María Rodríguez (ALN).- Moreno y Lasso preparan sus estrategias para la segunda vuelta de las presidenciales que se celebrará el 2 de abril. Ambos se concentrarán en la defensa de modelos opuestos de país y usarán las tensiones del escrutinio. Correa amenaza con volver si gana la oposición. La incertidumbre quedó atrás y Ecuador mira ya el 2 de abril como nueva cita con las urnas. Con el 99,5% de los votos escrutados, el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, informó este miércoles que habrá segunda vuelta, confirmando así las declaraciones que él mismo había realizado unas horas antes sobre la tendencia “clara y establecida” que seguía el conteo. Con la segunda vuelta ya declarada oficial, Lenín Moreno (39,35%) y Guillermo Lasso (28,10%) preparan sus estrategias, marcadas por las tensiones y protestas que generó la demora en el escrutinio de las elecciones del pasado 19 de febrero.
En este segundo asalto, el candidato vencedor de la primera vuelta, el oficialista Moreno, tendrá que sobreponerse a la caída de popularidad. Comparadas las encuestas de mediados y finales de 2016, “Moreno tenía una popularidad cercana o superior al 70% y una intención de voto mayor al 50%, que quitando blancos y nulos podría haber marcado un hito con su votación”, recuerda Álvaro Marchante, asesor político español residente en Quito, en declaraciones al diario ALnavío. Sin embargo, con el paso de los meses el apoyo al candidato de Rafael Correa se ha reducido hasta llegar al actual 39,35% de los votos. Se queda, por tanto, a las puertas de la victoria en primera vuelta (para ello habría sido necesario alcanzar el 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo).
Economía y corrupción serán los dos principales temas en la estrategia de Moreno, “aunque no son su principal expertise”
“La causa de esta variación podría deberse a los escándalos de corrupción que vive el país en el área petrolera, a los posibles contratos amañados con empresas como Odebrecht y a la probable vinculación de Jorge Glas, actual vicepresidente y de nuevo candidato a la Vicepresidencia”, apunta Marchante. Y continúa: “Desde la inscripción de ambos [Moreno y Glas] como binomio, la intención de voto ha ido cayendo de manera continuada debido a estos motivos y, tal vez, también por la falta de una postura clara al respecto del candidato a presidente”.
Para Francisco Sánchez, subdirector del Instituto de Iberoamérica y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Salamanca, la popularidad del candidato oficialista llevaba un tiempo estancada: “No subía porque el candidato no es bueno” y también le pesa la sombra de Correa y la crisis que ya se deja ver en la economía ecuatoriana.
Al trabajo después de Carnaval
Marchante señala que ninguno de los candidatos contemplaba con seguridad que hubiera una segunda vuelta, salvo en su discurso. “Pasado el puente de Carnaval se esperaría que tanto Moreno como Lasso retomen su actividad y comiencen con sus políticas de alianzas para tratar de recibir el mayor número de apoyos posible”, apunta el asesor.
Cynthia Viteri, del PSC, y tercera en votos con el 16,31%, ya ha declarado que hará campaña por Guillermo Lasso. También le apoyarán Abdalá Bucaram (FE, 4,82%), Patricio Zuquilanda (PSP, 0,77%) y Washington Pesántez (Unión Ecuatoriana, 0,75%). Paco Moncayo (ID, 6,71%) no apoyaría a ninguno en una segunda vuelta. El resto de los candidatos no han tomado una postura por el momento.
¡Gracias a @CynthiaViteri6, a @daloes10, a Patricio Zuquilanda, a Washington Pesántez y @LourdesTiban por su respaldo! #VamosPorElCambio
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) 20 de febrero de 2017
Para Marchante, en esta segunda contienda, Moreno parte como favorito por haber ganado la primera vuelta superando en casi 11 puntos (un millón de votos) a Lasso, aunque una alianza de la oposición le arrebataría la Presidencia. ¿Qué estrategia ha de seguir? “Moreno debe negociar con los candidatos de la izquierda que no han pasado a la segunda vuelta y tomar una posición más definida sobre cómo manejaría la economía en caso de ser presidente y cómo va a luchar contra la corrupción, que por ahora parecería que está involucrando a su candidato a vicepresidente”, indica el asesor.
Asimismo, apunta que hasta el día de la votación había más de 10% de indecisos que estaban a la espera de ver quién respondía a sus dudas “y por esta falta de posición del candidato oficialista, parece que no le tuvieron en cuenta en la decisión final del voto”. Por todo ello, el analista insiste en que economía y corrupción serán los dos principales temas de la estrategia del oficialista Moreno, “aunque no son su principal expertise, como sí lo son los temas sociales, que ya manejó cuando fue vicepresidente con Rafael Correa entre los años 2006 y 2012”.
Otro reto de Moreno para esta segunda vuelta estará en mantener la tendencia correísta de las provincias costeras. Éstas representan la mayor parte de la población del país y han votado mayoritariamente por el candidato oficialista en primera vuelta. Con el 100% de los votos escrutados en Esmeraldas, Santa Helena y El Oro, Moreno ha superado el 40% y ostenta una diferencia de más de 10 puntos sobre Lasso. En Manabí, la diferencia es aún mayor: 53,99% para Moreno y 18,13% para Lasso. La única excepción en esta tendencia especialmente correísta de las provincias costeras es Guayas, donde el candidato de Correa sí ganó esta primera vuelta, aunque se quedó en 38,76% y Lasso en 21,14%.
Lasso deberá estructurar a la oposición en torno a su figura / Flickr: Samurai Juan
Por la parte opositora, “Guillermo Lasso debe tratar de estructurar a la oposición en torno a su figura y seguir manteniendo un discurso tan sencillo como es repetir una y otra vez ‘un millón de empleos en cuatro años’”, constata Marchante. Según el analista, la sencillez de este mensaje ha calado en el país y en un momento de crisis económica, “es un mensaje que motiva y que le ha garantizado un importante número de votos”.
Asimismo, Marchante asegura que, al contrario de Moreno, Lasso sí maneja bien los temas económicos. El candidato de CREO fue presidente ejecutivo del Banco Guayaquil entre 1994 y 2012, y superministro de Economía y Energía en 1999. Como estrategia, “Lasso deberá tratar de utilizar la economía en todo momento y seguir ligando los problemas económicos y sociales con la corrupción, como ya ha venido haciendo”.
En este punto, Francisco Sánchez tiene una visión un tanto distinta. Para el profesor de Ciencias Políticas, las sospechas en el escrutinio de los votos y la consecuente sucesión de manifestaciones facilitan a Lasso “construir una nueva narrativa” para la segunda vuelta. La utilizada hasta la fecha sobre corrupción habría quedado obsoleta.
Correa: “Si gana la oposición, tendré que regresar”
“Me cuesta ver a Correa lejos de Carondelet [la sede del Gobierno y residencia oficial del presidente de Ecuador]”, apuntaba Rogelio Núñez, investigador del IELAT (Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares) en una conferencia en Casa de América previa a las elecciones. Y no iba mal encaminado.
En esta segunda vuelta, “Lasso deberá seguir ligando los problemas económicos y sociales con la corrupción”
El presidente saliente advirtió este miércoles en un encuentro con la prensa extranjera que en el caso de que gane la oposición volverá: “Probablemente tendré que regresar más pronto y estar en el momento histórico que se requiere”. Ecuador se prepara para una nueva votación en la que el legado correísta está en juego. “En un año estarán pidiendo elecciones anticipadas y tendré que volver a presentarme en elecciones y vencerlos nuevamente. Son escenarios muy improbables. Estamos confiados en una victoria contundente el próximo 2 de abril”, declaró Correa.
En la misma línea que Núñez, el profesor de Ciencias Políticas Francisco Sánchez aseguró que “la política funciona con héroes y Correa ha trabajado mucho la construcción de un mito”. Alianza País tiene, pues, el reto de mantenerse unido sin el pegamento de Correa, que ha garantizado hasta la fecha la estabilidad del partido. “Difícil situación”, agregó Sánchez, quien ya vaticinó que si Correa se presenta de nuevo lo haría por su particular visión de la política como un sacrificio. “Volvería si Ecuador es un país manejable”, concluyó.