Redacción (ALN) .- Diego Barría, de 32 años, fue reportado como desaparecido desde el 18 de febrero cuando se dirigía a su vivienda en Chubut, Argentina.
Los agentes comenzaron a investigar la zona donde fue visto por última vez hablando con unos amigos. Tras 40 horas de búsqueda localizaron su cuatriciclo destruido y un poco más lejos el casco abollado y partido en dos por la parte inferior. Sin embargo, el cuerpo de Barría no estaba en el lugar.
La resolución del caso llegó ocho días después de la mano de dos pescadores, que llevaron el domingo a la policía restos humanos localizados en el interior de un pequeño tiburón de cerca de 1,50 metros que habían capturado en las aguas frente a Caleta Olivia.
Cuando abrieron al animal para retirar las vísceras hallaron piel, grasa y carne humana. Los restos correspondían a un antebrazo y aún era reconocible el tatuaje de una rosa verde y roja.
Y fue precisamente a través de ese tatuaje que la familia identificó a Barría. Aunque, el comisario Cristian Ansaldo sostuvo que se realizará una prueba de ADN. “Nosotros y la fiscalía necesitamos realizarlo en forma científica”, dijo.
Entre las hipótesis que maneja la fiscalía se encuentra que el hombre haya chocado con una roca y el cuerpo se lo haya llevado el mar. Sin embargo, «vamos a manejar todas las hipótesis con las evidencias encontradas en el lugar. Ese día hubo marejada, se concurrió con peritos al lugar, y se analizará el vehículo para establecer cómo fue el accidente, porque el vehículo fue encontrado más hacia la costa pero pudo haber sido movido por el oleaje», señaló el comisario.
Con información de El País