(EFE).- Los trayectos en avión entre la Unión Europea y Asia se alargarán entre 1,5 y 4 horas como consecuencia de las sanciones relativas al tráfico aéreo impuestas por la UE a Rusia y las contramedidas aplicadas por Moscú, que prohíben a las aerolíneas comunitarias atravesar el espacio aéreo ruso.
Según las estimaciones de la Comisión Europea, los vuelos que más tiempo extra necesitarán serán los que despeguen o aterricen en aeropuertos de países del norte de Europa como Finlandia o Suecia, mientras que los del sur tendrán que emplear entre 1,5 y 2 horas adicionales para un mismo destino asiático, teniendo en cuenta también que está cerrado el espacio aéreo de Ucrania.
«El tiempo extra supondrá un incremento en el consumo de combustible», y por lo tanto de los costes operativos de las aerolíneas, indicaron fuentes europeas, que apuntaron que el Ejecutivo no descarta que puedan beneficiase de algún tipo de asistencia financiera.
Las sanciones de la UE, que se aplican desde este lunes y que Rusia ha replicado, consisten en la prohibición de que ninguna aeronave rusa pueda despegar o aterrizar en la UE ni sobrevolar su territorio.
Jurídicamente se apoyan en que el Convenio de Chicago sobre Aviación Civil Internacional, que contempla «la posibilidad de tomar medidas, no sólo a los países involucrados en el conflicto sino también a los neutrales», agregan las fuentes.
Cubren a todos los aviones registrados como rusos y a los que no lo son pero que están «controlados o utilizados» por compañías o individuos rusos, aunque están exentos los vuelos o aterrizajes de emergencia, ciertos casos humanitarios y los vuelos diplomáticos «genuinos».
De igual forma, las compañías europeas de ‘leasing’ de aviones, un sector de actividad importante en Irlanda, podrán recuperar las aeronaves que tengan en Rusia.
Las sanciones, que son similares a las que siguen en vigor contra Bielorrusia, afectan también al transporte aéreo de mercancías, donde le dolerá más a Rusia mientras que la UE notará más la obligación de no sobrevolar territorio ruso.
Para castigar el ataque de Rusia a Ucrania la UE ha prohibido también las exportaciones, ventas o suministros a Rusia de productos aeronáuticos, pero no así las importaciones, con lo que los fabricantes europeos pueden seguir comprándo a Rusia materias primas como titanio, un material muy ligero y resistente utilizado en los aviones.
ALCANCE Y GRIETAS
Hasta ahora, y pese a que el tráfico aéreo aún no ha recuperado los niveles de tráfico anteriores a la pandemia, había unos 300 vuelos diarios de compañías aéreas Rusia hacia la UE y unos 50 de aerolíneas europeas con destino en Rusia, más otros 90 que sobrevolaban su territorio.
Las sanciones, que permiten además que Eurocontrol pueda rechazar planes de vuelo, afectan al espacio aéreo de los veintisiete Estados miembros y a países que se han alineado con la UE, como Reino Unido, Noruega, Islandia, Albania, Macedonia Norte o Suiza, aunque otros vecinos de la UE como Serbia y Montenegro no han cerrado su espacio aéreo a Rusia.
Ninguna aerolínea rusa podrá operar a través de una compañía extranjera y vender un billete, por ejemplo, Moscú-Belgrado-Bruselas, aunque Air Serbia sí podría hacerlo.
«Es una posibilidad, es verdad», reconocen las fuentes, que subrayan que Bruselas está trabajando «con países vecinos y países más lejanos» para que reproduzcan las medidas comunitarias.
Rusia, por su parte, tampoco puede sobrevolar el espacio aéreo europeo, aunque sí puede acceder por un corredor del espacio aéreo internacional al enclave ruso de Kaliningrado, situado entre Polonia y Lituania y donde se encuentra una base militar rusa con armas nucleares.
OLIGARCAS RUSOS
«Nuestras medidas no permiten que un oligarca alquile un avión privado vía Serbia para volar de Moscú a Belgrado y de Belgrado a Bruselas», aseguran fuentes comunitarias, que precisan que las medias afectan a los ciudadanos rusos, aunque tengan doble nacionalidad».
No obstante, las fuentes reconocen que en ocasiones no es fácil identificar a los dueños de esos aviones y que Bruselas trabaja con los Estados miembros para afinar ese aspecto.
Por ahora, Bruselas no ha aprobado sanciones que afecten a los barcos o al tráfico marítimo, pero no se descartan en un futuro, si bien la naviera danesa Maersk, una de las principales del mundo, anunció este martes la suspensión temporal de todo el transporte de contenedores a y desde Rusia, salvo alimentos, medicamentos y ayuda humanitaria.
«Continuamos trabajando en más sanciones», dicen en la Comisión Europea.