María Rodríguez (ALN).- Con una auditoría apoyada por Naciones Unidas, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, denunciará ante la Fiscalía del país los sobrecostos millonarios de cinco proyectos de la era de Rafael Correa. Entre ellos la Refinería del Pacífico, que Correa y Hugo Chávez vendieron como un proyecto estrella pero que sigue sin construirse. La auditoría concluye que por este y otros cuatro proyectos se pagaron casi 5.000 millones de dólares cuando debieron costar la mitad. Así, Moreno acusa a Correa, pero también a Chávez, de supuesta corrupción.
Nuevo golpe en la mesa del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, para atajar la corrupción en el país. El mandatario avanzó este jueves que denunciará ante la Contraloría y la Fiscalía los sobrecostos millonarios en la ejecución de cinco proyectos estratégicos de Petroecuador, en la etapa de Rafael Correa como presidente. Unas acusaciones que Correa desmintió inmediatamente en Twitter.
Entre esos proyectos con irregularidades se incluye la Refinería del Pacífico, proyecto estrella de Hugo Chávez y Rafael Correa que una década después de poner la primera piedra sigue sin construirse. De esta forma, Moreno acusa a Correa, pero también a Chávez de supuesta corrupción.
El gobierno de Moreno pidió una auditoría independiente para evaluar este y otros proyectos por sospechas de corrupción. El estudio se realizó con el apoyo de Naciones Unidas y ya están disponibles los resultados. Según anunció Moreno en un mensaje televisado, la auditoría concluyó que se pagaron 4.900 millones de dólares por cinco proyectos estratégicos cuando debieron costar la mitad. El desfase es de 2.450 millones de dólares.
Se trata, además de la Refinería del Pacífico, de la Refinería de Esmeraldas, la terminal marítima Monteverde, el poliducto Pascuales-Cuenca y la planta de gas natural Bajo Alto.
“Las conclusiones son tan vergonzosas y escandalosas que he decidido presentar una denuncia con los informes íntegros ante la Contraloría y la Fiscalía, para que se investiguen todos los delitos que se hubieran cometido perjudicando a los ecuatorianos”, afirmó el mandatario, según recoge El Comercio de Quito.
Moreno dijo que el proyecto de la Refinería del Pacífico (que se intenta relanzar bajo el nombre de Refinería de Manabí) presenta un sobreprecio de 23%. Inicialmente el costo era de 1.236,6 millones de dólares, pero sólo en licencias, remoción de tierras y en un acueducto se invirtieron 1.521 millones de dólares. No es el monto más abultado de las cinco obras con irregularidades, pero sí el proyecto al que más bombo se le dio en la época de Correa y Chávez. Correa llegó a catalogar esta refinería como “el gran salto a la industrialización del país”.
La refinería de Rafael Correa y Hugo Chávez donde ha ocurrido de todo
Ahora bien, los 1.500 millones invertidos pueden quedar en nada porque únicamente las licencias, que costaron 600 millones de dólares, no se pueden transferir y los inversores privados interesados en relanzar el proyecto (al que hace falta inyectarle más de 13.000 millones de dólares) han cuestionado la ubicación de este, tal como informa El Comercio.
“Con esos 1.500 millones de dólares se pudo haber pagado toda la deuda que mantuvo el correísmo, desde el 2008, a los más de 12.000 jubilados del Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social”, lanzó el presidente en su alocución televisada.
Moreno subrayó que “la compañía que hizo el proyecto [Odebrecht] es la misma que fiscalizó su trabajo, por lo cual habría un claro conflicto de intereses”. Aquí cabe recordar la vinculación de la Refinería del Pacífico con la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Alexis Arellano, exgerente de PDVSA en Ecuador y Freddy Salas, exresponsable de la Refinería del Pacífico, están imputados por la trama Odebrecht, y ambos en busca y captura. Precisamente en la refinería la constructora brasileña habría sido beneficiada con dos contratos por 500 millones de dólares cada uno.
Los dos venezolanos de PDVSA ya tienen orden de captura
Moreno también dijo que los recursos destinados al proyecto “están abandonados por un conflicto con Venezuela y su empresa PDVSA (Petróleos de Venezuela)”. PDVSA tiene 15% de las acciones de la refinería, cuando inicialmente llegó a tener 49% de participación, según la prensa ecuatoriana.
El conflicto de Ecuador con PDVSA
En mayo de 2018, PDVSA presentó dos notificaciones de arbitraje en contra del Estado ecuatoriano. Una por sus operaciones en el Campo Sacha (Ecuador) y otra por la Refinería del Pacífico (de Manabí). La estatal venezolana fundamenta las notificaciones en el Tratado Bilateral de Inversiones suscrito entre Venezuela y Ecuador en 1993.
En 2008 Chávez y Correa crearon dos empresas mixtas. Una para construir la Refinería del Pacífico y otra para potenciar el campo petrolero de Sacha, en ese momento el más productivo de Ecuador. No obstante, los proyectos no prosperaron. La Refinería del Pacífico está sin construir y la empresa creada para el Campo Sacha (Río Napo), está en disolución y liquidación.
PDVSA quiere su parte del pastel en la liquidación de Río Napo, pero no se ponen de acuerdo. Según la prensa ecuatoriana la estatal venezolana demanda 383 millones de dólares para zanjar el asunto. La gerencia de la firma plantea entregarle sólo 100 millones de dólares.
En el caso de la Refinería del Pacífico, PDVSA quiere llevar al Estado ecuatoriano a un arbitraje por la decisión del gobierno de Moreno de reimpulsar el proyecto atrayendo inversión extranjera, según informa el diario El Universo. El Gobierno ecuatoriano se defiende: de los 1.500 millones de dólares invertidos, sólo 200 millones de dólares corresponden a PDVSA. El resto a Petroecuador. El ministro de Energía de Ecuador, Carlos Pérez, apuntó que estos aportes no guardan relación con la participación inicial de 49% que tenía PDVSA.
Este último conflicto hace que Ecuador se plantee cambiar la ubicación de la refinería y crear otra empresa mixta para no espantar con estos problemas a los inversionistas. Según el ministro de Comercio Exterior e Industria de Ecuador, Pablo Campana, habría 20 inversores interesados en el proyecto, entre consorcios, empresas y fondos de inversión.