuando todavía era aspirante a la Presidencia de Venezuela. La promesa de venta se refería a aeronaves de la petrolera estatal PDVSA. Al año siguiente, ya como presidente, anunció que Petróleos de Venezuela había vendido 23 aviones y que se venderían otros 15 propiedad del Estado. En el acto en el que lo dijo, enseñó el que identificó como un “avión presidencial” y sostuvo que era uno de los que estaba en venta.
No sólo el Estado no se deshizo de esas aeronaves, sino que ordenó la compra de más aparatos destinados a ser usados por Chávez en sus viajes. Un caso especialmente conocido fue cuando el Estado adquirió un Airbus ACJ-319 por unos 61 millones de dólares, a los que hubo que sumar otros 15 millones de dólares para realizar modificaciones en el aparato, tal como informó el periódico mexicano Etcétera.
El Palacio de Miraflores iba a ser una universidad
La promesa que ha hecho López Obrador de convertir la Residencia Oficial Los Pinos en “un espacio para las artes y para la cultura de México” es muy similar a la realizada por Chávez en enero de 2002. El mandatario venezolano dijo entonces que transformaría el Palacio de Miraflores, la sede de gobierno y residencia presidencial, en una nueva Universidad Popular Bolivariana.
No sólo el Estado no se deshizo de las aeronaves, sino que Chávez ordenó la compra de más
Cuando hizo ese anuncio, Chávez incluso bromeó diciendo que los opositores se iban a alegrar de ver cómo abandonaba el Palacio de Miraflores. No lo hizo, sin embargo, hasta más de 10 años después. Salió de las instalaciones presidenciales por última vez el 10 de diciembre de 2012. Pero no lo hizo para trasladar su residencia. El destino era Cuba, para ser tratado de la enfermedad que padecía. Falleció el 5 de marzo de 2013.
En la actualidad, Miraflores sigue siendo sede del gobierno y residencia presidencial. Quien vive en él es Nicolás Maduro.
Chávez también prometió que convertiría La Casona, residencia oficial de los presidentes de Venezuela desde 1964, en una escuela para niños. “En La Casona, en un despacho presidencial que se la pasa solo, y un salón de ministros que se la pasa solo, y un jardín bien bonito que se la pasa solo, ahí yo quiero instalar ahorita, un jardín de infancia”, dijo Chávez en 2004. Nada de aquello es hoy una realidad. En La Casona viven la primera esposa del expresidente y algunos familiares.