Leticia Núñez (ALN).- La fuerte presencia de la entidad en los mercados mexicano y turco se ha convertido en su talón de Aquiles durante las últimas semanas. Su presidente, Francisco González, reforzó en Davos la confianza en el país latinoamericano: “A medio plazo va a salir muy fuerte”. Del dicho al hecho. Las amenazas que Donald Trump lanzó a México durante toda su campaña electoral no han tardado en plasmarse en realidades. El recién estrenado presidente de Estados Unidos desató este jueves una crisis diplomática con su vecino del sur a cuenta del muro que pretende levantar en la frontera. Según dijo, hará pagar a México su construcción mediante un impuesto del 20% a sus importaciones.
Las afirmaciones de Trump derivaron en la cancelación por parte del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, del encuentro que iban a mantener el próximo martes en Washington. El estadounidense le había advertido unas horas antes que su visita no tenía sentido si no estaba dispuesto a pagar el muro y la respuesta de éste no se hizo esperar en Twitter: “Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada. Sin embargo, Peña Nieto reiteró su voluntad “de trabajar con los Estados Unidos para lograr acuerdos en favor de ambas naciones”. El incendio diplomático está servido.
Esta mañana hemos informado a la Casa Blanca que no asistiré a la reunión de trabajo programada para el próximo martes con el @POTUS.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 26 de enero de 2017
La actitud de Trump supone una amenaza para la economía de México ya que EEUU es el destinatario del 80% de sus exportaciones. Y, a su vez, los problemas de la economía mexicana representan un quebradero de cabeza para las empresas españolas con negocios en el país. Entre ellas, BBVA. Los recientes mínimos históricos marcados por el peso tras el triunfo de Trump y sus planes proteccionistas podrían pasar factura a las cuentas de la entidad que preside Francisco González. De México procede el 40% de su beneficio.
Si los resultados que BBVA presentará el martes son positivos, el mercado podría premiar al valor”, dice una analista
De hecho, el banco ya fue el valor más perjudicado en la Bolsa española tras la victoria del republicano: se hundió un 5,7%, hasta los 6,12 euros por título. Una caída histórica que se explica por su alta exposición al mercado mexicano. En los resultados de los tres primeros trimestres de 2016, México representó la mitad de los 2.800 millones de euros de beneficio de BBVA, con una ganancia en el país de 1.441 millones de euros.
El descalabro del peso mexicano frente al euro, de un 12% desde las elecciones estadounidenses, y la ralentización que experimentaría la economía en caso de construirse el muro agudizan las dudas de los mercados sobre el banco español.
“La incertidumbre está servida”
Los analistas piden prudencia. “Depende de lo que de verdad pueda llevar a cabo Trump. Una cosa es todo lo que le gustaría hacer y otra lo que de verdad pueda hacer”, puntualiza al diario ALnavío Sara Carbonell, analista de CMC Markets. En este sentido, advierte que “una política excesivamente proteccionista podría llevar al dólar a depreciarse, por lo que veríamos apreciación del peso y esto beneficiaría al banco”. En cualquier caso, dice, “la incertidumbre está servida”.
Tras señalar que es difícil estimar hasta cuándo los mercados penalizarán al banco, Carbonell suma otros tres factores que podrían perjudicar sus resultados de 2016: la sentencia sobre las cláusulas suelo, la reforma fiscal de diciembre y la situación turca. Y es que también soplan vientos de incertidumbre para BBVA desde Turquía, otro de sus mercados clave. La inestabilidad política que vive el país ha llevado a la lira a caer un 8% en lo que va de año, algo que complica la situación de Garanti, el banco del que posee un 39,90% de la participación y es su primer accionista.
“Va a ser muy importante conocer los resultados el próximo martes. Si son positivos, como lo han sido los de Santander y los de Bankinter, el mercado podría premiar al valor. Ahora, la correlación de la cotización con el peso mexicano es inversa, y si vemos más depreciación del peso podríamos ver más caídas en el valor”, completa.
“México es más fuerte de lo que parece”
El presidente de BBVA, por su parte, reforzó la confianza puesta en México en el Foro Económico Mundial que se celebró en Davos la semana pasada asegurando que “a veces necesitamos retos para convertirlos en oportunidades”. En una entrevista concedida al periódico El País, González se mostró convencido de que “a medio y largo plazo México va a salir muy fuerte de esta nueva situación política y la Administración Trump va a promover mucho más comercio con México de lo que ellos creen”, puesto que “es un país mucho más fuerte de lo que parece”.
Una opinión que coincide con la de la presidenta de Banco Santander. Durante la presentación del informe de resultados de 2016, Ana Patricia Botín defendió que “pese al nuevo panorama, México tiene mucho margen de mejora”. Asimismo, aseguró que aún no es momento de tomar medidas puesto que Trump, a quien los analistas definen como un dolor de muelas para todas las empresas con fuerte presencia en México, aún no ha impulsado ningún plan económico que les haga replantearse su negocio al otro lado del Atlántico. De hecho, esperan invertir unos 15.000 millones de pesos en 2017.
BBVA ya fue el valor más perjudicado en la Bolsa española tras la victoria de Donald Trump: se hundió un 5,7%
Sin embargo, a corto plazo las cosas cambian. “La caída del peso está creando problemas inflacionarios pero, sobre todo, mucha incertidumbre y eso provoca que en estos momentos no haya inversión. No es una buena noticia”, sentenció González. Desde BBVA recuerdan que Bancomer, su entidad mexicana, es la mayor institución financiera con 37.400 empleados y más de 1.800 oficinas.
La clave: el 1 de febrero
En cualquier caso, los analistas recuerdan que esta situación “ya está descontada” y que en Europa “las posibilidades de que mejore el entorno macro son reales”, por lo que la parte de negocio europea podría compensar la situación de los emergentes. “Por otra parte, la gestión es buena, y los resultados de los nueve primeros meses de 2016 fueron positivos, con un incremento de más del 60% respecto al mismo periodo del 2015”, explica Carbonell.
En el horizonte más cercano, el próximo 1 de febrero se antoja como una fecha clave. Ese día, la entidad hará públicos unos resultados anuales que podrían despejar la incertidumbre que despiertan sus negocios en México y Turquía. “A partir de ahí podremos tener una visión más clara del futuro de la entidad”, sentencian desde CMC Markets.