Daniel Gómez (ALN).- Al igual que el kirchnerismo en Argentina, el correísmo desgastó la economía y las instituciones de Ecuador. Y al igual que el presidente argentino, Mauricio Macri, el ecuatoriano, Lenín Moreno, está revitalizando al país con apoyo internacional y dinero del FMI.
Lenín Moreno, presidente de Ecuador, admite estar en conversaciones con Christine Lagarde, jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI). De momento están pulsando el terreno. La idea es conseguir un préstamo que resucite la débil economía ecuatoriana, más ahora que se sabe que el expresidente Rafael Correa dejó un agujero de al menos 1.000 millones de dólares en obras inacabadas.
La situación recuerda a la de Argentina. Desde que asumió el mandato en 2015, Mauricio Macri ha tenido que lidiar con la herencia de corrupción y derroche que le dejó el kirchnerismo.
De hecho, esta fue una de las causas -la principal según Macri- que llevaron al Gobierno a pedir un préstamo de más de 50.000 millones al FMI. En 2018. Cuando la crisis de los flujos de capital ahuyentó las pocas reservas de dólares que quedaban en Argentina y disparó la devaluación del peso.
He aquí la última vez que Moreno aplicó el libreto de Macri. Sin embargo, se detectan más coincidencias. Una muy evidente tiene que ver con la proyección internacional de Ecuador. No se puede comparar el impacto de este pequeño país con el de Argentina, una de las principales potencias económicas a nivel mundial. Pero los esfuerzos están ahí.
Contactos en Davos
Este enero, Moreno acudió al Foro Económico Mundial como hace un año hizo Macri. Este 2019 no fue. En la ciudad suiza de Davos, ante mandatarios, empresarios, investigadores y estudiosos, presentó sus ambiciosos planes para el país. Esos 30.000 millones de dólares en inversión extranjera que pretende captar con proyectos petroleros, mineros y turísticos.
También en Davos, Moreno, de izquierda, se alineó con Macri, de derecha, y con otros mandatarios latinoamericanos de ese espectro ideológico para reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela.
Esta decisión, más allá de lo político, y del impacto que está teniendo el éxodo venezolano en sus fronteras, le sirve a Moreno para venderse como un líder global. Abierto. No como Correa. No como los Kirchner. Y es que eso mismo, reinsertarse en el panorama internacional, ha sido una de las prioridades de Macri. Y ahora también lo es para Moreno.
Más poder a los empresarios
En política interna también se advierten similitudes. El correísmo y el kirchnerismo rompieron lazos con los empresarios. Al menos con aquellos que no les seguían el juego. Moreno, al igual que hizo Macri -quien antes de político fue empresario-, les insiste para que recuperen la confianza en Ecuador.
En ese sentido, un gesto del presidente ecuatoriano para los hombres de negocios fue contar con ellos dentro del gabinete ministerial. El ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, y la ministra de Turismo, Rosi de Prado Holguín, vienen del mundo de los negocios. Como dijo esta última a ALnavío, esto con Correa era “impensable”.
Con Correa también era impensable que Ecuador abriera los cielos a las aerolíneas. Y los abrió. Como también hizo Macri en julio de 2018. Respecto a esto fue notorio el acuerdo que el Ejecutivo de Quito firmó con Plus Ultra, que promocionará la imagen del país en España.
Argentina ya hizo lo propio en 2017, siendo patrocinadora de dos de los eventos más importantes de Madrid: la Feria Internacional de Turismo (Fitur) y la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco).