(EFE).- El expresidente colombiano Álvaro Uribe alertó de los riesgos que supondría para la economía y la democracia la llegada al poder de un dirigente de izquierda como Gustavo Petro, líder en las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de mayo próximo.
«Si el país no toma decisiones insensatas, con el crecimiento económico experimentado (del 10,6 % en 2021), Colombia podrá mostrar en libertad una gran tendencia de reducción de la pobreza», dijo Uribe, quien fue presidente de 2002 a 2010, al intervenir en el I Encuentro Regional del Foro Madrid, organizado en Bogotá por el partido ultraderechista español Vox.
Según Uribe, «si en el Gobierno anterior (de Juan Manuel Santos) pararon la economía, qué esperar de un Gobierno con Petro, con la amenaza permanente de expropiaciones, de impuestos y regulaciones excesivas».
«Se necesita mutua implicación entre empresa privada y política social, no en vano nuestro temor a lo que puede ser un gobierno de Petro», insistió el exmandatario en una intervención por videoconferencia dirigida al centenar de asistentes que este sábado acudieron al hotel de Bogotá donde se celebra el encuentro.
Petro, que fue derrotado por el actual presidente colombiano, Iván Duque, en la segunda vuelta de las presidenciales de 2018, figura en todas las encuestas como el favorito para ganar en los comicios de este año a los que concurrirá como candidato de la coalición de izquierdas Pacto Histórico.
En contra de las protestas
En su intervención, Uribe se refirió también a las protestas sociales que sacudieron al país el año pasado y a los disturbios que manifestantes de izquierda provocaron ayer frente al hotel donde se celebra la reunión del Foro Madrid, de las que responsabilizó al socialismo del siglo XXI y al propio Petro.
«El vandalismo, estimulado desde la universidad e incitado por grupos políticos del socialismo del siglo XXI que encarna Gustavo Petro no miden las consecuencias», aseguró, para indicar que es algo que «le hace muchísimo daño a Colombia».
En referencia a las protestas del año pasado, motivadas por una reforma tributaria propuesta por el Gobierno, que finalmente fue retirada del Congreso, Uribe aseguró que «querían destruir el país» y que el Gobierno «se demoró mucho en militarizar» las calles.
«Si se hubiera militarizado a tiempo, se hubiera evitado la violencia y las protestas no habrían estado financiadas por el narcoterrorismo», concluyó.
Críticas renovadas al Acuerdo de Paz
Uribe, fundador del partido Centro Democrático, en el poder en Colombia, volvió a criticar el acuerdo de paz firmado en 2016 con la guerrilla de las FARC, del que dijo que es «una mezcla de impunidad y narcotráfico».
Según el expresidente, esa impunidad ha hecho que tras su firma «haya zonas de Colombia donde impera el narcoterrorismo», mientras que «en el Congreso hoy están los responsables de asesinatos y secuestro de menores», en referencia a los escaños que recibió en el Senado y la Cámara de Representantes el partido Comunes, en que se transformó la antigua guerrilla.
«Una de las legislaciones más liberales para permitir llegar a terroristas al poder es la española, sin embargo en esta legislación no ha permitido que los exterroristas del País Vasco accedan a elecciones sin haber cumplido las condenas privativas de la libertad», aseguró a modo de comparación.
Sin embargo, en Colombia «llegaron al Congreso terroristas condenados por los peores delitos, con un gran desprecio por la ley», aseveró el exmandatario.
Disturbios
A esta segunda y última jornada del Foro Madrid, resguardado por un gran número de policías tras los disturbios de ayer, tampoco asistieron las grandes figuras de la ultraderecha iberoamericana, algo que ya sucedió el viernes, cuando las cabezas visibles de esta alianza, como el líder de Vox, Santiago Abascal, y el hijo del presidente brasileño, Eduardo Bolsonaro, aparecieron en videos grabados.
El Foro Madrid defiende que Colombia y Brasil, donde se celebrarán elecciones este año, «están acechados por los regímenes comunistas y criminales de Cuba, Venezuela y Nicaragua, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la Iberoesfera».
Según indicaron, Iberoamérica está ante la disyuntiva de «apostar por un modelo que defiende la propiedad privada, la división de poderes, la alternancia en el poder y la libertad; o retroceder hacia el comunismo».