Daniel Gómez (ALN).- Fitur es uno de los eventos más importantes del sector turístico. Allí coinciden países de los cinco continentes y más de 10.000 empresas. Pero si un pabellón destaca por encima del resto ese es el de América Latina. Era un espectáculo para el disfrute de los sentidos en el espacio más majestuoso de Fitur. La alegría de su gente, ron, tequila, arepas, café y arroz. Bailes y artesanía. Y aves e indígenas que eclipsaron a dos gigantes como Canadá y Estados Unidos.
En Fitur cada detalle cuenta. Eran las 10 de la mañana y el puesto de Air Europa estaba reluciente. Eso para la vista de cualquiera, pero no para uno de los operarios. Había unas pequeñas motas de polvo en la esquina del stand y eso le alteró. Tanto que le dio tiempo de encontrar una escoba y limpiarlo en menos de un minuto.
Fitur es la Feria Internacional de Turismo de Madrid, uno de los eventos turísticos más importantes del planeta. 65.000 metros cuadrados en los que coinciden de miércoles a domingo países de los cinco continentes, todas las comunidades de España, y más de 10.000 empresas.
Air Europa es una de ellas. Y al igual que las otras tenía todo impoluto. Había que dar buena impresión. A los visitantes, a los empresarios y, cómo no, a los reyes de España, encargados de inaugurar la feria.
Felipe VI y Letizia aparecieron cerca de las 11 y tardaron media hora en recorrer cada uno de los pasillos. Saludaron a visitantes y expositores, y declararon a los periodistas. “Fitur cada año se supera”, dijo el Rey.
El regreso de Ecuador
Con el paso de los monarcas la feria arrancó. En el espacio de América, en el pabellón tres, se formó un alboroto al final de la sala. Era el stand de Ecuador, con todo su colorido, que volvía a Fitur luego de tres años de ausencia.
No era fácil llegar. El gentío interrumpía el paso y algunos stands robaban la vista. Era un espectáculo para el disfrute de los sentidos en el espacio más majestuoso de Fitur. Blancos que evocaban la arena del Caribe, azules como los del mar, vallenatos.
Pero también había verde, vegetación, y marrón. Como una selva. La alegría de su gente, ron, tequila, arepas, café y arroz. Y bailes y artesanía. Y aves e indígenas que eclipsaron a dos gigantes como Canadá y Estados Unidos.
Otro gran revuelo se formó en la entrada del pabellón tres, donde está ubicada la delegación de México
Aun así se pudo llegar. A Ecuador. A un retorno por todo lo alto. “Regresamos tras una larga ausencia con bombos y platillos. El mundo es nuestro mercado y Ecuador es tu lugar en el mundo”, clamó el ministro de Turismo, Enrique Ponce de León, en una rueda de prensa donde le acompañaron empresarios locales del sector privado y colectivos de indígenas.
Otro gran revuelo se formó en la entrada del pabellón tres, donde está ubicada la delegación de México. Aun siendo uno de los stands más grandes, no había una silla para sentarse. Más de 100 operadores turísticos representados, y prácticamente todos con reuniones agendadas.
El bullicio fue aún mayor cuando cerca de la una de la tarde apareció el secretario de Turismo mexicano, Enrique de la Madrid Cordero. Allí saludó a los empresarios locales y en declaraciones a la prensa celebró los buenos datos que registró el turismo en 2017. México rozó los 40 millones, regresando así al octavo puesto entre los países más visitados del mundo.
Aglomeraciones de gente y comerciales ajetreados. Esa era la tónica en todos los stands de Latinoamérica. En Argentina, en Cuba, en República Dominicana, en Brasil, en Colombia. Sin tanto fervor, pero también era intenso el movimiento de los stands de Panamá, Costa Rica, Honduras, Bolivia, Nicaragua, Guatemala y El Salvador. Era así en todos lados. En todos menos en Venezuela.
El stand de Venezuela, vacío de nuevo
El gobierno de Nicolás Maduro repitió en Fitur con el mismo stand que en 2017. Salvo las botellas de ron, todo estaba vacío. Al igual que el año pasado, el país pagó con la indiferencia de operadores y empresarios la crisis que padece. Una crisis que ataca todos los sectores de Venezuela, con la economía devastada y con uno de los índices de inseguridad más elevados del planeta.
Aun así, vinieron con propuestas. Vendiendo la naturaleza en Canaima y el imperial Salto Ángel. El turismo de aves en los llanos. Y la Isla Margarita “como un lugar para perderse”. Aseguran al diario ALnavío desde la delegación venezolana que en ese destino de sol y playa la inseguridad “no será un problema”.
Si por lo general los países repitieron la decoración en sus puestos, la delegación colombiana apostó por una nueva imagen
En 2017, Colombia recibió el premio al stand más bonito de Fitur. Era un espacio decorado con motivos indígenas, aves locales y detalles en madera. Si por lo general los países repitieron la decoración en sus puestos, la delegación colombiana apostó por una nueva imagen.
Este año primaron el blanco y el azul, como queriendo trasladar una parte del Caribe a una ciudad sin playa como Madrid. También ayudaban a esa conexión los vallenatos que sonaban en los altavoces del stand.
Fue un emplazamiento espectacular. Como el de Costa Rica. América Latina trasladó un pedazo de su selva a Fitur luciendo un año más uno de los escenarios más impactantes de la feria.