Antonio José Chinchetru (ALN).- La inversión en infraestructuras en el conjunto de Latinoamérica se sitúa un poco por encima de 2%, según el experto español Juan Carlos Martínez Lázaro. En la “década perdida” de los años 80 del siglo pasado superaba 3%. La región tiene que mejorar en esta materia, para lo que resulta fundamental la colaboración público-privada. También apuntó que el nuevo aeropuerto de Ciudad de México “quizás mejore la situación”.
En su intervención en el seminario Infraestructuras en América Latina celebrado en la Casa de América en Madrid, el profesor de economía del IE Business School Juan Carlos Martínez Lázaro destacó que América Latina en su conjunto necesita afrontar fuertes inversiones en infraestructuras en los próximos años. Subrayó que en la llamada “década perdida” de los años 80 del siglo pasado la inversión superó 3% del PIB, mientras que en los últimos 30 años, coincidiendo con la “época dorada” de crecimiento gracias a los precios de las materias primas, ha rondado 2,2%.
El nivel de inversión sigue siendo bajo, según Martínez Lázaro. Señaló que se abre una nueva oportunidad de mejora debido a que “las perspectivas económicas para América Latina empiezan a ser un poco mejores de lo que eran hace dos años”.
“Parece que se entra en un nuevo ciclo de crecimiento, buscando al menos el 3%. Esto podría darse en Argentina este año y el que viene en Brasil y Chile”, apuntó. También afirmó: “Las previsiones de la economía de México están mejorando, y esto es sarcástico”, puesto que coincide con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
“La región necesita invertir en infraestructuras, pero no puede permitirse el lujo de aumentar el déficit fiscal”
“La región necesita invertir en infraestructuras, pero no puede permitirse el lujo de aumentar el déficit fiscal”, indicó Martínez Lázaro. Por este motivo considera que es necesaria una apuesta por la colaboración público-privada. Esto representa una oportunidad para las empresas españolas, incluyendo muchas pymes, que posiblemente “se vean favorecidas por las necesidades de inversión en infraestructuras”.
A pesar de que la media de la región es reducida, la situación no es igual en todos los países. El profesor del IE Business School señaló que en América Central la inversión es “bastante baja” y que tan sólo en Nicaragua se acerca a 2%, mientras que en el resto de la zona es menor. En Suramérica, “hay países que están realizando un gran esfuerzo”. Destacó los casos de Bolivia, donde supera 8% del PIB; Perú, 6,9%, y Colombia, 6,46%. En el extremo opuesto se encuentran Argentina, Brasil y México, donde no llega a 2%, según datos de 2015.
También es muy desigual la preparación para afrontar los esquemas público-privados de inversión en infraestructuras, según un análisis de The Economist al que se ha referido Martínez Lázaro. Dijo que sí “hay países que se están aprovechando” de esta fórmula. Entre ellos destacan Chile y Colombia.
Los transportes, el principal problema
“Los grandes problemas están en las infraestructuras de transporte”, según Martínez Lázaro
“Los grandes problemas están en las infraestructuras de transporte”, sostuvo antes de añadir que “en la energía y la telefonía están mejor”. Chile es el que mejor calidad tiene en infraestructuras viales, seguido de Ecuador, según explicó. “La calidad de las carreteras en Iberoamérica no es especialmente buena”, agregó.
Las infraestructuras portuarias de Panamá son las sextas mejores del mundo, pero en el resto de América Latina “no están especialmente bien consideradas”, según Martínez Lázaro. Según el experto esto supone que se abre una “ventana de oportunidades” para las empresas del sector, porque hay que mejorar.
En los aeropuertos “encontramos quizás una situación un poco mejor”, dijo. Sobre México, que ocupa el lugar 67 del mundo en infraestructuras, Martínez Lázaro consideró que “el nuevo aeropuerto de Ciudad de México quizás mejore la situación”. En la combinación de todas las infraestructuras de transporte, el mejor es una vez más Panamá.
Sobre telecomunicaciones apuntó que el nivel medio de penetración de la telefonía fija es muy bajo, y que esto “ha supuesto un acicate para la telefonía móvil”. Dijo que esta última está muy extendida, con la excepción de Cuba, donde no llega a 20% de la población. Vinculó esto a la naturaleza del régimen político de la isla caribeña. Asimismo, indicó que la banda ancha ofrece “un gran desarrollo de oportunidades”. En este terreno ha habido grandes avances, según el profesor, pero todavía está en una penetración media de 60 líneas por cada 100 habitantes.
“Encontramos grandes diferencias”, apuntó. Costa Rica y Brasil están por encima de 80 líneas de banda ancha por cada 100 habitantes, mientras que algunos países de América Central se sitúan por debajo de 20 por cada 100 habitantes y en Cuba y Haití es de cero.