Sergio Dahbar (ALN).- ‘The Looming Tower’ está centrada en Osama Bin Laden y John O’Neill, agente del FBI que hubiera podido impedir el atentado contra las torres gemelas, pero no lo consiguió.
Los fracasos movilizan energías poderosas. A veces perfilan héroes de un calado mayor, que nada envidian a los mitos de la literatura universal. Importa poco el desenlace de una historia, si no fuera porque las acciones de los hombres a veces engendran consecuencias monstruosas. Jorge Luis Borges escribió una frase que se encuentra en una de las joyas literarias de Ficciones, “El sur”: “A la realidad le gustan las simetrías y los raros anacronismos”.
En estos días la competencia de Netflix, Hulu, estrena una serie de 10 capítulos, The Looming Tower, basada en la investigación homónima del periodista Lawrence Wright que obtuvo -entre otros premios- el Pulitzer en 2007 y que fuera elegido el libro del año por publicaciones de prestigio en Estados Unidos y aplaudido por John Le Carré. También recibió la medalla IRE (otorgada por periodistas de investigación y editores) por la alta calidad de composición.
La serie que estrena Hulu lanza una sombra sobre el FBI y la CIA por no haber hecho lo que era necesario para prevenir el atentado del 11-S
En más de 500 páginas y cerca de 700 entrevistas, Wright arma un rompecabezas con los personajes fundamentales que cruzan sus vidas en los atentados de las torres gemelas del 11-S. Tres pertenecen al Medio Oriente y tienen que ver con el islamismo radical: el pedagogo egipcio Sayyid Qutb; el también egipcio Ayman al Zawahiri, número dos de Al Qaeda; y -por supuesto- el saudí Osama Bin Laden.
La serie que estrena Hulu lanza una curva de sombra sobre el FBI y la CIA por no haber hecho lo que era necesario para prevenir el atentado del 11-S. Hubo pistas que no se investigaron; informes bloqueados en Washington; y sospechas que no se cotejaron. Ese es el corazón neurálgico que pone en marcha esta producción televisiva: mostrar cómo un conflicto entre burocracias impidió salvar a mucha gente inocente.
¿Cuál es el contexto sobre el que se alzan estos hechos? En 1993 se produce el primer atentado contra el World Trade Center. Aunque pudo ser devastador, apenas perecieron seis víctimas. El rey Fahd obliga a Osama Bin Laden a abandonar Sudán y refugiarse en cuevas afganas.
Allí promulga la fatwa que ordena asesinar a ciudadanos estadounidenses dondequiera que se encuentren. Los atentados continúan: Somalia, Argelia, Arabia Saudí, Egipto, Kenia y Tanzania. El 12 de octubre de 2000 el US Cole (un destructor de misiles guiados) había estacionado cerca de una boya de combustible en el puerto de aguas profundas de Aden, en Yemen. Se lo consideraba uno de los barcos con mayor “capacidad de supervivencia” de la Marina de EEUU.
Mientras llenaba el tanque, se acercó un bote de pesca de fibra de vidrio que contenía explosivos plásticos. Dos hombres detuvieron el bote junto al barco, sonrieron y saludaron, luego se pusieron firmes. A dos millas de distancia, la gente pensó que había habido un terremoto. La bola de fuego que se elevó desde la línea de flotación se tragó a un marinero que se inclinó sobre la baranda. El gran buque de guerra lucía como una ballena destripada. Fallecieron 17 marineros y 39 resultaron heridos.
The Looming Tower
Los 10 capítulos de The Looming Tower iluminan a dos personajes que llaman la atención por la complejidad y el destino de sus vidas. Dos seres humanos distintos: uno que decidió vengar al Islam y otro que emprendió una cacería contra reloj porque sabía que el peligro era real y que no había tiempo que perder.
El más conocido es Osama Bin Laden. El otro brilla en las páginas del periodista Lawrence Wright: John O’Neill, oriundo de Atlantic City, que se viste como un galán de otro tiempo, experto en contraespionaje. De niño soñaba con trabajar en el FBI. Pareciera un personaje que surge de la bruma de una ficción policial, una de esas mentiras que uno quiere que sean ciertas porque están muy bien contadas.
De sangre irlandesa, religioso y atractivo para las mujeres, es un trabajador incansable y un mitómano en la vida personal. En 1995 lo ascendieron a jefe de la sección antiterrorista del FBI y fue el primero en entender el peligro que enfrentaba Estados Unidos cuando se sucedieron los primeros atentados de Al Qaeda.
Los 10 capítulos de The Looming Tower iluminan a dos personajes que llaman la atención por la complejidad y el destino de sus vidas
La serie despliega un poderoso contrapunto entre perseguidor (John O’Neill) y perseguido (Osama Bin Laden). Vidas paralelas en muchos sentidos. Uno sabe el peligro que entraña la amenaza que tiene enfrente, aunque nadie le quiere creer. El otro imagina el peor atentado con el que inaugurar el siglo XXI, y lo logra.
O’Neill trabaja en oficinas del sur de Manhattan, donde puede ver las torres gemelas. Osama Bin Laden se oculta en cuevas. El primero está casado, pero no vive con su esposa, sino que alterna con tres amantes que no conocen su matrimonio ni sus otras mujeres ocasionales. El segundo tiene cuatro esposas y 17 hijos. Uno padece apremios económicos; el otro es millonario.
La frase de Borges no tiene desperdicio. “A la realidad le gustan las simetrías y los raros anacronismos”. John O’Neill fracasa en su intento por frenar a Osama Bin Laden. Comete errores imperdonables para un agente del FBI. Renuncia al cargo en agosto de 2001 y acepta trabajar en el departamento de seguridad del World Trade Center. El 11 de setiembre muere, víctima de un atentado que intentó prevenir.
Osama Bin Laden celebrará su triunfo macabro y tendrá que ocultarse en el fin del mundo, pero no podrá salir ileso. Un comando de las fuerzas especiales de Estados Unidos lo fue a buscar a Abbottabad, Pakistán, la madrugada del 2 de mayo de 2011. Le dispararon en su cama. El cuerpo fue identificado y luego quemado en altamar.