Leticia Núñez (ALN).- El académico nicaragüense Irving Cordero considera que la presión nacional e internacional puede conducir a Nicaragua a una ruta de democratización. Eso, dice, implica más tiempo y recursos, por lo que “la crisis va para largo”. En declaraciones al diario ALnavío, subraya que hace falta “continuar con las sanciones de carácter político y el bloqueo financiero”.
La duración de la crisis en Nicaragua, que ya ha dejado más de 440 muertos, miles de heridos y cientos de desaparecidos desde que estalló el pasado abril, es impredecible. Pero Irving Cordero, escritor, académico y asesor empresarial nicaragüense, vaticina que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo “no tiene los días contados”.
Esto no se traduce necesariamente en que el matrimonio permanezca en el poder. Tal como subraya Cordero en declaraciones al diario ALnavío, “la presión nacional e internacional puede conducir al país a una negociación en la búsqueda de una ruta de democratización”. Y eso implica más tiempo y también más recursos. Por consiguiente, dice, “la crisis va para largo”.
Pese a que la represión continúa, Cordero se muestra confiado en que se reinstalará el diálogo entre Gobierno y oposición con la mediación de la Conferencia Episcopal. “Sumado al esfuerzo de las protestas cívicas de la ciudadanía, el apoyo de organismos internacionales y gobiernos amigos que podrían contribuir a una salida pacífica”, señala al respecto.
“A Cuba le interesa mantener su influencia política y contar con el apoyo económico de Nicaragua”
En su opinión, para que Ortega y Murillo dejen el poder hace falta “continuar con las sanciones internacionales de carácter político y el bloqueo financiero, además de la unión de fuerzas internas que conduzcan a un aislamiento social y económico del régimen”.
– ¿Cómo está viviendo las protestas de los últimos tres meses en Nicaragua?
– Las protestas cívicas en Nicaragua han sido vividas con dolor y terror por las pérdidas humanas, desaparecidos, torturados y encarcelados que ha dejado la represión de un régimen que, a falta de una base social, trata de imponerse por la fuerza y la intimidación.
– ¿Se imaginaba que Daniel Ortega y Rosario Murillo serían capaces de causar semejante terror?
– No. Había antecedentes de violaciones sistemáticas de derechos humanos, especialmente agravadas en las zonas rurales, pero lo que no sospechábamos era que esa práctica de terrorismo de Estado se extendería por toda Nicaragua.
– ¿Está Nicaragua en un callejón sin salida?
– No todavía. Tenemos la confianza en que se reinstalará el diálogo con la mediación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, sumado al esfuerzo de las protestas cívicas de la ciudadanía, el apoyo de organismos internacionales y gobiernos amigos que podrían contribuir a una salida pacífica.
– Con el diálogo bloqueado y Ortega rechazando adelantar elecciones, ¿qué salidas ve posibles?
– Las sanciones económicas internacionales impuestas a personeros del régimen, como la ley Global Magnitsky y la futura aprobación de la ley “Nica Act” por parte de los Estados Unidos, una ley que condiciona los préstamos al Gobierno de Nicaragua, y la desobediencia civil de los nicaragüenses que conduce a la reducción de las fuentes de ingresos del Estado.
– En el supuesto caso de que Ortega decidiera adelantar los comicios, ¿hay una alternativa de peso en la oposición?
– Sí, siempre y cuando se aproveche la experiencia y estructuras organizativas de los partidos políticos existentes y la capacidad de los nuevos liderazgos, surgidos en los últimos meses, unidos por un interés común con una visión de nación.
– ¿Tiene el régimen de Ortega los días contados o la crisis va para largo?
– No creo que tenga los días contados, pero la presión nacional e internacional podría llevarlo a una negociación en la búsqueda de una ruta de democratización, lo que implica más tiempo y recursos. Por consiguiente, la crisis va para largo.
– ¿Cuánto tiempo aguanta Nicaragua tanto terror?
– La duración de la crisis en el país es impredecible y el terror es intolerable; sin embargo, hay regímenes que practican la política del terror para sostenerse como el caso de Cuba y Venezuela.
– ¿Puede haber borrón y cuenta nueva? Es decir, ¿ve probable que el Gobierno se mantenga en el poder ofreciendo concesiones al sector privado?
– No, en vista de que hay un divorcio con el sector privado representado por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y otros grupos empresariales de presión que actualmente han sufrido como represalia la destrucción de sus negocios y la invasión de sus propiedades privadas.
“El Consejo Superior de la Empresa Privada ha desempeñado un rol importante, como la promoción de paros nacionales”
– ¿Qué más puede hacer la Iglesia?
– La Iglesia Católica ha venido jugando un papel importante como mediadora, y puede seguir reforzándolo en la liberación de reos, salvaguardando vidas, asistencia humanitaria y guiando con su liderazgo moral.
– ¿Y los empresarios? ¿Sería necesario otro paso al frente de este sector para forzar la salida del régimen?
– El Consejo Superior de la Empresa Privada ha desempeñado un rol importante, como la promoción de paros nacionales, convocatoria a marchas en conjunto con la ciudadanía, desobediencia civil, que pueden seguir realizando para ejercer presión sobre el Gobierno.
– Más de 400 muertos, miles de heridos, desaparecidos… ¿Qué más hace falta para que Ortega y Murillo dejen el poder?
– Continuar con las sanciones internacionales de carácter político y el bloqueo financiero, sumado a la unión de las fuerzas internas (partidos políticos, sociedad civil, académicos, estudiantes, campesinos, etc), que conduzcan a un aislamiento social y económico del régimen.
– Pero, ¿es suficiente con sanciones o se requiere algo más?
– Esperamos que las sanciones de la comunidad internacional continúen implementándose; sin embargo, se requieren medidas adicionales que coadyuven a la salida de esta crisis en Nicaragua.
“Hay que continuar con las sanciones internacionales de carácter político y el bloqueo financiero”
– El régimen cada vez está más aislado. ¿A Ortega sólo le queda el apoyo internacional de Nicolás Maduro?
– No, además de Venezuela cuenta con el apoyo político de Cuba y Bolivia, e intereses geopolíticos de China y Rusia.
– ¿Considera que Cuba hará todo lo posible por evitar la caída de Ortega y el posible efecto dominó en Venezuela?
– Sí, porque a Cuba le interesa mantener su influencia política y contar con el apoyo económico de Nicaragua. Muestra de ello ha sido la presencia y acompañamiento de la maquinaria de inteligencia cubana desde que empezaron las protestas en el país.
– ¿Qué papel podría jugar el Ejército? ¿Se podría esperar algún movimiento tras negarse a participar en la represión?
– Un papel apolítico, porque de acuerdo a las reformas constitucionales no tiene competencia en el entendido de que es un Ejército Nacional.