Daniel Gómez (ALN).- El fin de la guerrilla de las FARC inundó de optimismo a Colombia. Pero como advierte Juan Carlos Mora Uribe, presidente de Bancolombia, “sin un proceso de desarrollo este gran logro puede no consolidarse como tal”. Por ello propone al Estado tres soluciones: potenciar la agroindustria, el turismo y las infraestructuras.
“Hemos firmado un acuerdo de paz, pero necesitamos consolidarlo”. Lo advierte el líder de la entidad financiera más importante de Colombia, Juan Carlos Mora Uribe, presidente de Bancolombia. Tras 52 años de guerrilla, las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) abandonaron las armas. Una lluvia de optimismo que ha contagiado a todos. No obstante, “sin un proceso de desarrollo, lo que fue un gran logro para Colombia puede no consolidarse como tal”, sentencia el banquero.
Para decidir este futuro hay una fecha clave. El 27 de mayo de 2018, día de las elecciones presidenciales en Colombia. “Son un punto de quiebre fundamental. El proceso de paz ya es un hecho. Sea quien sea el vencedor, la política de desarrollo jugará un factor fundamental”, subraya Mora Uribe en el Club Diálogos para la Democracia celebrado en Madrid este martes. Y para que así resulte, Bancolombia propone incrementar tres elementos: la agroindustria, el turismo y las infraestructuras.
1. El potencial agrícola de Colombia
La reinserción de 6.900 militantes de las FARC en la sociedad colombiana es un problema menor para el Gobierno. La guerrilla, el narcotráfico y sus peleas territoriales han hecho que siete millones de colombianos, la mayoría campesinos del entorno rural, quedasen al margen del desarrollo en Colombia. Un número significativo si se tiene en cuenta que el país cuenta con 48 millones de habitantes.
“Colombia tiene potencial para convertirse en un proveedor de alimentos mundial. Sólo con el cese de la violencia es posible incorporar 10 millones de hectáreas a la producción agrícola”, sostiene el presidente de Bancolombia.
En estos momentos y pese a todo, el primario es el sector más dinámico de la economía colombiana. El café tendrá en 2017 la mejor cosecha en muchos años. La producción de aguacate está a la altura de México, Perú y California. En la altillanura colombiana, una gran planicie que se extiende hasta Brasil, operan empresas que compiten a niveles productivos incluso con Estados Unidos con 40.000 hectáreas de terreno.
¿Cuál es el problema? Detalla Mora Uribe que existe una ley de tierras que prohíbe las grandes extensiones de cultivo, por lo que “Colombia debe decidir y no debe prevalecer sólo lo que digan los pequeños agricultores”.
Luego está el tema pesquero. Hay puertos, en el Atlántico y en el Pacífico, “que suponen oportunidades de desarrollo muy grandes”. Como en sí todo el sector. Por lo que reseña Mora Uribe: “Requerimos presencia estatal y políticas institucionales muy claras. Infraestructura para vías terciarias, gestión de tierras. Y nosotros, los bancos, estamos dispuestos a prestar”.
2. Consolidar una industria turística
A la firma de la paz le siguió una inmediata reducción de la inseguridad. Un hecho que ha incrementado el flujo del turismo internacional 43% en 2016. También el monto de los ingresos. Se estima que este año el sector recaude más de 6.000 millones de dólares (5.080 millones de euros).
Aprovechando la coyuntura, el Estado ha impulsado leyes para construir cerca de 8.000 hoteles e incentivar los recursos en las ciudades turísticas. Pero para el banquero de la primera entidad del país no es suficiente. “Más allá de eso se necesitan unas condiciones para ver el turismo como una industria y multiplicar varias veces la cifra de ingresos”.
Mora Uribe apunta a España como modelo a seguir. El país europeo cuenta con una extensión parecida a Colombia, tiene casi el mismo número de habitantes, pero recibe al año 70 millones más de visitantes. El dato colombiano es bajo, sobre todo si se tiene en cuenta las condiciones que ofrece.
Colombia es un país megadiverso. Cuenta con playas en el mar Caribe y en el océano Pacífico, selva tropical, una parte del Amazonas, abundante fauna, llanuras, herencia indígena y mezcla de culturas. Un potencial turístico que va más allá de Cartagena de Indias, hasta el momento único punto de referencia internacional en Colombia.
3. Salvar el déficit de infraestructura
El último punto es el más problemático. Los déficits en infraestructura no sólo los acusa Colombia. Es una constante en toda América Latina. Es cierto que las condiciones topográficas no ayudan. Pero tampoco ayuda la corrupción que mancha a casi todos los gobiernos de la región y merma la confianza de las entidades financieras.
“Tenemos grandes dificultades, incluyendo las irregularidades en esos contratos. Eso es un gran riesgo para los bancos y para el recobro de la deuda. El Gobierno plantea varias propuestas que los banqueros esperan ver materializadas”, subraya el presidente de Bancolombia.
El presidente de Bancolombia: “Hoy se define el futuro de Colombia para los próximos 50 años”
Los datos están ahí. De los 19 proyectos de modernización planteados por las autoridades, sólo ocho cuentan con financiación. “Hay que avanzar en ciertos obstáculos para que los proyectos realmente sean financiables. La banca colombiana ha conseguido dar cierre a ocho proyectos con contratos de hasta 20 años. Condiciones que no muchos bancos pueden ofrecer”.
Los “obstáculos” que menciona Mora Uribe son, por un lado, las leyes de protección medioambiental y de poblaciones. Reglas que “causan incertidumbre” al inversor extranjero que busca apostar por Colombia. Por otro están las normas tributarias. “El sistema pone baches al desarrollo. Hay que generar estabilidad, sostenibilidad fiscal, a la vez que se atrae inversión extranjera para salvar estas necesidades que se tienen”.
Advierte el presidente de Bancolombia que el país “no se desarrollará hasta que tenga una infraestructura adecuada”. Tampoco hasta que el sector agropecuario y turístico se conviertan en industria. Porque con el proceso de paz como impulsor, “hoy se define el futuro de Colombia para los próximos 50 años”.