Zenaida Amador (ALN).- El margen de movilidad de los líderes del chavismo, así como sus redes de conexión internacional poco transparentes y vinculadas incluso con grupos extremistas, han sido severamente afectadas por las nuevas sanciones de la administración de Donald Trump contra el régimen venezolano. Las medidas tocan a la aerolínea estatal Conviasa, y de forma directa a unos 40 aviones que mantenía en su flota, cuando se proponía alcanzar unos 20 destinos internacionales, con énfasis en aquellos con regímenes aliados al de Nicolás Maduro.
Según cálculos de la Asociación Venezolana de Líneas Aéreas, entre 2013 y 2019 este sector experimentó una contracción de 80%, debido a factores como el incumplimiento de las autoridades en el pago de compromisos a las aerolíneas, la falta de condiciones de operación segura en el país, la ruptura de relaciones entre varias naciones con el régimen de Nicolás Maduro, el peso de las sanciones internacionales y los coletazos propios de seis años de recesión económica. Sin embargo, la estatal Conviasa se ha comportado durante estos años como una aerolínea en expansión, lo que no deja de despertar suspicacia.
A mediados de 2019 el presidente del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), Ramón Velásquez Araguayán, aseguraba que la aerolínea no necesitaba recursos del Estado, que era autosustentable y capaz de generar divisas para el país. Tales afirmaciones no se corresponden con un país en crisis y carente de ingresos, donde colapsan los servicios públicos debido a la desinversión, escasea la gasolina y falla el sistema de salud.
Pero más allá de estos señalamientos, la aerolínea estatal proyectaba cerrar 2019 atendiendo 20 destinos internacionales, incluyendo rutas como Zimbabue, Rusia, China y Turquía que, además de exóticas, son operativamente costosas, algo que va en contravía con la baja capacidad de compra de los venezolanos.
Los planes de expansión también incluían puentes aéreos con Panamá, República Dominicana, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Italia, México, San Vicente y Las Granadinas y Brasil; así como unas rutas de carga al Caribe para fomentar el intercambio comercial desde y hacia Venezuela. Y aunque no todas estas metas se cumplieron en 2019, la hoja de ruta se mantenía en pie porque el ideal del régimen es tener una red de conexión internacional propia, algo ante lo que Washington tiene baja tolerancia.
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Steven T. Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, en el texto que acompañó su reciente decisión de sancionar a Conviasa y a 40 naves de su flota, señaló que el gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro se apoya en la aerolínea “para trasladar a oficiales corruptos del régimen alrededor del mundo para impulsar el respaldo a sus esfuerzos antidemocráticos”.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro, con esta acción se busca reducir “el mal uso que el régimen de Maduro da a la aerolínea” que, entre otras cosas, incluye el traslado de funcionarios a países como Corea del Norte, Cuba e Irán. La idea es impedir que el régimen siga robando al pueblo venezolano a través de “actividades corruptas y desestabilizadoras”.
Conviasa ya estaba afectada por la orden ejecutiva de Donald Trump emitida en agosto de 2019, pero con estas nuevas sanciones prácticamente se queda sin oxígeno. Aunque en principio las medidas del Departamento del Tesoro se limitan a empresas y ciudadanos estadounidenses para dar asistencia, patrocinio o apoyo a Conviasa, su alcance puede ser mayor. Las restricciones pueden afectar desde el mantenimiento de las naves, pasando por la dotación de combustible fuera del territorio o la contratación de pólizas de seguros para operar.
El prontuario de Conviasa
Conviasa lleva años en el ojo del huracán. No hay que perder de vista que la aerolínea, creada en 2004 por Hugo Chávez, alcanzó en 2007 un acuerdo para abrir la ruta Caracas (Venezuela)-Teherán (Irán) -Damasco (Siria), que estuvo activa hasta 2010, aun cuando varias investigaciones periodísticas, incluyendo las realizadas por medios de Estados Unidos, indicaron que los vuelos sirvieron para movilizar a irregulares vinculados con Hezbollah. También se señaló que hubo movilización de armas y de uranio.
El régimen venezolano más recientemente hizo gestiones para abrir una ruta en un código compartido entre Conviasa y la aerolínea iraní Mahan Air, la misma que ha sido denunciada ante la ONU por tener nexos con organizaciones como el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica.
En la primera semana de este año, Conviasa formalizó su intención de mantener un vuelo semanal directo a Damasco a partir de marzo, lo que reitera el especial interés de Maduro en mantener garantizado un puente aéreo con Siria.
Por otra parte, el año pasado se conoció que un avión de uso de Nicolás Maduro, pintado como aeronave comercial de Conviasa, movilizó de Caracas a La Habana a Iván Márquez y Jesús Santrich, exlíderes guerrilleros que para entonces se mantenían con paradero desconocido, y quienes poco después anunciaron su regreso a las armas como disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Llama la atención que en el lote de aviones recientemente sancionados por EEUU se cuentan tres naves “presidenciales”, que eran de uso de Nicolás Maduro, pero que fueron identificadas con colores y siglas de Conviasa para el uso frecuente de funcionarios del régimen venezolano para sus viajes internacionales.
Según Jorge Arreaza, canciller de Maduro, las nuevas sanciones de EEUU sólo lograrán “perjudicar a millares de usuarios”, aunque indicó que “nada de lo que hagan torcerá la dignidad de un pueblo libre”. No obstante, el Departamento del Tesoro estadounidense aclaró que los venezolanos no están limitados en su movilidad, “pueden continuar viajando”, pero deben hacerlo utilizando transportes que no estén sujetos a sanciones.
Por su parte Tareck El Aissami, vicepresidente del Área Económica de Maduro, señaló que Venezuela llevará su “voz de protesta, nuestra denuncia, ante las instancias internacionales por esta arbitraria, extraterritorial e ilegal medida hecha por el gobierno de Estados Unidos”.
Vale destacar que El Aissami fue incluido en julio de 2019 por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos en la lista de los más buscados por el delito de narcotráfico.